Por Eme
Casi por casualidad en la última edición de la Feria Spannabis en Barcelona acabé sentada en la cuarta fila del Auditori del recinto en Llobregat disfrutando de un par de charlas. Con el ajetreo propio de las ferias no había tenido tiempo para estudiar a fondo el programa, así que fue el azar el que me llevó a escuchar a un grupo de mujeres que hablaban al público asistente sobre cannabis y feminismo. ¿Es nuestro sexo, nuestro género, una cuestión baladí en el ámbito cannábico o por el contrario, ser mujer resta visibilidad a tu condición de usuaria, consumidora, cultivadora o activista anti-prohibicionista?
Cierto es que no me había planteado esta cuestión cuando me descubrí tomando notas durante la ponencia y preguntando un par de cuestiones en el espacio de participación posterior a la charla. No era consciente de que esta perspectiva de género podría ser útil dentro del sector hasta que las escuché, y paulatinamente fue creciendo mi interés y atención. Hasta ahora, la consideración del cannabis como tema global y el tratamiento de los colectivos desde esta perspectiva transversal me parecía más adecuada, pero es cierto que, si desde esa colectividad general no se atienden determinados problemas, ¿cómo es posible modificarlos y reeducar sobre ellos?
De hecho, sí me había percatado del uso de la publicidad en las revistas del sector y del tratamiento informativo de los contenidos: los artículos y textos suelen estar dirigidos a hombres, los consejos técnicos, todavía más, y la publicidad es mayoritariamente sexista, con el uso de mujeres como secretarias, dependientas sexys, pseudocultivadoras o ‘jardineras’ en shorts, etc, ya sea en fotografías o ilustraciones. Gran parte de información cannábica e imágenes de usuarios en redes sociales muestran a chicas cannábicas que enseñan mucho más que sus hermosas plantas de marihuana. Desde la libertad individual de cada cual para desnudarse, se trata de resaltar y estudiar el hecho de que la relación del sexo femenino y el cannabis se siga explotando en base a la sexualidad erótica de la mujer (desde el gusto heterosexual) y no se asocie como norma a otras características o cualidades de cada mujer.
Sumando esta sensibilización previa, y casi inconsciente, a mi asistencia a la citada charla, me puse manos a la obra para poder ofrecer desde Cannabis.es un análisis sobre este tema. Así que tiempo después de mi primer contacto con Mujeres Cannábicas, localicé a una de las integrantes del Grupo Motor de REMA, Patty Amiguet, para profundizar en esta nueva mirada y darla a conocer a hombres y mujeres cannábicos, o no necesariamente. ¡Vamos allá pues!
Cannabis.es – ¿Cómo surgió Mujeres Cannábicas? ¿Es exactamente lo mismo que REMA? Explícanos la diferencia si la hay.
Mujeres Cannábicas – REMA- MC nace inicialmente del Grupo de Mujeres de la CatFAC, que pretendía generar un espacio de encuentro, intercambio y debate entre las mujeres de la Federación, para visibilizar el rol que éstas tenían en sus respectivas asociaciones. En cada reunión se invitaba a mujeres que no pertenecían a la Federación, hasta que después de tres encuentros vimos que había una clara necesidad de fomentar ese espacio, pero para que muchas más mujeres pudieran sumarse.
Algunas de estas mujeres ya estábamos metidas en una red aún no materializada, en la que nos aglutinábamos compañeras, activistas, politólogas, antropólogas y profesionales relacionadas de alguna manera entre nosotras, y con el cannabis como elemento catalizador de unión. Entonces, decidimos aunar fuerzas y promover el Primer Encuentro de Mujeres Cannábicas, aprovechando el marco de la Feria de Spannabis de 2016 y la gran acogida de esta Feria. El encuentro fue un éxito y la presentación de los resultados que se extrajeron nos catapultó a la irrupción en la escena cannábica actual.
Tras este encuentro, el Grupo Motor de MMCC nos reunimos y, tras valorar los resultados del encuentro y ser conscientes de qué nuestra existencia era real, que nuestra figura era necesaria, y que nos encontramos la sorpresa del apoyo de muchísimas mujeres de todas partes con nuestro mismo sentir, nos envalentonamos y constituimos REMA -Asociación Red Estatal de Mujeres Anti-prohibicionistas en materia de Drogas-.
Y, ¿por qué REMA y no Mujeres Cannábicas?
MC – Porque el proyecto no aborda el cannabis únicamente: nuestras reivindicaciones empiezan aquí y el cannabis es nuestro objetivo ahora, pero nunca se sabe que pasará más adelante… y además, no todas las asociadas se sienten cannábicas pero si anti-prohibicionistas, por lo que creímos que era un nombre mucho más inclusivo y con el que todas nos sentimos a gusto.
{youtube}CTH9gcXQn50{/youtube}
Explícanos vuestra relación con otras asociaciones, colectivos o movimientos cannábicos.
MC – Nacemos fruto de las mujeres que estaban en las asociaciones, así que nuestra relación con otros colectivos es crucial, ya que nacemos del movimiento asociativo cannábico.
REMA es una agrupación de mujeres que ya veníamos, en gran parte, del sector del cannabis o de las políticas de drogas, por lo que la mayoría de nosotras participa activamente en colectivos asociativos o agrupaciones, que están incidiendo en las actuales políticas sobre cannabis del Estado.
Nuestra relación con el resto de colectivos cannábicos es transversal: son nuestra/os compañera/os de lucha y lo único que pretendemos es proporcionar la información y la crítica constructiva para que conjuntamente podamos para elaborar esas políticas de drogas que a todas nos atañen con una clara mirada de género.
REMA o Mujeres Cannábicas somos todas, eres tú que escribes en un medio cannábico, es aquella madre o aquella abuela que busca consejo… Mujer Cannábica es cualquiera que apueste por unas políticas públicas de drogas eficaces e inclusivas.
Además del nexo común del cannabis, ¿quiénes conforman Mujeres Cannábicas, provenís también de movimientos políticos, feministas o asociativos de otra índole?
MC – Provenimos de la mayoría de organizaciones asociativas cannábicas del Estado, pero además aglutinamos a profesionales del sector, médicas, psicólogas, científicas, polítologas, juristas, activistas, economistas (todas ellas feministas…). En realidad, REMA o Mujeres Cannábicas somos todas, eres tú que escribes en un medio cannábico, es aquella madre o aquella abuela que busca consejo… Mujer Cannábica es cualquiera que apueste por unas políticas públicas de drogas eficaces e inclusivas.
El proyecto NO aborda el cannabis únicamente: nuestras reivindicaciones empiezan aquí y el cannabis es nuestro objetivoo ahora, pero nunca se sabe que pasará más adelante
¿Cómo es la mujer cannábica española?
MC – La Mujer Cannabica Española es muy potente, aunque igual de potente que aquellas grandes mujeres que luchan cada día en este país por un mundo igualitario e inclusivo. Tenemos mujeres empoderadísimas liderando o participando en proyectos increíbles, y otras que simplemente necesitan de ese empujón para empoderarse. Invitamos a las lectoras/es de Cannabis.es a que leáis aquí nuestro capítulo “De petas y tetas”, del ensayo ´LAS SENDAS DE LA REGULACIÓN EN ESPAÑA´ y descubriréis porqué acuñamos el término feminismo cannábico (y muchas más cositas).
¿Cuál es el marco legal del cannabis en España y en qué puntos lo modificaríais?
MC – ¡Jajajaja! ¿Qué marco legal del cannabis? En España hay muchas propuestas y muy válidas, pero poco marco legal.
Cultivar cannabis en España de manera lúdica es ilegal (de forma terapéutica también, pero la Agencia del Medicamento tiene la potestad de otorgar licencias a laboratorios). Portarlo es también ilegal, sólo está despenalizado el uso privado. Es necesario modificar el Código Penal, la Ley de Seguridad Ciudadana y la Ley de Tráfico. Cuando estas tres leyes hayan sido modificadas y haya una regulación integral del cannabis, podremos hablar de modificar textos.
El estigma que nos genera en esta sociedad la condición de mujeres consumidoras es un gra obstáculo, y si además le añades el agravante de ser madre, ni te cuento: mujer, cultivadora y madre… ¡triple estigma!
¿Haría falta alguna cláusula de discriminación positiva en cuanto a cómo se implementa la regulación, o en la representatividad de la mujer en el sector empresarial y respecto a los códigos publicitarios para evitar el sexismo…?
MC – Por supuesto, y cuando esas leyes se empiecen a elaborar, ahí estaremos REMA para luchar por ello, aunque no hace falta regular para poder empezar a concienciar.
¿Son invisibles las mujeres cultivadoras?
MC – Para nosotras no, pero en general para el sector sí. Pese a que cada vez se intenta camuflar más por parte de las empresas, sigue habiendo una tendencia masculina muy generalizada. Es una lástima, ya que hay muy grandes cultivadoras en este país a las que honramos y respetamos al máximo.
¿Es frecuente que detengan a mujeres por cultivo?
MC – Menos que a hombres, pero lo cierto es que no tenemos aún datos reales sobre las detenciones. Desde el punto de vista de la información de género, hay muchos frentes en los que trabajar.
¿Cuál creéis que es el obstáculo más grande en vuestra lucha?
MC – El propio estigma que nos genera en esta sociedad la condición de mujeres consumidoras, y si además le pones el agravante de ser madre, ni te cuento. Imaginad: mujer, cultivadora y madre… ¡triple estigma!
Si te declaras consumidora de cualquier sustancia durante el embarazo, te atienes a que se te haga un seguimiento de uso a lo largo del proceso e incluso pueden vigilarte los Servicios Sociales, generándote un proceso de estrés y ansiedad que puede perjudicar al feto. Incidir en esta línea de trabajo sobre los protocolos de embarazo y el consumo, es uno de nuestros objetivos clave.
¿Cuáles son los protocolos de parto y de qué forma afectan en particular a las mujeres consumidoras de cannabis?
MC – Estos protocolos no son claros, aunque cuando se aplican son contundentes. Estamos a merced del pensamiento de nuestra doctora o doctor: si te declaras consumidora de cualquier sustancia durante el embarazo, te atienes a que se te haga un seguimiento de uso a lo largo del proceso e incluso pueden hacer que los Servicios Sociales entren en juego, generándote un proceso de estrés y ansiedad que puede perjudicar al feto o al futuro de la criatura, mucho más que el propio consumo. Incidir en esta línea de trabajo sobre los protocolos de embarazo y el consumo, es uno de nuestros objetivos clave.
¿Ser madre y cannábica es compatible?
MC – Cada una debería tener la libertad para poder decidir siempre, eso sí, teniendo acceso a toda la información para tomar la decisión adecuada.
La ignorancia es el mal generalizado de esta sociedad. La connotación negativa que la sociedad le ha atribuido al feminismo ha hecho mucho daño, y corregir esa concepción requiere de mucha pedagogía y paciencia. Este es precisamente nuestro objetivo, reeducar al movimiento cannábico.
¿Cómo han encajado los hombres el surgimiento de este colectivo feminista y cannábico?
MC – Hay de todo, desde el que cree que era esencial que existamos y que nos apoya incondicionalmente porque cree firmemente en nuestros objetivos, como el que cree que no es necesaria nuestra presencia, pero es injusto hablar solo de ellos porque también tenemos mujeres detractoras.
La ignorancia es el mal generalizado de esta sociedad. La connotación negativa que la sociedad le ha atribuido al feminismo ha hecho mucho daño, y corregir esa concepción requiere de mucha pedagogía y paciencia. Este es precisamente nuestro objetivo, reeducar al movimiento cannábico.
Respecto a los resultados del formulario que realizasteis en Spannabis sólo conocemos los datos provisionales, ¿podéis darnos alguna primicia?
MC – En breve tendremos los resultados de las encuestas que realizamos en la última edición de Spannabis. Os puedo adelantar que estamos mejorando el formulario y estamos planeando continuar haciéndolo en todas las ferias para poder recoger datos y ver la evolución de las empresas del sector, con el objetivo de que cada vez son más las que se suman a la tendencia de ponerse las gafas moradas.
Todas deberíamos ir a una, y el sector empresarial debería ser el primer interesado en conseguir una regulación integral de la cannabis para poder trabajar bajo un marco legal y claro.
MC – ¿Cuál es vuestra valoración del estado de salud del sector empresarial cannábico en España?
Como en todos los sectores, cada empresa tiene su propia personalidad. Ahora se aprecia una ola generalizada que apuesta por el cambio en el sector.
Existen grandes empresas que hacen de su negocio no sólo un beneficio propio, sino que además aportan con su activismo y con su obra social una transformación social en el sector del cannabis. También existe un sinfín de pequeñas y medianas empresas que son la `caña´: proyectos increíbles, solidarios, cooperativistas… Son muchas las que apuestan por un cambio, pero se necesita más: en un mundo utópico, sería increíble que las empresas en general empezaran a invertir en activismo y en grupos sociales que trabajan por un cambio legislativo. Todas deberíamos ir a una, y el sector empresarial debería ser el primer interesado en conseguir una regulación integral del¡ cannabis para poder trabajar bajo un marco legal y claro.
Carola Pérez representa a un target específico, que es el de las personas usuarias terapéuticas. Ahora debemos dar voz a las usuarias recreativas, a las cultivadoras, a las representantes de las asociaciones y a las mujeres del sector comercial.
¿Creéis que es positivo que haya mujeres como Carola Pérez que se estén convirtiendo en altavoces en su ámbito y que esto repercute positivamente en la visibilidad y poder de las mujeres en el mundo del cannabis y en el panorama político o social?
MC – Por supuesto que es positivo que haya mujeres que hagan de portavoces en este ámbito, pero también es importante resaltar que seamos muchas y no unas pocas. Hay muchos roles en el movimiento a los que hay que seguir dando voz, porque carecemos de esos espacios. Carola Pérez representa a un target específico, que es el de las personas usuarias terapéuticas: es increíble todo lo que consigue, que repercute por supuesto en positivo, pues lo vive en primera persona y es una realidad que la sociedad también percibe. Ahora debemos dar voz a las usuarias recreativas, a las cultivadoras, a las representantes de las asociaciones y a las mujeres del sector comercial. Necesitamos educadoras y especialistas que sean las que faciliten las herramientas a todas estas mujeres empoderadas para poder llevar a cabo la tan deseada regulación.
¿Qué le diríais a una mujer que esté dudando si unirse o no a vuestro colectivo? ¿Se aceptan hombres?
MC – Le diría que no lo dude, pues REMA está en continuo crecimiento y transformación. Al trabajar desde el voluntariado, estamos creando juntas un espacio enriquecedor.Poco a poco, cuantas más seamos, más y mejor lo construiremos.
En cuanto a los hombres es un debate que está abierto en cada encuentro, estamos muy divididas y estamos trabajando en ver cómo generar espacios donde ellos también puedan colaborar y sentirse tan parte de REMA como cualquier mujer.
Estamos trabajando en ver como generar espacios donde los hombres puedan colaborar y sentirse tan parte de REMA como cualquier mujer.
El papel de las mujeres en el sector cannábico está evolucionando, ¿cuál creéis que es la causa?
MC – Es una causa generalizada en el mundo. Las mujeres estamos sufriendo una revolución a muchos niveles, estamos adquiriendo herramientas muy potentes que estamos aprendiendo a utilizar. Recursos como el acceso a la información, a la educación, el desarrollo de la capacidad de empoderamiento, el autoconocimiento, y lo que implica darnos cuenta que vivimos en una sociedad patriarcal que gira alrededor de la figura masculina de forma totalmente discriminatoria en comparación con la figura de la mujer. Nos hemos cansado, y como nos hemos cansado, hemos dado un paso al frente. Aquí entra en juego esa evolución.
La tendencia de vender productos con mujeres desnudas ha descendido muy considerablemente: pretendemos que se planteen las campañas de manera adecuada para ambos géneros y que se vendan productos para todas las personas.
¿Qué pensáis respecto a las publicaciones o revistas especializadas que regalan semillas a cambio de que se muestre la mujer desnuda, por citar sólo un ejemplo?
MC – Nos sirve para darnos cuenta del trabajo que aún nos queda por hacer…Pese a que desde que REMA entró en el panorama actual del cannabis en el Estado, hemos visto que la tendencia de vender productos con mujeres desnudas ha descendido muy considerablemente. Nosotras lo hemos denunciado, al igual que hemos censurado públicamente las políticas de vestir con muy poca ropa a las azafatas en las ferias o los calendarios cannábicos de desnudos. Seguiremos criticando estas prácticas, pero siempre en positivo, no pretendemos coartar la libertad de nadie, lo que queremos es que se planteen las campañas de manera adecuada para ambos géneros y que se vendan productos para todas las personas.
El videoclip que estamos promoviendo vía crowfounding pretendía ser una de nuestras aportaciones al feminismo cannábico, y el 10% de lo que se recaude será para un proyecto que relacione mujeres y cannabis.
Por último, ¿hay algo que queráis añadir? Podéis aprovechar para dar difusión a cualquier tipo de campaña o iniciativa que estéis llevando a cabo, como la campaña de crowfounding que todavía está en marcha.
MC – En efecto, el crowfounding sigue en marcha y no sólo eso: hemos cambiado totalmente el concepto. En un principio, el videoclip pretendía ser una de nuestras aportaciones al feminismo cannábico, y aunque habéis escuchado el corte de la canción, ésta en realidad dura unos seis minutos, llenos de cuñas reivindicativas y de denuncia de la realidad que las mujeres vivimos en nuestro día a día. Y a raíz de querer aportar nuestro granito de arena, desde Mujeres Cánnabicas hemos decido que el 10% de lo que se recaude será para un proyecto que relacione mujeres y cannabis. Podéis leer las bases de participación y realizar vuestras consultas en el link de ‘Lánzanos’ del videoclip.
Así que esperamos poder llegar al objetivo final…Y para eso necesitamos muchísima ayuda aun.