Por Gorka Aguirreche.
Con el calor de estos últimos días, se produce en la naturaleza el entorno perfecto para el desarrollo de esos «amigos indeseables» de nuestras plantas. Ya está apareciendo mucha gente por el grow pidiendo remedios, con fotos y más fotos de hojas y plantas, para identificar al agresor y así poder tratarlos, cuando aparecen sin hojas o fotos, y simplemente me describen que tienen unas manchas, que han visto un bicho… me lo ponen mucho más difícil, al igual que cuando nos describen carencias.
Siempre recomendamos que nos traigan fotos de los enveses de las hojas, que tecnología para esto ya nos sobra, hacemos esto porque el primer paso para tratar con las plagas es la prevención, pero en la mayoría de los casos, el cultivador aparece cuando ya tiene el problema. Cuando esto ocurre el siguiente paso a seguir es la identificación del problema y de ahí al tercer paso: tratamiento.
Estos tres pasos son la regla, si hablamos de hongos también hemos de cumplirla. En muchos casos, por desgracia, el cliente no quiere realizar el gasto en prevención, lo cual es un error, los beneficios directos e indirectos de usar preventivos son superiores al daño provocado por una plaga o ataque fúngico si no se coge a tiempo, y aun haciéndolo estos productos son fitofortificantes, estimulan el sistema inmune de la planta, la hacen más fuerte y resistente a otros factores externos, refuerzan las paredes celulares y otra larga serie de beneficios que desembocarían en una planta más sana y por tanto más productiva y con flores de mayor calidad.
Las plagas más comunes que nos vamos a encontrar en nuestras ¨pequeñas¨ son pulgones o áfidos, trip, minador, araña roja, mosca blanca y mosca de la humedad; en exterior, cochinillas, caracoles, orugas y luego ya animales más grandes como conejos, perros, pájaros e incluso tenemos un caso de un cultivador que sembraba en el mismo sitio que pastaban sus vacas y claro… jaja no dejaron más que las raíces.
Existen otro tipo de problemas que son los generados por hongos, pero esos los dejamos para otro artículo, esta vez nos conformaremos con ese pequeño insectario que acabo de nombrar y empezaremos por los ácaros más temidos: la araña roja.
Hasta hace poco tiempo la peor plaga que encontramos fue esta, la araña roja, es diminuta, difícil de ver a simple vista pero rápidamente la notarás por su efecto devastador en las plantas.
Lo peor de esta plaga es la rapidez con la que efectúan su ciclo vital cuando el clima acompaña. Un ambiente con una humedad relativa del 30% o menos, temperaturas superando los 28 grados o más y falta de ventilación hacen que erradicar esta plaga sea casi una misión imposible.
Al principio solo veras pequeñas manchas amarillas, si continúan absorbiendo material celular de las hojas, estas se deshidratarán y la planta tendrá enormes dificultades para seguir creciendo. Los estomas, por donde la planta realiza el intercambio de gases, se cerrarán y la capacidad fotosintética se verá mermada. Continuarán tejiendo su ¨seda¨ para crear perfectos microclimas para su supervivencia, protegiéndose de los acaricidas y además las usarán para desplazarse a otros huéspedes o esconderse en otros lugares y entrar en diapausa, que es la capacidad de algunos insectos de bajar su actividad fisiológica al mínimo para sobrevivir a condiciones desfavorables, como una hibernación en los mamíferos pero a diferencia de estos, los insectos necesitan que se vuelvan a dar las condiciones favorables para salir de este letargo.
Esta magnífica habilidad hace de la araña un terrible adversario, por ejemplo, la mayor parte de los growman -este término me suena divertido- os recomendarán, que lo primero es hacer que sus condiciones climáticas no sean las adecuadas para ralentizarlas, y esto es cierto, pero las hembras pondrán los huevos a la misma velocidad, lo único que conseguiremos es dificultar su avance de desarrollo hasta la forma adulta en más o menos una semana si conseguimos bajar de +30 a 24 grados o menos. Curiosamente si bajamos hasta 12, estos bichitos entrarán en diapausa así que quizás nos parezca que las hemos eliminado pero no… solo están esperando de nuevo unas condiciones favorables.
Si observamos con una lupa el envés de una hoja infestada podremos diferenciar adultos de ninfas, huevos y larvas. Las hembras son más redonditas y tienen una mancha oscura en los costados, hay el triple de ellas que machos adultos, tienen un ciclo vital de aproximadamente de un mes, en el que pondrán algo más de 100 huevos. El macho es más pequeño y alargado, su esperanza de vida está en los 14 días. Los huevos son esféricos de color ámbar, cuando se ven blancos es que la larva ya lo desocupo, en este estado poseen solo seis patas, cuando avanzan a los siguientes estadios de ninfa desarrollan las otras dos patas, luego mudan y se convierten en adultos. En completar este ciclo pueden tardar de siete -en condiciones muy favorables-, a catorce días -en condiciones desfavorables-.
Esta rapidez en completar su ciclo tampoco cuenta a nuestro favor, si no estamos atentos cuando empiezan las primeras apariciones y pillamos la plaga establecida lo tendremos más difícil.
Cuando la araña roja satura una planta y empieza a escasear el alimento se acumula en los ápices para ser transportada por el viento hacia su siguiente víctima.
Ante este formidable enemigo la prevención es fundamental, simplemente pulverizar con agua las plantas regularmente hará que para estos ácaros las plantas no sean tan cómodas y si se están estableciendo arrastraremos parte de los individuos dificultando un poco sus rutinas.
Utilizar aceite de neem en riego para que cuando la plaga se alimente de las hojas quede envenenada también nos dará más tiempo para actuar.
Hay que tener cuidado con no abonar en exceso con los fertilizantes de crecimiento pues esto también las beneficia y mejora sus condiciones para una rápida reproducción.
Una vez establecida existen varios productos orgánicos en el mercado para tratar con ellos, los más conocidos son spidermite de la casa Ionic, es un producto sin plazo de seguridad ni conlleva ningún peligro para el medio, se pulveriza sobre la planta saturando hojas y tallos, está compuesto de un aceite denso junto con un tensioactivo que elimina a las arañas por asfixia.
Otro remedio orgánico y no dañino en absoluto es utilizar extracto de canela como el spiderkiller de agrobacterias o cinnaprot de prot-eco entre otros. Estos extractos son fitofortificantes y como primera reacción la planta pondrá en marcha sus mecanismos de defensa, muchos clientes se han desencantado con estos productos pues controlan la población pero no la erradican. Solo afectan a adultos, si la plaga está muy establecida es muy efectivo combinar con jabones potásicos o coadyuvantes a los 3 días de aplicar la canela, de esa manera cazaremos a las nuevas larvas y ninfas y entonces si que les haremos pupa. Repetir a la semana el tratamiento con canela, y de nuevo el potásico como total explosion de agrobacterias o el esencialprot de prot-eco en su caso.
Los dos productos están certificados para cultivo ecológico, si aplicamos en floración la canela tiene un plazo de 15 días, por lo que la última quincena de nuestra maduración no podremos aplicar este producto.
El aceite de neem pulverizado con mojantes como el jabón potásico también es una buena medida de control, pero siempre utilizado con el jabón, si no lo hacemos el aceite se disuelve peor en el agua y su penetración e incidencia en la plaga es muchísimo menor.
La lucha biológica tampoco acaba de funcionar con esta plaga, únicamente como control de la población invasora. Se utilizan dos especies: Phytoseiulus persímilis a mi entender más efectivo, y el Amblyseius californicus. La pega es que si atacamos a la plaga con productos pulverizados tendremos que repoblar de nuevo a estos depredadores beneficiosos.
Cuando empezamos creo que probamos si no todos, casi todos los productos que existían en nuestro campo, hasta que dimos con un producto que hizo de esta plaga algo fácil de eliminar, si, este producto es el plant vitality plus de B.A.C., siempre se ha vendido como orgánico o bio, pero en B.A.C. Holanda lo sitúan como aditivo mineral mientras en su delegación en España lo colocan en potenciadores orgánicos, después de hablar con ellos me dijeron que lo cambiarían pero no creo que se molesten, llevan vendiéndolo en esa categoría muchos años ya.
A parte de este pequeño lío, el producto funciona mejor que bien, con una sola aplicación los ácaros quedan infectados por los Marcrolytic Lactones, una especie de acaricida bio que los borra de las plantas. Además revitalizará las plantas, que sacudidas por el estrés de tanto daño lo agradecerán con entusiasmo, es increíble comprobar como plantas secas y muy dañadas levantan las hojas y mejoran su aspecto al realizar una pulverización con este producto.
Se recomienda hacer una segunda aplicación a los 4-5 días pero se elimina casi toda la población a la primera.
En el siguiente artículo os hablare de las dos moscas más pesadas que habitan entre nuestras plantas: la blanca y la del mantillo. También os explicare más detallado porque no pienso recomendaros insecticidas químicos.
Hasta entonces que tengáis una buena y verde semana compañeros.