Por María Barragans
Hola a todos y sed bienvenidos a nuestro rinconcito del cannabis en femenino…
Domingo de cielo azul donde las olas, ponen música al momento mientras saboreo una G13 cortesía de mi amigo Juan. (Gracias) He dejado mi cuerpo desnudo sobre la toalla, mientras los dedos de mis feos pies, juegan con la fina arena. Desnudez en su totalidad es el reflejo de mi alma a cada palabra que escribo y componen cada uno de mis textos. No pienso en si lo hago bien o mal, sólo pongo letra al sentir de mi interior y de mis reflexiones, de las vivencias que me pueden llegar a emocionar o reírme, como si se acabara el mundo…
Observo mi imperfecto cuerpo y sólo mi piel, es la única que alberga alguna cicatriz de momentos de abuso, humillación o maltrato conocidos en distintas etapas de mi camino. Alejar todo lo tóxico que rodeaba mí persona y la constancia diaria a pesar de las dificultades, hace que mi respiración sea profunda, sentida y en paz, lejos de todo rencor o mal recuerdo. Llena de amor, así me siento como le decía a un amigo hace unos días, ya no me castigo innecesariamente y voy aprendiendo a darle importancia a lo que quiero, que realmente lo sea en este momento.
Todo este conjunto y una intensa semana de información ha hecho que mi reflexión vaya destinada a la palabra, PROHIBICIÓN y lo que considero sus terribles consecuencias.
Políticos gastando millones de euros en campañas falsas donde alardean de ser los mejores, de construir democracia y de gobernar para las personas. De sacar más mierda, los unos de los otros en campaña, para luego ser colegas y pactar para ser más comiendo del pastel.
Algo estamos haciendo muy mal, pues los casos de violencia entre adolescentes van en aumento. Es lo peligroso de diferenciar entre chicas y chicos, como me comenta un comisario de policía, pues la violencia ya es entre ambos sexos. Desarticulan mafias que trafican con menores y mujeres y para colmo, sale Mariano diciendo que hay mujeres que deciden criar a los hijos y trabajar menos que los hombres. Mientras, dos mujeres son asesinadas a manos de los salvajes que un día fueron sus maridos. Gracias señor democrático e igualitario y gracias señora Cospedal, por su discurso caduco de que las drogas son malas y no van a legalizarlas.
Difícil lo tenemos en un país de costumbres rancias y arcaicas, con patrones de comportamientos y costumbres heredados de generación a generación. Sin tener en cuenta las inquietudes o miedos de nuestros chavales. Necesitan expresarse en confianza. Lo fácil es juzgar y apartar en vez de ayudar para que el mundo deje de ser un sitio lleno de personas infelices, llenas de miedo y condiciones.
Hace seis años cuando me dieron la oportunidad de adentrarme en la industria del cannabis en España, fui la primera dada mi ignorancia ante dicha sustancia en decir: ¿Trabajar con porreros? Y aquí me tenéis, aportando un minúsculo granito de arena a la causa de una regulación responsable de la marihuana.
Como digo siempre, lo difícil es lo auténtico y auténtico es formar parte de miles y miles de personas que el pasado catorce de mayo, alzamos la voz sin miedo a decir la tan palabra temida, Cannabis.
Miles de fumetas y debidamente organizados a través de la campaña #SINOTOCAnohayvoto conseguimos que muchas personas, consumidoras o no, se pronunciaran con cada mensaje. Mensajes cargados de libertad, derechos y reivindicación, de decir ya está bien. ¿Por qué tanto miedo, si millones de personas, de toda índole social, la consumen? ¿Dónde están esos artistas a los que la marihuana tanto inspira para crear? Y esos políticos, empresarios, ejecutivos, juristas, periodistas y muchos más, que recurren al cannabis para poder relajarse? Es injusto que nos dejéis solos, que solo lo reconozcáis por lo bajini, porque esta injusticia genera mafias, las mafias que llenan sus arcas y su ambición de poder sin límites. Mafias, que luego trafican con seres humanos indefensos, sin importarles que puedan padecer o sentir.
El catorce de mayo, quedará guardado en la hemeroteca como el día que Pablo Iglesias, por fin y tras mucha insistencia de los integrantes de #SINOTOCAnohayvoto pronunció la palabra cannabis y su opinión respecto a una posible regulación. Estábamos en plena campaña y todo valía, personalmente lo considero un caramelo para entretenernos y no hacer tanto ruido como hacemos.
Sigo sin entender la fobia y el miedo a pronunciar cannabis, una sustancia de la cual sólo tenemos que proteger a los menores. Como de cualquier otra sustancia peligrosa para su desarrollo, pero no a los adultos, quienes no dejaremos de exigir que se reconozca a través de una regulación, nuestra responsabilidad como personas. Que se deje de meternos en un saco de delincuencia que no nos pertenece, al contrario, aportamos soluciones para reducirla. ¿Alguien me puede dar datos de violencia, altercados o asesinatos, donde sólo el cannabis haya estado presente como única sustancia consumida? ¿Me puede proporcionar alguna persona datos de muertes anuales únicamente por consumo de cannabis? Sigamos creando hipocresía…
Le aconsejo, señora Cospedal que antes de decir que las drogas son malas, usted y toda su tropa de gaviotas, se pasen por una asociación cannábica. Esas que tanto afloran y ustedes se empeñan en prohibir, y en vez de criminalizar a los usuarios terapéuticos o lúdicos que acuden a ellas, se preocupen por darles voz y escucharles. Les sorprenderá ver la cantidad de personas a las que a través de leyes absurdas y represivas se sienten desamparadas y desinformadas por ustedes y muchas en procesos muy duros de salud. Salud, que tanto les preocupa y se encargan de recortar, los políticos que predican democracia…
Democracia hecha a la medida de unos pocos y que por desgracia, desfavorece a muchas y cada vez más personas. Seguiré diciendo que no quieren personas productivas, felices y libres para que puedan dar más vida, a un mundo cada vez más injusto y loco.
He conocido la violencia, he conocido… Niña abusada, adolescente humillada y mujer maltratada. Gracias cannabis prohibido, violento y asesino, gracias, por alejarme del dolor y la hostilidad, por ayudarme día a día a mimarme y quererme como jamás nadie lo ha hecho, ni lo podrá hacer, sólo yo misma. Por ayudarme a descubrir quién soy, una mujer libre que por fin, camina en paz…
Es tiempo de cambio, de personas, es tiempo de cannabis. La planta que ayuda a millones de personas, os animo a decirlo en alto y sin miedo.
Seguiré esperando datos.
Un sincero abrazo.