Nombre(s): GHB, éxtasis líquido, biberones. Oxabato Sódico. Xyrem.
Principio(s) activo(s): Ácido gamma-hidroxibutírico o gamahidroxibutirato (de sodio o de potasio).
Clasificación: Depresor SNC, agonista GABA.
Presentación(es) común(es): polvo blanco o solución acuosa
Historia: El GHB fue sintetizado por primera vez en 1874 por Alexander Mikhaylovich Zaytsev, un químico ruso, pero no fue hasta 1960 cuando el médico francés -de origen indochino- Henri Laborit lo retomó en sus estudios de los receptores GABA. Si bien en principio se pensó en él como en un agente anestésico, sobre todo por la facilidad con la que producía el coma, se desechó para tales usos cuando se probó que al mismo tiempo desataba actividad similar a la ocurrida durante un ataque lo que lo hacía no apto para esos usos. Fue vendido en la década de los 80 y parte de los 90 en tiendas de alimentación para deportistas y culturistas, en parte debido a sus supuestos efectos de aumento de la hormona de crecimiento humano y efectos anabolizantes (estos últimos más dudosos).
El uso lúdico o recreativo del GHB y/o sus análogos, en el contexto de la escena rave y de clubs, se debe a que sus efectos han sido comparados con los del alcohol, con los de la MDMA por su efecto empatógeno, por la euforia que produce y por el aumento de la sensualidad y el apetito sexual. Aunque fue prohibido por la FDA en 2000, se ha podido seguir consiguiendo sin demasiado problema de distribuidores en la red. Su síntesis es tan simple, partiendo de la gamma-butirolactona o GBL, como añadir hidróxido sódico al GBL en un medio de agua o de etanol, por lo que no existen grandes síntesis clandestinas de este compuesto sino que se sintetiza en pequeñas cantidades por parte de los propios usuarios en muchos casos.
Tras la prohibición de la FDA norteamericana, en Europa se empezaron a probar otros usos para el compuesto, y actualmente está incluido en la farmacopea de varios países europeos, España incluida, bajo el nombre de “Xyrem” y el compuesto, con el “borroso nombre” de oxabato sódico. Sus aplicaciones terapéuticas son principalmente el tratamiento de la narcolepsia con cataplexia, y la ayuda para la deshabituación alcohólica, aunque existen varias indicaciones más que han sido solicitadas para su aprobación y uso aunque de momento no han sido concedidas.
Es uno de los casos más curiosos en la esquizofrenia de la guerra contra las drogas, estando incluido en la Lista I (sustancias sin aplicación terapéutica en humanos) cuando se trata de GHB de origen no farmacéutico, pero al mismo tiempo regulado para su uso en humanos -en otra lista de características distintas- si el origen del mismo es legítimo (prescripción médica).
Forma, dosis y consejos de reducción de riesgos en su consumo: el GHB se consume de forma oral, si bien puede ser administrado también de forma parenteral en la práctica médica. Las dosis oscilan entre los 150 miligramos de GHB administrados 3 veces al día para la terapia antialcohólica, a los 9 gramos diarios en varias tomas como indica Xyrem. En el ámbito recreativo las dosis oscilan entre el gramo para una dosis leve, los 2 gramos para una dosis media, los 3 gramos para una dosis fuerte y los 4 gramos para una dosis muy fuerte, que es posible que induzca sueño. Más allá de los 4 gramos entramos en el riesgo de sobredosis y envenenamiento por GHB. El GHB es un depresor que potencia otros depresores del SNC, analgésicos, opiáceos y ansiolíticos.
El GHB se lleva especialmente mal con el alcohol, a quien le reduce la tasa de eliminación corporal haciendo que su concentración en sangre no disminuya y sus efectos se vean aumentados por los del propio GHB. Si bien el GHB puede matar por sobredosis, una revisión de las muertes achacadas a este compuesto mostró que las muertes se debieron principalmente a la mezcla de GHB con alcohol u opiáceos, provocando un efecto sinérgico que el cuerpo de los usuarios no pudo superar.
Los riesgos del GHB son prácticamente los mismos que los del alcohol, salvo que no presenta propiedades neurotóxicas. Los efectos del GHB sobre el organismo pueden conducir a la pérdida de coordinación motora, pérdida de tono muscular, pérdida de consciencia y/o coma (reversible). El mayor de los peligros en el uso del GHB es el de el vómito (que provoca) y los estados de inconsciencia, en los que se puede dar una broncoaspiración que acabe con la vida de la persona por ahogamiento con su vómito, con lo que siempre que tengamos a alguien inconsciente por GHB (con o sin otras sustancias) se le colocará en posición de recuperación (recostado lateralmente para facilitar la salida del vómito si se produce) y se pedirá ayuda a los servicios de emergencia.
El GHB tiene una notable reputación como afrodisíaco, por lo que teniendo en cuenta dichos efectos, no está de más recordar que siempre que se mantengan relaciones sexuales, con una pareja no estable, se deben guardar las precauciones de usar métodos de barrera que impidan tanto embarazos como enfermedades de transmisión sexual. Tomar una droga es una excusa muy estúpida para justificar una infección de origen sexual.
Efectos: en dosis bajas, cercanas a 1 gramo de GHB, es un relajante suave tanto en lo físico como en lo psíquico, rebajando nuestras inhibiciones y haciéndonos más sociables de una forma similar a beber un par de cervezas o de vinos. Este efecto dura unas 2 horas. En dosis medias de hasta 2 gramos causa una fuerte relajación física y mental, rebajando la tasa de respiración y la frecuencia cardiaca. La coordinación motora y el equilibrio se ven claramente afectados. Subiendo a dosis grandes de 3 o 4 gramos, la descoordinación motora y las dificultades del hablar son evidentes, con un efecto de relajación mucho más intenso que suele provocar somnolencia o sueño.
Dosis por encima de 4 gramos causarán entre unos 5 y 15 minutos, sobre un estómago vacío, un profundo sueño que durará unas 4 horas. Dosis por encima de 10 gramos provocarán un sueño profundo por periodos más largos. La dosis más grande conocida, calificada de envenenamiento por los autores, implica a un hombre que tomó una 15 cucharadas (entre 50 y 75 gramos de GHB), despertándose tras 24 horas de sueño ininterrumpido con cierta sensación de cansancio y ligero dolor de cabeza.
Riesgos: los riesgos del GHB son básicamente los del alcohol, con las salvedades de que carece de neurotoxicidad y que parece difícil llegar a matarse con dicha droga si no se mezcla con otras, como alcohol u opiáceos. Si bien parece lógico esperar que, dadas sus propiedades, sea una sustancia adictiva, las ratas acostumbradas a beber agua con GHB no experimentaron síntomas de un síndrome de abstinencia cuando se les retiró el compuesto tras 20 semanas de uso ininterrumpido. Su capacidad adictiva está cuando menos fuertemente cuestionada. El mayor riesgo del uso de GHB es la mezcla con otras drogas y el riesgo de aspiración del propio vómito cuando se pierde la consciencia y se entra en sueño profundo.
Estatus legal en España: Regulado como sustancia de prescripción terapéutica (Xyrem – Oxabato Sódico) en la Lista II desde el año 2014, y en la lista IV hasta ese año.