Una propuesta de ley presentada el pasado viernes en la Cámara de Representantes de Colorado (USA) puede prohibir los comestibles cannábicos con formas de animales, frutas o personas.
Se trata del último esfuerzo de los legisladores de Colorado para prevenir la ingesta accidental por parte de menores, que confundirían los comestibles con THC con caramelos masticables corrientes.
A pesar de que los comestibles cannábicos ya siguen una estricta normativa, que les obliga a incluir en los envases un símbolo universal (un signo de exclamación sobre las siglas THC dentro de un rombo), además de requerir que sean comercializados en envases a prueba de niños. Otra ley de 2014 sugiere que los comestibles cannábicos tengan un aspecto distinto una vez fuera del envase, “cuando sea posible”. En un intento de que los niños los diferencien claramente si encuentran uno fuera de su envase, pero esto es prácticamente imposible de llevar a cabo con un rango de productos que van desde los caramelos masticables, a las pastillas, líquidos, barritas de cereales, chocolatinas, y un sinfín de productos y presentaciones posibles. Otro intento del Departamento de Salud Pública fue sugerir la prohibición de todos los comestibles, excepto las tinturas, pastillas y caramelos duros, pero se toparon con la industria de frente y tuvieron que dar marcha atrás con su propuesta.
Esta nueva propuesta se dirige casi exclusivamente a los ositos de goma masticables, ya que una vez fuera de sus envases son difícilmente identificables como comestibles cannábicos, y parecen gominolas convencionales.
Esta iniciativa, se dirige a los dulces que tengan forma de fruta, animal o personas, y el resto, que tengan formas de hoja de marihuana, formas geométricas, de estrella o de corazón, seguirán siendo legales y estarán permitidas. Esta ley se prevé que tenga un impacto mínimo. Lo que sugiere que esta propuesta de ley se dirige más a solventar la incomodidad de los legisladores ante ciertos productos que realmente a proteger ante ingestas accidentales por parte de menores de esos productos.
Y es que las llamadas a centros de asistencia ante envenenamientos, como el Rocky Mountain Poison and Drug Center (RMPDC), se han duplicado desde la legalización del cannabis en Colorado, aunque en el último año, de las 227 llamadas recibidas, 49 concernían a menores de 8 años o menos. Las intoxicaciones por marihuana siguen siendo un motivo insignificante dentro de las 50.000 llamadas anuales que recibe el RMPDC. Y aunque este organismo no difunde los datos estadísticos de su tarea, los datos obtenidos en el centro de envenenamientos de Washington sugieren que rara vez se trata de casos graves.
El Hospital Infantil de Aurora (un suburbio de Denver), contabilizó 19 asistencias a menores por ingestión de cannabis entre 2009 y 2014, o lo que es lo mismo, una media de 3 por año.
La solución más eficaz a este problema, y más evidente, es la de mantener los comestibles cannábicos alejados del alcance de los menores, y si eso no ocurre, que las gominolas tengan forma de estrella en vez de osito no va a suponer una gran diferencia.
Fuente: Reason.com