Nombre(s): 2C-B, Bromomescalina, Nexus, Afro, Tusibi (de la pronunciación inglesa de “2C-B”)
Principio(s) activo(s): 4-bromo-2,5-dimetoxifeniletilamina (en forma de sal)
Clasificación: Psiquedélico, entactógeno.
Presentación(es) común(es): polvo blanco, comprimidos o cápsulas.
Historia: la 2C-B es una feniletilamina de origen artificial sintetizada por primera vez por Alexander Shulgin en el año 1974 y probada su actividad en humanos por él mismo en el año 1975. En los finales de los años 80, tras la prohibición de la MDMA, este compuesto fue introducido al mercado como un reemplazo para el éxtasis. La publicación en 1991 del libro “PiHKAL” que incluía información sobre el compuesto junto con la ruta de síntesis del mismo acabó por popularizarlo, en buena medida gracias a sus supuestas propiedades para el desempeño sexual.
En 1994 se prohibió por la vía de emergencia en USA y un año después, en 1995 fue añadido con carácter permanente. En Holanda fue prohibida en 1997 y en España fue incluida -tras haber sido uno de los países donde se producía de forma legal para su venta- en la Lista II, una categoría mucho menos restrictiva que la Lista I, en el año 2002.
Sus suaves efectos a dosis bajas y sus supuestas propiedades afrodisíacas junto con que su efecto no interfiere con los mecanismos de erección y orgasmos en el varón, han reputado a la sustancia como un afrodisíaco no genital. Sin embargo, en dosis altas, es un psiquedélico tan potente como cualquier otro, que además tiende a producir cuadros de miedo intenso en quienes sobrepasan las dosis recomendadas, conscientemente o por error. A pesar de ello, los incidentes negativos con esta sustancia son mínimos y el pánico producido suele ceder a medida que se van desvaneciendo los efectos.
Es una de las sustancias que el químico Alexander Shulgin calificaba de “drogas-museo” por la posibilidad de interaccionar en un medio como un museo sin que los efectos de la droga -a dosis bajas- resulten imposibilitadores para dichas actividades.
Forma, dosis y consejos de reducción de riesgos en su consumo: la 2C-B se consume oralmente y esnifada. En la forma esnifada la sustancia suele producir un picor intenso y doloroso en la nariz. Esto es debido a que la sal clorhídrica de 2C-B es muy poco hidrosoluble, siendo un problema que no presentan otras sales (como el bromhidrato) de la misma droga. La dosis mínima activa se encuentra en torno a los 5 miligramos, siendo 10-15 miligramos una dosis baja, de 15 a 20 mgs una dosis media, entre 21 y 35 miligramos una dosis fuerte, y a partir de ahí empiezan las dosis muy fuertes e intensas. La duración total de la experiencia oscila entre las 2-4 y las 6-8 horas. Los datos expresados son para la vía oral, si se va a esnifar se debe tener en cuenta que los efectos serán más rápidos en llegar y posiblemente más intensos, con lo que es recomendable bajar un 20% en la dosis cuando se consume esnifada.
Aunque la 2C-B es un psiquedélico suave con efecto entactógeno (similares a los producidos por drogas como la MDMA) puede producir viajes que sobrepasen la capacidad de la persona para manejar la experiencia. No es extraño el consumo concomitante de 2C-B y MDMA, bien de forma conjunta o bien tomando la 2C-B cuando los efectos de la MDMA están extinguiéndose, de manera que el efecto de la 2C-B se potencia con el producido con la MDMA y se ve modificada la experiencia total, de un forma más “empática” gracias a la aportación de la MDMA. Cuando se vaya a consumir 2C-B con otras drogas de tipo psiquedélico o entactógeno, se debe reducir la dosis ya que sus efectos se ven potenciados por la sinergia de ambas drogas. El manejo de dosis de 2C-B “a ojo” y sin usar un báscula que pueda medir con cierta precisión esas cantidades en miligramos, se desaconseja totalmente. Cambios de tan sólo 2 miligramos en la dosis producen notables cambios en los efectos de la 2C-B, con los que el uso de un instrumento de medición y dosificación fiable resulta imprescindible si estamos tratando con polvo puro de 2C-B.
Si estamos tratando con comprimidos o cápsulas, debemos analizar y cuantificar los principios activos y dosis de los mismos en las pastillas -por ejemplo en los servicios de análisis de drogas de ONGs como Ai Laket– si queremos un consumo seguro y responsable, ya que no hay otra forma de conocer el contenido de un comprimido o cápsula.
Efectos: los efectos de la 2C-B han sido descritos como algo intermedio entre la LSD y la MDMA, sin ser algo como una combinación de dichas drogas. Es un psiquedélico suave, menos expansor de la conciencia o creador de disociación que los hongos o la LSD, aunque con efectos menos orientados que en el caso de la MDMA. Los efectos de la 2C-B incluyen visuales con los ojos abiertos especialmente con dosis grandes, visuales con ojos cerrados con dosis menores y hay quien habla de un aumento de la potencia de los colores con algunos objetos siendo percibidos con halos de color rojo o verde.
La 2C-B suele ser experimentada como algo más ligero para el cuerpo, con menor bajón y coste fisiológico, pero no resulta tan sencillo de manejar como la MDMA. Tiene también un efecto estimulante y de mejora del ánimo, pero para nada tan claro como la MDMA. Alguna personas encuentran estos efectos como una combinación sensual o sexual que puede ser usada como afrodisíaco mientras que otras no se encuentran cómodas con el efecto que sobre el cuerpo tiene la 2C-B. Para algunas personas estimula la comunicación mientras que otras encuentran muy difícil centrar su atención en un tema concreto bajo sus efectos. En dosis medias y bajas, la 2C-B presenta unos efectos fácilmente manejables en los que resulta sencillo, en comparación con otros psiquedélicos, “salir y entrar” de sus efectos de forma voluntaria.
Riesgos: la 2C-B no parece ser una sustancia adictiva, como le ocurre a la inmensa mayoría de psiquedélicos. También parece una sustancia bastante benigna en lo orgánico, pero siempre se debe tener en cuenta que la preparación física y psíquica así como el entorno y las expectativas de cada persona son únicas, y hay personas que no deberían consumir esta u otras sustancias, por problemas de salud mental que pudieran verse potenciados por los efectos de la misma, de forma muy parecida a los riesgos de la LSD.
No consumas 2C-B u otras drogas similares cuando no te sientas bien de ánimo, si estás tomando medicación de tipo psicoactivo o si has sido diagnosticado con algún tipo de enfermedad mental. Por otra parte, no se debe olvidar que -actualmente- no resulta posible conseguir ya 2C-B cuyo origen sea legítimo y ofrezca garantías para su consumo, como el que se producía en una fábrica existente en España y que era vendido, antes de la prohibición del mismo, por todo el mundo y especialmente en Sudáfrica, por lo que esta sustancia se presenta ya con todos los inconvenientes asociados a tener que moverse en un mercado negro.
Estatus legal en España: Clasificada en la Lista II, lo que permite su producción y uso como fármaco con autorización, pero ilegal en el resto de casos.