Por Guillermo Veira
En febrero de 2014 la prestigiosa revista Time mostraba en su portada a un orgulloso Enrique Peña Nieto bajo el titular: Salvando México.
La revista destacaba en un extenso artículo las revolucionarias propuestas que el nuevo presidente mexicano traía en su programa de gobierno. Propuestas en su mayoría del ámbito económico pero en las cuáles traía, según la revista, el cambio que el país, sumido en la violencia más extrema desde 2006, necesitaba. Hoy México ha cambiado, y para darle valor a ese dicho popular: Más vale malo conocido… el cambio ha sido a peor. Mucho peor. El número de desaparecidos en el país se eleva hasta un número intolerable ya no sólo para México, sino para el mundo, la inseguridad y el desgobierno crece el año en el que la inversión en material militar se multiplica por 100 con respecto años anteriores.
Mil millones de dólares
Esta es la cifra oficial que el gobierno de México se ha gastado en la compra de armamento militar estadounidense en sólo tres años: 100 veces más que cualquier otro mandatario en la historia de México. El pasado 15 de junio el prestigioso periódico estadounidense The Washington Post hizo público un artículo de investigación denunciando la “fiebre de compras” del actual presidente mexicano. En el reportaje el Almirante William E. Gortney, del Comando Norte (Northcom), cuartel militar estadounidense que se ocupa de México, en su comparecencia ante el Congreso de la Unión afirmaba que gracias a la “fiebre de compras” de México la venta de armamento vivió un “aumento de 100 veces más que la realizada en años anteriores”. Una cifra que engloba solamente las ventas oficiales. Este mismo mes dos miembros en activo de la Guardia Nacional del Ejército de Estados Unidos fueron detenidos en San Diego por vender armas de fuego, municiones y chalecos blindados a integrantes de cárteles mexicanos. Un negocio que no se limita al vecino del norte, en febrero de este mismo año el semanario alemán Der Spiegel denunció el uso de armas de la empresa alemana Heckler & Koch (H&K) en la matanza y desaparición de los estudiantes de Ayotzinapa, en Iguala, estado de Guerrero, a manos de supuestos militares y policías coludidos con los cárteles. La propia empresa llegó a reconocer a raíz del artículo que el número total de fusiles de asalto exportados a México fue de 10.100 fusiles, 1.500 más que los que había declarado en la venta oficial.
Desaparecidos
Sólo en 2013 en México se denunció la desaparición de 19.000 personas: 51 personas desaparecen por día, más de dos desapariciones por hora. Desde 2006 la cifra ronda las 30.000 personas. Teniendo en cuenta el descrédito hacia las autoridades oficiales y el miedo de la población sólo se denuncia uno de cada 10 desapariciones. En el peor de los escenarios estaríamos hablando de cerca de 300.000 personas desaparecidas en los últimos 9 años. El caso más paradigmático es sin duda el de los 43 estudiantes de Ayotzinapa. Una desaparición en la que se ha demostrado la participación de distintas fuerzas de seguridad: policías locales, estatales, federales y ejército, y donde el gobierno nacional ha intentado e intenta sabotear una investigación oficial que 10 meses después todavía no ha concluído. Incidente además donde se ha demostrado se usaron armas de países amigos: Alemania. En contrapartida la sociedad civil mexicana empieza a revelarse contra la pasividad de sus gobernantes y sigue denunciando a través del movimiento “Ni vivos, ni muertos…” que se esclarezca de una vez por todas este hecho.
Normalización
El Instituto de Economía y Paz (IPE) publicó recientemente su Índice de Paz 2015: un estudio a nivel mundial para reportar los índices de conflictividad, inseguridad y violencia por países. De 162 países independientes presentes en el reporte México ocupa el lugar 144. Una realidad que contraste con la imagen mediática a nivel internacional del país, que se sigue vendiendo como una democracia consolidada y una de las economías más rentables para la inversión extranjera. En otro artículo publicado recientemente sobre el índice de seguridad en México, el diario británico Financial Times, afirmaba “el crimen y la violencia están levantando llagas que desfiguran lo que sería una imagen positiva de la reforma audaz y, con el tiempo, un mayor crecimiento potencial”. El rotativo se hace eco de los más de 70 ataques violentos contra candidatos y su personal en el proceso electoral del pasado 7 de junio pero se muestra demoledoramente sincero al afirmar: “Lo más importante es que es poco probable que la seguridad desanime a las compañías petroleras mundiales que están siendo invitadas a medida que el país finalmente privatiza algunos de sus recursos energéticos”.