Benito Díaz
La actual situación de cuarentena por la pandemia del Corona Virus está poniendo al límite a consumidores, tanto lúdicos como terapéuticos. El cierre obligado por las autoridades sanitarias para evitar la propagación del virus, la declaración del Estado de Alarma, así como los sucesivos decretos ley para detener toda actividad no esencial, han llevado a todo tipo de consumidores a preguntarse por la necesidad de la regulación sobre el autocultivo de cannabis, como solución al abastecimiento de marihuana sin recurrir al mercado ilícito.
El autocultivo de marihuana, recordamos, está prohibido en la actualidad y penado con multas de entre 1000 y 30000 euros por la Ley Mordaza, aunque no es constitutivo de delito penal, excepto en el caso de hallar una “cantidad de notoria importancia”, un término que aún no se ha delimitado por completo.
Charlamos con dos representantes de organizaciones cannábicas, como son la Confederación de Asociaciones Cannábicas (CONFAC) y el grupo de expertos sobre Canabis, Observatorio Español sobre Cultivo y Consumo de Cánnabis (OECCC).
CONFAC
José Afuera es Coordinador Federal y Portavoz de CONFAC, activista desde hace 14 años. Nos explica que las Asociaciones adheridas cerraron sus sedes en el momento que fue indicado por Sanidad. “Hay algunas que continuaron con servicio a usuarios terapéuticos, pero son los menos. Se la juegan por solidaridad”, declara Afuera.
“Por desgracia, el cannabis no es considerado como un bien de primera necesidad, como pueda ser el tabaco o el alcohol”, compara el coordinador. Señala el desabastecimiento como fuente de otros problemas que empujarán a usuarios y usuarias al mercado negro, con los riesgos personales que conllevan: creación de hábitos perjudiciales, exposición de la salud y a la sanción, acopio de otras drogas… “Se trata de una situación muy compleja. Nunca habíamos vivido algo como esto”.
“Esta situación pone de manifiesto que la lucha por los derechos de las personas usuarias no está consolidada y que debemos continuar luchando por ellos. También evidencia que hay un autoengaño general, pues hay gente que piensa que el cannabis es legal. Quisiéramos que, si se repite un escenario como éste, se trate la marihuana como sustancia de primera necesidad. Hay usuariado terapéutico que así lo demanda”, afirmó.
OECCC
Hugo Madera es parte del Consejo Técnico y Portavoz del OECCC. “Nosotros acatamos lo que decidan los CSC en democracia. Las organizaciones con las que estamos en contacto, ASTURFAC y CATFAC, aconsejan cerrar e ir de la mano con las Administraciones para defender la Salud Pública y no intervenimos, las apoyamos” aseguró Madera.
“Creemos que el autocultivo medicinal y terapéutico es la única solución factible a los problemas actuales. El autocultivo está subiendo, lo sabemos a través de organizaciones con las que tenemos convenio de colaboración, ahora mismo se piden armarios, sistemas de luz, tierra, macetas y semillas. No solo es algo medicinal a nivel físico, la plantoterapia existe, también como hobby de gran belleza y relajante, con diversos estudios científicos que lo respaldan”, explica Madera.
Autocultivo
La proximidad de las posturas de ambas organizaciones refleja su compromiso con la lucha por los derechos cannábicos: tanto CONFAC en febrero, como OECCC el mismo mes, habían mantenido rondas de contacto con distintos grupos políticos para facilitar la comunicación entre legisladores y sociedad civil; conversaciones truncadas por la noticia de la pandemia y el confinamiento. “Es difícil que, durante el Estado de Alarma, el Gobierno vaya a realizar una regulación ‘ad hoc’, pero retomaremos los diálogos cuando termine el confinamiento”, afirma José Afuera.
“La regulación del cannabis es más visible e igual de importante que siempre. Los usuarios no queremos depender del mercado negro, financiado por mafias. Esta legislación debe reconocer el autocultivo y el cultivo colectivo, que mejore la situación de las personas usuarias y de la sociedad en general, unas leyes que no estén basadas en el mercado neo-liberal, si no en los derechos de las personas”, declaró el portavoz de CONFAC.
Para Hugo Madera, este contexto se asemeja al Crack de la Bolsa de 1929, pues “tras esa crisis, cayó la Ley Seca. Después de éste trance, llegará la legalización”. El portavoz del OECCC observa que la economía deprimida necesitará de estímulos, así como la población, que tendrá nuevos obstáculos que superar. “El gobierno tiene otros problemas que solucionar como para seguir persiguiendo a millones de autocultivadores y usuarios del Estado Español”.
“El autocultivo es de vital importancia. Las semillas se plantan ahora y los esquejes en junio. Ahora, más que nunca, es necesario que las personas usuarias valoren nuestro mercado de semillas de excelente calidad. Deberían tener en cuenta la realidad actual, los precios abusivos y la poca seguridad del mercado negro, y tomar en sus manos las herramientas disponibles, aprovechando que las tiendas especializadas siguen funcionando online, además de con la venta de CBD en flor, para llevar a cabo un autocultivo a buen fin”, reclama Jose Afuera.
“Éste es el instrumento más efectivo que tenemos los activistas. Desde 1997 con la campaña ‘Ante la prohibición, me planto’, creemos que el autocultivo es un tema capital: soluciona nuestro presente y también nuestro futuro, pues es un arma de desobediencia civil que verdaderamente está tumbando la prohibición”, certifica por su parte el portavoz de OECCC.