Nombre: Mescalina, Peyote y San Pedro.
Principio(s) activo(s): Mescalina, con otros alcaloides diversos en Peyote y San Pedro.
Clasificación: Enteógeno, psiquedélico.
Presentación(es) común(es): la mescalina pura es un polvo blanquecino que rara vez se encuentra en el mercado negro, aunque existen casos. Tanto Peyote como San Pedro son cactus que se puede comer frescos, secos o elaborados en cocción para extraer los alcaloides.
Historia: existen evidencias del consumo de cactus con mescalina de más de 3000 años antes de la era cristiana en el continente americano. Ha sido ampliamente usada por diversos pueblos del continente americano en aquellos vegetales que se encontraba. Fue perseguida por la iglesia tras la llegada de los europeos a América, pero nunca se erradicó su uso. Es un vehículo sacramental religioso para diversos pueblos indígenas, siendo el único psiquedélico que tenía una excepción a su prohibición que permitía a ciertos grupos étnicos utilizarlo legalmente como sacramento. Actualmente son las principales fuentes de mescalina para los diversos usos, sacramentales o lúdicos, ya que es un compuesto cuya síntesis resulta cara y no es nada común que se realice en lugar de optar por las extracciones de estas fuentes vegetales. Fue el primer psiquedélico conocido por la ciencia occidental, extraído y aislado del peyote en 1897 por el químico Arthur Heffter.
Forma, dosis y consejos de reducción de riesgos en su consumo:La mescalina tiene una dosis activa que oscila entre los 100 miligramos (todo expresado en su forma de sal clorhídrica) de una dosis umbral a más de 500 miligramos para dosis muy fuertes. No se conoce ningún caso de muerte por consumo de esta sustancia y sus dosis letal para humanos se debe encontrar por encima de varios gramos consumidos de golpe. El consumo de esta droga se realiza -casi invariablemente- por vía oral. La mescalina tiene la propiedad de afectar al centro cerebral del vómito tanto en su forma vegetal como sintética, con lo que conviene tener en cuenta ese efecto sobre todo en las primeras horas tras la ingestión. El material producido mediante cocimientos de cactus tiene un sabor realmente amargo y desagradable que a muchas personas les hace imposible tomar una dosis suficiente o retenerla en el estómago, por lo que la forma más cómoda de tomar este compuesto en su forma vegetal es secarla, hacerla polvo con un molinillo o similar e introducirla en cápsulas que nos permitan evitar el sabor. El cannabis resulta un buen antiemético (evita vómitos y nauseas) y puede ser consumido sin que aumenten los riesgos al consumir mescalina. La experiencia con la mescalina es pesada y larga, para la mente y el cuerpo, con lo que es algo a tener muy en cuenta para planificar adecuadamente la experiencia y el tiempo de descanso necesario posteriormente. Como con cualquier psiquedélico, es muy importante tener en cuenta el “set y setting” o lo que es igual, tu entorno (el lugar donde se desarrolla la experiencia) y tu predisposición, expectativas y estado mental para poder atraversarla de forma satisfactoria. Las dosis de Peyote seco son de aproximadamente 9 gramos de materia vegetal por cada 100 mgs de mescalina, mientras que las de San Pedro oscilan entre 5 y 35 gramos de materia vegetal para conseguir 100 mgs de mescalina, ya que la composición de esta familia de cactus es más variable en su contenido del alcaloide.
Efectos: tras la ingestión de la mescalina, pasan hasta 3 o 4 horas para poder percibir sus efectos con todo su esplendor, y es precisamente en esas horas en las que el cuerpo es posible que reaccione con vómito. Si no se consigue mantener el compuesto el suficiente tiempo dentro del estómago, los efectos serán menores porque no se habrá absorbido toda la carga de mescalina (más otros cuantos alcaloides en su forma vegetal). Sus efectos no son diferentes de los de la LSD o los hongos con psilocibina, siendo un psiquedélico-enteógeno con propiedades algo más estimulantes que hongos o LSD y el que tiene mayor capacidad para provocar visiones de esos 3 clásicos compuestos. Se produce una fuerte alteración de los procesos habituales de pensamiento, una fuerte alteración del sentido del tiempo y de la propia percepción, con visiones -sobre todo geométricas y fractales- tanto con los ojos abiertos como con los ojos cerrados. Hay alteración de la percepción de los colores, volviéndose brillantes e intensos. Es posible que se produzca sinestesia, especialmente en contextos donde hay música, pasando a observarse ésta como provocando formas visuales en lugar de auditivas. La experiencia completa es cercana a las 12 horas de duración.
Riesgos: la mescalina no es una sustancia adictiva y por su metabolismo en el cuerpo humano no es susceptible de ser usada de forma crónica sin dejar amplios espacios de tiempo sin consumirla, para poder experimentar todos sus efectos. De lo contrario el cuerpo se hace tolerante a la misma hasta dejar de hacer efecto en su consumo. Los principales riesgos de la mescalina se derivan de sus efectos psíquicos, que pueden llevar a situaciones de despersonalización, desrealización o pérdida del sentido del “yo” (pérdida del ego) y que en personas susceptibles de sufrir enfermedades mentales como la esquizofrenia, pudieran ser el desencadenante de la condición o de un brote puntual. No tomes psiquedélicos si estás tomando medicación psicoactiva, neurolépticos o ansiolíticos, antidepresivos o IMAOs.
Estatus legal en España: ilegal como mescalina, legal para fines ornamentales como cactus San Pedro o Peyote.