Benito Díaz
El Estado de Alarma y la cuarentena por el coronavirus han llevado a las personas usuarias de cannabis a una encrucijada: la inexistencia de una regulación integral de esta sustancia que se revela urgente.
Tras el cierre de las Asociaciones, cientos de miles de personas se encontraron sin la posibilidad de acceder a su medicina o a su recreo habituales. Esto lleva a muchas personas a una situación límite en la que se ha de tomar una decisión, que muchas veces no es la adecuada.
Por una parte, muchas personas pueden enfrentar la abstinencia. Es sabido que la abstinencia causada por el cannabis no es tanto física como mental. Debido a que el THC es liposoluble, se disuelve en los tejidos grasos de nuestro cuerpo, formando depósitos que se van liberando poco a poco. Eso significa que, aunque el consumo se detenga de golpe, el síndrome de abstinencia es mucho menor que con otras drogas; por ejemplo, la cocaína.
Esto puede estar bien para personas usuarias recreativas, que consumen cannabis por diversión, pero no para personas usuarias terapéuticas, las cuales utilizan las propiedades del cannabis para tratar sus dolencias físicas, dolor crónico, efectos secundarios de la radioterapia, etc. Para estas gentes, su tratamiento no es una opción, es necesario. En esta situación, el mercado negro ha encontrado un caldo de cultivo excelente. Por todas partes, proliferan las noticias sobre ciudadanas y ciudadanos consumidores haciendo todo tipo de cosas para conseguir su cannabis.
En un artículo aparecido en el Diari de Sabadell con fecha 19 de marzo, la información asegura que la asociación seguía activa a pesar de las restricciones del Estado de Alarma. Situada en la Zona Hèrmetica de la ciudad, la actividad de la asociación era la habitual, “como si no hubiera orden de confinamiento”, añade Albert Acín, periodista redactor. “En el momento de acceder al establecimiento, a las 17:30h, los Mossos d´Escuadra encontraron en el interior al presidente de la asociación y tres socios en pleno intercambio de las sustancias estupefacientes”, narra el periodista. Al parecer, el presidente llamaba a los socios para que vinieran a buscar la mercancía, según los Mossos. Los detenidos fueron acusados no solo de saltarse el régimen de confinamiento, además se les ha iniciado un procedimiento por Delito contra la Salud Pública al presidente, cargos que pueden resultar en penas de cárcel, como hemos hablado en otras ocasiones. Los socios presentes, también se llevarán una denuncia por tenencia de marihuana.
La medida de llamar a los socios puede deberse al protocolo interno de higiene, para evitar aglomeraciones y cuidar del aislamiento social, una responsabilidad que no aparece reflejada en el artículo, ni seguro tendrá repercusión en una más que posible futura defensa judicial.
En otro artículo, esta vez aparecido en el diario digital La Verdad de Murcia, anuncian el desmantelamiento de otra asociación, en circunstancias parecidas. Con lenguaje parcial y tendencioso, el texto firmado por la redacción narra cómo la policía acudió en respuesta a chivatazos dados contra un CSC sito en el barrio de los Dolores, en Cartagena. Allí encontraron a siete personas, el presidente, el encargado y cuatro personas más. Con cargos similares, también en esta ocasión la policía requisó el cannabis del local, así como el dinero disponible. Ninguno de los dos artículos señala la posibilidad de que estas personas fueran usuarios terapéuticos ni se da palabra alguna a las personas responsables de estos hechos.
No debemos olvidar que los Clubes Sociales de Cannabis y Asociaciones Cannábicas han sido en los últimos años lugares en los que las personas consumidoras han podido acceder a su marihuana sin exponerse a los rigores del mercado negro, que ha experimentado una histórica subida de precios, un tema que abordaremos en breve.
Usuaria terapéutica
Conversamos con Carola Pérez, presidenta del Observatorio Español de Cannabis Medicinal y también de la Asociación de Pacientes Dosemociones. “Los problemas que derivan de esta situación son dos principalmente. Hay pacientes que no pueden desplazarse a los CSC; y, además, están cerrados. No hay abastecimiento domiciliario, ni posibilidad de dispensar a domicilio. Dependen de personas cercanas que quizás puedan venderles. Además del cierre de las Asociaciones, existen muchos problemas en la atención sanitaria, pues está colapsada con la situación actual y muchas pruebas se están cancelando o posponiendo, tales como resonancias, analíticas, reuniones con especialistas, etc.”, relata Pérez.
La representante cuenta cómo está observando mucha estafa con el CBD. “Prometen propiedades que no tiene. Desde luego, no cura el coronavirus y hay un trecho entre las propiedades antibacteriales demostradas científicamente y su posible aplicación a enfermedades”. Recordemos que el estatus legal del CBD permite su venta y distribución, como explicamos en este artículo.
“Entiendo que a río revuelto, ganancia de pescadores”, explica Pérez en relación al mercado negro. “Encontramos un triple riesgo para cualquiera que se atreva a mover cannabis en la actualidad. El riesgo de saltarse la cuarentena se une al miedo constante de ser sorprendido por la policía en su posesión. Además, tenemos la amenaza del mercado negro, que no ofrece ninguna garantía y suele estar en manos de gente sin reparos. Aún así, comprendo a todas las partes y creo que con una regulación esto se evitaría”, declara Pérez.
Desde su organización, Carola Pérez asegura que intentan dar formación e información: “recomendamos comestibles en lugar de fumables, pero en ningún caso ponemos a gente en contacto”, comenta. “Nos llama gente de toda España, tratamos de escucharlos a todos. La situación con los usuarios se repite por todas partes”.
Para Pérez, el escenario ideal sería aquel en el que los pacientes pudieran ir a sus lugares de dispensación, farmacia o asociación cannábica. “El confinamiento es muy duro, a mí no me cuesta tanto, pero entiendo que la gente necesita evadirse un poco, así que mejor con cannabis que con alcohol o pastillas. En EEUU se está permitiendo, pero aquí no hay regulación que ayude al usuario”.
Recordemos que la Confederación de Federaciones de Asociaciones Cannábicas (CONFAC) lanzó un comunicado con una serie de directrices para sus socis en el cual instaba al cierre y paralización de actividades, además de dar unas recomendaciones de limpieza e higiene para frenar el Coronavirus en la comunidad cannábica.