Nombre: Tabaco. Cigarrillo electrónico.
Principio(s) activo(s): Nicotina como principal compuesto psicoactivo y harmina, un inhibidor reversible de la MAO.
Clasificación: Estimulante del sistema nervioso.
Presentación(es) común(es): Cigarrillos, puros, tabaco de liar, rapé de tabaco (tabaco para esnifar), tabaco para mascar, líquidos con nicotina para vaporizar en cigarrillo electrónico.
Historia: el tabaco es una planta de la familia de las solanáceas y genero Nicotiana que agrupa a unas 70 variedades. Se conocen cultivos de tabaco en la América precolombina que datan de más de 1000 años antes de la era cristiana. Originalmente usada como enteógeno, siendo una forma de trance químicamente inducido que -mediante variedades mucho más potentes que las consumidas hoy día- los aborígenes consideraban un regalo de los dioses.
Tras las conquista de América, el comercio de tabaco con Europa se hizo frecuente y por orden de Felipe II, se trajeron semillas de tabaco y se plantaron en España, concretamente en una zona cercana a Toledo , conocida como “Los Cigarrales” de donde acabo derivando el nombre del cigarro. En el año 1700 fumar, mascar o esnifar tabaco era ya una costumbre. A finales del siglo XIX y debido a la creación de una máquina que automatizaba la producción de cigarrillos se produjo el mayor boom de la industria tabaquera que no cesó hasta el conocimiento público de los riesgos que implicaba el consumo de tabaco. El cigarro electrónico es un dispositivo de vaporización creado a principios de este siglo -año 2003- como forma de consumir nicotina sin aumentar los daños al cuerpo por el consumo concomitante de todas las sustancias generadas en la combustión vegetal.
Forma, dosis y consejos de reducción de riesgos en su consumo: la principal forma de consumo de tabaco actualmente es en cigarrillos, por vía pulmonar. Sin embargo existe también el tabaco para mascar, en el que los principios activos pasan al cuerpo a través de la mucosa bucal, aunque es prácticamente algo desconocido en España. Es posible adquirir también rapé de tabaco o tabaco para esnifar en los estancos, y cuyos principios activos se absorben por vía nasal. El consumo de preparados para vapear (vaporizar) con nicotina es todavía algo muy nuevo, pero parece claro que su uso es una ventaja a nivel de salud en comparación al hábito de fumar por la ausencia de productos derivados de la combustión.
El mejor consejo de reducción de riesgos frente al tabaco es no comenzar a fumar. Si ya se es fumador o, a pesar de todo, se va a iniciar uno en el tabaco lo más recomendable es fumar usando un filtro para retirar parcialmente los alquitranes, y espaciar su consumo tanto como sea posible para reducir los daños al pulmón, principal órgano atacado. El uso del cigarrillo electrónico es un buen medio para reducir los daños del consumo de tabaco sustituyéndolo por el de nicotina vaporizada. El tabaco es una de las drogas con mayor tasa de adictos en todo el planeta: piensa si quieres mantener una adicción toda tu vida o una parte de ella, con sus costes en salud y económicos, antes de iniciarte en el tabaco.
Efectos: los efectos del consumo de nicotina resultan estimulantes en un primer momento, aumentando ligeramente el pulso y la presión sanguínea, despertándote ligeramente por decirlo de alguna forma, estimulando el estado de animo, la vigilia y la memoria, sobre todo en personas ya adictas. Posteriormente su efecto decae hacia sensaciones de relajación, con efectos opuestos a los iniciales. En los efectos tiene que ver mucho la forma de consumo, la intensidad de cada calada, el tiempo que se retiene en los pulmones, la frecuencia entre caladas y entre cigarrillos, así como las expectativas asociadas a la actividad que realizamos al fumar (hablar por teléfono, leer o estudiar, tomar un café con una persona, etc).
Riesgos: los principales daños provocados por el consumo de tabaco son enfermedades pulmonares, cáncer, enfermedades del corazón y cerebro-vasculares como los ictus. La adicción al tabaco tiene componentes psicológicos, sociales y físicos que la hacen una de las más complejas de tratar con éxito. La abstinencia física a la nicotina genera un leve síndrome que se supera en unas 72 horas pero el proceso de abandono del consumo implica mucho más que la simple parte física y, aunque existen multitud de métodos de apoyo y algunos preparados farmacéuticos para poder enfrentar mejor el abandono del consumo, suele ser un proceso que requiere mucha fuerza de voluntad. La adicción al tabaco no debe ser tomada como una cuestión menor, siendo responsable de un 8’8% de las muertes totales en la población. La nicotina también puede matar por sobredosis, que solo parece posible conseguir si se consume de forma oral o la sustancia pura, no existiendo un claro acuerdo sobre las dosis letales medias para humanos, por la ausencia de estudios realizables en ese sentido y la disparidad de efectos presentados con intoxicaciones, mayoritariamente con líquidos para vaporizar que fueron ingeridos casual o intencionalmente.
Estatus legal en España: venta regulada por edad.