Por Eme
Un buen fertilizante es fundamental para una buena cosecha. En el mercado se encuentran una barbaridad de opciones distintas y esto puede ser confuso en algunas ocasiones…
Pero ante la abundancia de información disponible y los atractivos anuncios de las marcas, conviene pararse a analizar cuál es el contenido y calidad de los productos.
Cuando nos decantamos por un fertilizante, no queremos que nos den gato por liebre: nuestra economía es importante y por eso buscamos la máxima concentración. Como sabéis, las plantas necesitan para su crecimiento el aporte de una larga lista de elementos químicos que se dividen en macroelementos y microelementos, presentes tanto en los fertilizantes naturales como en los inorgánicos. Los fertilizantes añaden sustancias nutritivas al suelo, que tiende a agotarse ya que las plantas los absorben; esto es especialmente importante en suelos pobres y macetas.
Existen fertilizantes de diferentes tipos y conviene conocerlos para saber elegir.
Los fertilizantes orgánicos o biológicos se asimilan mejor por las plantas y son más concentrados. Provienen de fuentes orgánicas, suelen ser más bajos en nutrientes y de precio más elevado. Su principal ventaja es que cuidan el sabor final de la hierba. Uno de los inconvenientes que plantean es que el engorde puede resentirse.
Este tipo de producto nos exige cuidar mucho la vida del terreno, que sea rico en bacterias: no basta simplemente con aplicar el fertilizante (esto es fundamental para cultivo sobre tierra, no tanto para macetas). Muchos de los fertilizantes biológicos no tienen suficiente contenido en nutrientes y su precio es mayor que el de los fertilizantes químicos. Pero hay que tener en cuenta, tanto en el mercado cannábico como en la horticultura tradicional, que existen marcas que directamente mienten y se venden como orgánicos sin serlo (con certificados dudosos o irregularidades en las etiquetas). El problema principal es que fósforo orgánico es poco soluble y los fertilizantes líquidos no contienen más de un 3%. Si el fertilizante elegido contiene más puedes estar seguro de que no es biológico. Una buena opción para hacer una cosecha 100% biológica es mezclar guano de murciélago con la tierra y hacer un trasplante previo a la floración
Otro de los aspectos fundamentales a la hora de elegir un fertilizante es la proporción que presenta de NPK. Normalmente los fertilizantes llevan las proporciones adecuadas a la fase de cultivo para la que se indican: los productos para crecimiento son más ricos en nitrógeno, los de floración incrementan el índice de fósforo y potasio, etc. No debemos pasar por alto cuál es la concentración en la que se presentan estos macroelementos. Un fertilizante con mayor concentración puede resultarnos más económico que otro con menos, pese a que en un principio nos pueda parecer lo contrario. Debemos comparar no sólo la calidad del fertilizante si no también su precio y concentración. Ojo porque algunos productos del mercado vienen con concentraciones bajas con el único fin de que el cultivador gaste más fertilizante.
Mientras, los fertilizantes químicos o minerales son más productivos y efectivos, pero de asimilación más lenta. Los fertilizantes minerales llevan exactamente lo que la planta necesita ya listo para su absorción. Provienen de sustancias inorgánicas y suelen ser más concentrados y económicos aunque tienen el inconveniente de que un exceso de ellos antes de la cosecha deja un sabor perceptible, por lo que conviene hacer lavados de raíces antes de cortar.
Pero esta materia es compleja y no hay una fórmula mágica, no podemos decir que existan fertilizantes buenos o malos, ya que su elección dependerá de varios factores, como la cantidad de agua disponible, la fertilidad del suelo y su nivel de salinidad, las condiciones climatológicas o la variedad de cannabis que escojamos. El fertilizante que escojamos dependerá de nuestros objetivos y del tipo de sistema empleado para su cultivo. Una fertilización adecuada debe contemplar la utilización de fertilizantes orgánicos y minerales, que son complementarios..
También es importante conocer cuáles son las funciones de los estimuladores y los potenciadores. En este grupo entrarían los estimuladores de floración y los boosters, unos aditivos que bien utilizados pueden suponer el toque de gracia para nuestros cultivos. A diferencia de los fertilizantes para crecimiento o floración, en los estimuladores y potenciadores no resulta fundamental conocer los índices NPK para determinar la efectividad del producto, ya que estos suplementos se componen principalmente por aminoácidos y micro nutrientes. Proporcionan a la planta una dosis de energía extra para realizar mejor sus funciones (fotosíntesis, división celular, etc.) y utilizarlos con mayor o menor concentración depende de cada uno.