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El cultivo de interior (8): el pH y el EC

El cultivo de interior (8): el pH y el EC

Por Adry Menellsön

Weednos días amigas y amigos, bienvenidos a bordo de Cannabis.es para largar amarras y zarpar en una nueva singladura por esta larga travesía que es el cultivo de interior del cannabis, iniciada ya hace unas cuantas entradas.


Y como os digo es larga, de cabotaje, puerto a puerto, léase entrada a entrada, boong a boong de #Syrup en busca de inspiración y de la manera de enfocarlo sin que se os haga aburrido, pues en ellas tocaremos todos los puntos que nos puedan interesar y mejorar nuestros cultivos.

En el anterior capítulo hablábamos someramente sobre la importancia del pH y su control en nuestros cultivos, hoy vamos a profundizar más en el asunto, pues es importante.

El pH como dijimos en el anterior entrada es una medida que nos indica la acidez o alcalinidad del agua o de una disolución preparada con nutrientes, vamos la concentración de iones presentes en el agua que usamos para regar y abonar nuestras plantas. No olvidemos que todas las aguas llevan sales minerales disueltas en ella, y esas sales contienen iones, solamente el agua destilada o de lluvia está libre de ellas. Su escala de pH varía entre 0 y 14, siendo 7 el valor medio, o neutro, como se dice normalmente.

Así pues, llamamos ácidas a las aguas o disoluciones con pH menores que 7, que es el valor de la mayor concentración, porque hay más iones en la disolución, y alcalinas las que su pH es superior a 7. El pH 7 nos indica neutralidad de la disolución.

Cada nutriente actúa mejor a un determinado nivel de pH, y las plantas para absorber los nutrientes del sustrato dependen de la solubilidad de este, y nosotros al añadir nutrientes, que en definitiva al mezclarse con el agua se convierten en sales que contienen iones, aumentamos (de forma similar ocurre con la EC). Debemos ajustarnos a los parámetros indicados para que en cada fase esos nutrientes actúen de la manera más eficaz.

El cannabis es una planta que se adapta bien a todo tipo de condiciones climáticas o nutricionales. Y algo parecido le sucede con el pH. Pero no nos equivoquemos, aunque podamos cultivar con unos parámetros de pH entre 5.00 y 8.00, incluso algo más o menos, si queremos conseguir unos resultados aceptables, debemos ajustarnos a los niveles indicados para cada estado de la planta, vegetativo o de floración, etc…

Aquí os he preparado una tabla de valores, que son aproximados, que os adjunto al final de esta entrada, y a la que yo me ajusto casi siempre. El motivo, como ya os he dicho multitud de veces, cada variedad de planta es un mundo, y esta siempre tiene unos parámetros de cultivo justos para conseguir resultados óptimos. Si la planta se ve afectada por un valor de pH inadecuado, su correcta alimentación se verá afectada y puede verse reducida, así como su efecto nutricional, llegando a veces hasta precipitarse en forma de otros compuestos menos deseables, con el consiguiente desastre para nuestros cultivos. Ojo, que esto mismo puede ser provocado por una humedad excesiva del sustrato, que lo colapse… Si insisto en ello es por recordaros que una planta cultivada con unos parámetros inadecuados crecerá débil y será mucho más propensa a las diversas plagas que una cultivada correctamente.

También porque uno de los principales problemas del cultivo en interior es la sobrefertilización. Recordad que alimentamos el sustrato para que éste a su vez alimente a nuestras plantas, intentad evitar los errores que puedan llevarnos a una sobrefertilización, Por ello os aconsejo que, cuando compréis o plantéis alguna variedad nueva, antes os informéis de sus características, parámetros ideales de cultivo, etc… Así evitaréis muchos problemas.

La importancia del control del pH.

Normalmente todos preparamos las soluciones nutrientes, léase abonos, o regamos nuestros cultivos con agua de la traída municipal o en una fuente o manantial cercano, aunque pocos tendremos esa suerte, así que debemos conformarnos con el agua del grifo. Y aquí nos encontramos con el primer problema:
No todas las aguas son iguales, y lo que es peor, todas llevan cloro, fatal apara nuestras plantas; además todas suelen ser muy duras, tienen un pH muy alto y un EC elevada. Depende la zona donde vivamos más o menos; aquí en el Norte, en mi casa, el agua tiene un pH de 8.4 y una EC de 0.74, altos, pero hay otros lugares, como en Barcelona, donde pueden llegar a tener EC de 1.0, incluso más según tengo leído.

Así pues hay que avanzar, y aunque soy partidario del máximo ahorro, y más en estos tiempos que corren, pienso que debemos recurrir ya al uso de unos medidores decentes de pH y EC, y controlar bien sus niveles en nuestros cultivos.

Os los recomiendo digitales. Sí, ya sé que son más caros, entre los dos podéis llegar a gastaros 100 o 120 euros, no es necesario más, pero os garantizo que en menos de un año los habréis amortizado y los podéis comprar en cualquier grow de vuestra confianza.

Eso sí, exigid siempre que tengan certificado de calibración expedido y sellado por el fabricante. Sabed también que las medidas que indican los medidores varían según la temperatura del líquido que miden. Todos vienen ajustados para una temperatura de +/- 25º y a menor o mayor temperatura la medida indicada cambia. Por ejemplo, uno de pH. Tomamos la lectura de un agua a 25º, y nos da 7.01., pues bien esa misma agua a 20º nos daría una lectura de 7.03, a 15º de 7.05, y a 10º de 7.07 lo cual ya es una diferencia si no grande, molesta para nuestros cálculos. Por el contrario si la temperatura es más alta baja, aunque en menor proporción, a 30º nos daría 7.00. y a 35º, 6.98. No vamos a regar con agua más caliente así que con eso vale.

Os recomiendo que los mantengáis limpios y cuidados siempre, son muy sensibles, seguid las indicaciones del fabricante. Cuando terminéis de usarlos lavadlos con agua del grifo y después en agua destilada antes de guardarlos; y jamás toquéis los cristales o sensores de los medidores pues afectaría gravemente a su eficacia.

No olvidéis que deben ser recalibrados cada cierto tiempo; yo lo hago cada tres meses.

Ahora vamos con la importancia de la EC en nuestros cultivos.

“Pero… ¿qué es la EC?” os preguntaréis algunos, (recordad que también escribo para cultivadores noveles… ) y “¿en qué afecta eso a nuestros cultivos?”. Pues en todo, pero no os asustéis que es sencillo.

La EC es la capacidad que tiene un líquido para trasportar la electricidad. El agua en este caso, medio por el cual nuestras plantas se alimentan. No toda el agua es conductora, por sí sola no lo es. El agua destilada tiene una EC cero lo que significa que no será conductora de la electricidad. Para hacer que esta agua sea conductora deberemos aportar sales minerales, abonos en nuestro caso, y realizar una disolución. En fin que la EC es simplemente la electro conductividad del agua, o la capacidad de esta para conducir la electricidad a través de ella. Sencillamente es la concentración de las soluciones de nutrientes que aportamos a nuestras plantas lo que medimos cuando comprobamos dicha EC. Y dichas soluciones son las que favorecen el desarrollo de las plantas en sus diversos estadios de vida. Una proporción equilibrada de dichos nutrientes nos proporcionará excelentes cosechas. Si por el contrario nos excedemos en ello los resultados no serán los deseados.

Recordad que cada variedad es un mundo, y cada una tiene unas necesidades distintas. Son seres vivos, y como tales las hay más o menos glotonas, de ahí la importancia de ajustarnos a dichos parámetros.

Los nutrientes, o abonos, tanto los ecológicos como los bio-eco o minerales, al disolverse en el agua de riego se convierten en sales, Que tienen iones… a más sales, más conductividad, así que cuanto mayor es la concentración de nutrientes, mayor dosis de abono en el agua, mayor es la conductividad del agua. Al efectuar la fertilización, el comprobarla y ajustarla a los parámetros indicados nos evitará muchos problemas, sobre todo el de exceso, que en este tipo de cultivo es uno de los mayores contras que tiene.

A la hora de preparar nuestras soluciones nutrientes no es necesario disponer de un medidor de EC. Si usáis abonos bio-eco comerciales, os proporcionarán unas tablas de abonado, con la cantidad adecuada para cada litro de solución, y van bien. Podéis conseguir buenas cosechas siguiendo sus pautas. Pero toda virtud tiene su vicio, y es que hay que contar con el agua con que preparamos nuestras soluciones. Medimos su EC, y si da una medida de 0.4, perfecto… pero como os dije antes, algunas tienen 1.00, incluso más, y al añadir la dosis indicada por el fabricante, correcta según sus indicaciones, la EC se dispara, y viene el problema. Si disponemos de un medidor, la comprobamos, rebajamos añadiendo agua hasta ajustarnos a los límites indicados, y ya está, un problema evitado. De ahí mi consejo de que os hagáis con uno.

Las tablas de abonado que nos proporcionan los fabricantes son orientativas. He seguido muchas, probado sus productos y seguido las pautas indicadas en dichas tablas, y en casi todas (y ojo, que he dicho casi, no todas) he tenido algún problema de fertilización. Si como además es mi caso, y espero y deseo el vuestro, utilizamos abonados a base de tés orgánicos, usamos nuestros abonos eco naturales, a base de estiércol, algas o guanos, es imprescindible tener uno. 
Las mediciones de la EC no se ven afectadas por la temperatura, bueno sí, pero en mucha menor medida que el pH, por eso no lo comento, es inapreciable. Lo que sí os aconsejo es que uséis la solución nada más prepararla, pues hacerlo tiempo antes y medirla para dejarlo horas al sol, o en el cuarto de cultivo es un error, siempre se producirá evaporación. Tened en cuenta que el cuarto debe estar sobre 20º mínimo de temperatura, y entonces la medida sí variará, a mayor evaporación mayor concentración.

Aquí va la tabla orientativa, con las medidas correspondiente de cada uno de los valores de pH y EC en las distintas semanas de vida de las plantas, según si son de variedad índica o sativa. Son datos aproximados, y contrastados a lo largo de muchas cosechas, dictados por mis humildes experiencias.

tabla pH EC

De todas formas es orientativa, pues con cada planta puede que se cambien esos valores según sus necesidades. También varían en función a la humedad. Ya sabéis, a mayor humedad debemos ajustar el pH a menos y viceversa. Espero que os sirva.
Por cierto, aquí os enseño unas fotos que teníamos pendientes de la cosecha de #Pulsar.

Bueno amigas y amigos en la próxima entrada hablaré más extensamente sobre la alimentación,
y, sorpresa, veremos cómo va creciendo paso a paso esta cosecha de diez plantas de variedad autofloreciente, 5 Púrpuras de Buddha Seeds y 5 Jota Mayúscula de Delicious Seeds que inicié hace unos días; aquí va un anticipo.

Y ya sí que el espacio se agota y llega la hora de echar mano de mi inseparable boong, por supuesto bien lleno de mi querida #Syrup y desearos #LosMejoresHumos desde mi ensenada. Espero que lo leído aquí os haya gustado y sirva…

Hasta pronto.

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