Por Adryc Menellsön
Hola de nuevo amigas y amigos de esta verde mar de María; bienvenidos a bordo de nuestro barco Cannabis.es. Hoy zarpamos para hablar sobre la Alimentación, pero antes unas reflexiones:
El cannabis es una planta que requiere tres nutrientes básicos para desarrollarse; a saber, Nitrógeno, Fósforo y Potasio, y son los que más necesitan durante todas sus fases de vida en distintas cantidades. Además necesita otros en menor cantidad que, curiosamente también son tres, Magnesio, Calcio y Azufre. Y luego otros como el Hierro, Manganeso, Boro, Cobre, etc… hasta un total de ocho; estos últimos los consumen en cantidades muy pequeñas.
Todo ello nos lleva a la conclusión de que la alimentación es un mundo complejo. Y lo digo porque es una verdad como el mundo, y variado, jajj…. como él, pues depende de varios factores:
El tipo de medio en que cultivemos nuestras plantas.
Existen multitud de técnicas y medios para el cultivo del cannabis en interior, bien sea en sustrato, fibra de coco, arlita, hidróponico y aeropónico (entre otros), en los que las necesidades de alimentación no son iguales si usamos un medio u otro.
El tipo de abonado que utilicemos en ellos.
Aquí ya sí que entramos en un mundo inmenso, no hay más que entra a cualquier grow y echar un vistazo sobre sus estanterías para comprobarlo.
Los hay comerciales, que podemos comprar en cualquier grow o tienda especializada, minerales, biominerales, bio-eco, eco, líquidos, en polvo para disolución. En fin, de todas marcas y clases. Y están los eco-orgánicos, que preparamos nosotros a base de diversos estiércoles, algas o guanos, tanto de ave como de murciélago. Estoy preparando una entrada sobre ellos que veréis aquí en breve, así que tranquilos, hablaré sobre todos ellos largo y tendido.
Otra cosa antes de que la olvide, durante las siguientes semanas nosotros utilizaremos como medio de cultivo el sustrato, y probaremos los distintos tipos de abonado y alimentación.
Después de lo reflexionado, un momento para unas caladas a mi boong lleno de #Syrup y vamos con el tema que nos ocupa hoy,
La Alimentación
Una de las máximas del cultivo ecológico, del que soy defensor y practicante acérrimo (toda la hierba que fumo, y digo toda, ha sido cultivada a base de abonos 100 % orgánicos), es alimentar nuestra tierra, sustrato en maceta en nuestro caso, para que ésta a su vez alimente nuestras plantas, y no a la inversa… Pues bien, esto debemos aplicarlo también en el cultivo con abonado tradicional, a base de abonos comerciales, para entendernos.
Una correcta alimentación nos garantiza un excelente desarrollo de nuestras plantas, una buena maduración y que cuando la cosechamos obtengamos una buena producción, cogollos densos, prietos… en una palabra, excelentes.
Si nos excedemos con ella, las plantas se sobre-fertilizarán, las hojas se curvarán en forma de garra, las raíces, al no necesitar demasiado esfuerzo para alimentarse, se desarrollarán poco, y la planta crecerá débil, reduciendo así drásticamente su producción final.
Ya sabéis que en el cultivo de la marihuana, el efecto de mucho abonar proporciona unos resultados inversamente proporcional al exceso de abonado; en una palabra, más es menos.
Y si insisto en ello es porque los casos de sobre-fertilización son difíciles y tediosos de solucionar, ya que es necesario un lavado abundante del cepellón en el caso de que nos ocurra. Dicho lavado de las raíces estresa a la planta, que además deberá estar un mínimo de dos semanas sin recibir aporte alguno hasta que se recupere y pueda recibir aportes nuevos, con la consiguiente pérdida de producción, y lo más importante, del esfuerzo que hemos hecho preparando adecuadamente ese sustrato que debemos lavar por un error, y ahora enmendar.
Si por el contrario nos quedamos escasos las plantas crecen débiles, las ramas laterales se abren y necesitan se entutoradas
y los cogollos serán esponjosos, poco pesados aunque su aspecto muestre otra cosa. Y en ambos casos las plantas serán menos resistentes ante cualquier enfermedad o ataque de una plaga, como por ejemplo la mosca blanca.
Por ello y aunque me acuséis de pesado os recomiendo siempre encender nosotros mismos nuestro indoor, y observarlas un rato. De esa manera nos daremos cuenta de cualquier anomalía o plaga. Tened en cuenta que las plantas no hablan, y se expresan por sus hojas, Nos dicen su estado o sus necesidades o carencias por su aspecto, color, etc… Un verde oscuro da señales de salud mientras que si amarillean o aparecen manchas en ellas, es señal de problemas. Una planta atacada por diversas plagas a la vez, caso que se puede dar, y de hecho se da en cultivos de exterior, puede llegar a morir antes de acabar su floración.
Mientras, observad otra planta hermana que ha crecido sana.
Una ayuda para la detección precoz de plaga es colocar atrapamosquitos, de esos de plástico, de 10 x 20 cm impregnados de goma adherente. Son totalmente inocuos y atraerán enseguida a los primeros mosquitos, avisándonos de su presencia al quedar atrapados en ellos. Os recomiendo poner dos, uno amarillo que atraerá a la mosca blanca, mosquitos, etc…y podemos poner otra azul para trips, etc…
Como he dicho en el cultivo todo está ligado, la humedad, temperatura, iluminación, etc… se ajustan a unos parámetros que debemos cumplir para conseguir unos resultados aceptables. Y en el caso de la alimentación ocurre lo mismo. Da lo mismo que utilicemos un abonado 100% ecológico de origen orgánico y preparado por nosotros mismos, o cualquier otro tipo de abono, mineral, bio-mineral o bio-eco, siempre debe ajustarse a unos parámetros, que no son los mismos en cada fase de vida de las plantas, ni tampoco los mismos para cada variedad, ni tiene las mismas necesidades una planta de variedad sativa que otra índica.
En el caso de la alimentación hay dos pilares fundamentales: el pH y la EC.
La importancia de la EC y el pH en nuestros cultivos.
El pH es una medida que nos indica la acidez o alcalinidad de una disolución, vamos, la concentración de iones presentes en el agua que usamos para regar y abonar nuestras plantas. Su escala de varía de 0 a 14. Cada nutriente actúa mejor según el nivel de pH, y las plantas para absorber los nutrientes del sustrato dependen de la solubilidad de este.
El cannabis es una planta que se adapta bien a todo tipo de condiciones climáticas o nutricionales. Y algo parecido le sucede con el pH, puede crecer con pH entre 5.00 y 8.00, incluso algo más o menos. Pero si queremos conseguir unos resultados aceptables, debemos ajustarnos a los niveles indicados para cada estado de la planta, vegetativo o de floración, etc….
La EC es la capacidad que tiene un líquido para trasportar la electricidad. El agua en este caso, medio por el cual nuestras plantas se alimentan. Para que esta agua sea conductora deber de contar con sales minerales para que pueda conducirla, abonos en nuestro caso. Hablando claro: es la concentración de las soluciones de nutrientes que aportamos al agua de riego que alimenta a nuestras plantas lo que medimos cuando comprobamos dicha EC. Esas soluciones son las que favorecen el desarrollo de las plantas. Una proporción equilibrada de dichos nutrientes nos proporcionará excelentes cosechas. Si por el contrario nos excedemos los resultados no serán los deseados, como os expliqué antes.
Bueno amigos, basta ya de rollos y vamos a lo práctico. Como os decía antes el sustrato será la base de la alimentación de nuestras plantas. Un buen sustrato debe contener aportes y nutrientes que cubran sus necesidades vitales durante las 2 primeras semanas de su vida, aunque conviene añadir algún aporte de tipo enraizantes y crecimiento. Pasadas estas 2 semanas deberemos aportar al sustrato los diversos nutrientes que esta necesite para desarrollarse y florecer correctamente, y lo haremos utilizando los diversos tipos de abonado, bien ecos, los fabricados por nosotros, de origen orgánico y natural 100%, bien bio-eco comerciales o minerales, bio-minerales, etc… Iremos hablando de todos ellos en esta travesía por el cultivo de interior largo y tendido.
Pero antes de llegar a ello tengamos en cuenta una cosa, e importante, la mayor diferencia que existe entre los abonos orgánicos y los abonos minerales o bio-eco comerciales es que mientras los primeros alimentan a la vez el sustrato y a las plantas, dejando una tierra rica y llena de vida, que podemos reciclar y reutilizar, los segundos solo alimentan las plantas, dejando el sustrato pobre y estéril, y dado que necesita un lavado profundo de raíces para eliminar los restos de los distintos abonos, su reciclaje en muchos casos es imposible… Así que decidid vosotros mismos.
Bueno amigas y amigos en la próxima entrada hablaré más extensamente sobre el pH y la EC. El espacio se agota y llega la hora de echar mano de mi inseparable Boong, por supuesto bien lleno de mi querida #Syrup Y desearos #LosMejoresHumos desde mi ensenada.
Espero que lo leído aquí os haya gustado y sirva….
Hasta pronto.