La apuesta emprendida por Joan Chamorro, el maestro de la Sant Andreu Jazz Band, ha terminado por revelarse acertada.
Andrea es hoy, a sus 20 años y a 6 de su lanzamiento a través del álbum “Joan Chamorro presenta Andrea Motis”, una de las voces privilegiadas del jazz catalán, además de una instrumentista con una tremenda proyección que no cesa de mejorar en el dominio tanto de la trompeta -su predilecta- como del saxofón. Un diamante en bruto en proceso de ir puliéndose.
Tu caso Andrea parece bastante prematuro: te inicias en la trompeta con 7 años, a los 11 te integras en el embrión de la Sant Andreu Jazz Band como trompetista, saxofonista y cantante, y a tus 18 años ya atesoras tres álbumes editados en compañía de Joan. ¿No temes estar quemando etapas en tu vida o que una agenda tan exigente en cuanto a actuaciones te impida desarrollarte a nivel social?
AM: Bueno, desde hace tiempo estoy en la Sant Andreu Jazz Band, que somos todos un grupo de jóvenes. Y yo he estado estudiando hasta el año pasado el bachillerato normal y, quieras que no, hay mucha gente que por deporte, amigas que están muy ocupadas y cada una con su horario. Yo me he hecho a mí manera creciendo así y he hecho mis amigos creciendo así, en la música, los miembros del grupo, de la Sant Andreu, del instituto. Igual hubiera sido de otra manera si no hubiera sido así, pero la verdad es que estoy contenta, y tengo tiempo también para tener mis conversaciones con mis amigos. Y lo de las etapas de mi desarrollo, yo creo que empezar a los 7 años a tocar la trompeta, no es un hecho raro, porque de hecho en las escuelas de música se empieza a los 7 y, más adelante, si quiero hacer un segundo instrumento, se puede hacer. Lo que sí ha sido más prematuro es que he empezado a colaborar con Joan, que es mi profesor y quien me invitó a formar parte de algunos de sus conciertos y del primer CD que quiso grabar, que en principio no tenía que ser para presentarme, pero acabo siéndolo porque hicimos muchos temas cantados y los elegimos. Entonces, esto sí que ha hecho que mi carrera sea desde muy joven y, bueno, yo contenta porque todavía seguimos creciendo mucho y haciendo nuevos proyectos como grupo.
Hay muchas expectativas depositadas en ti como figura emergente del jazz català, en el que habida cuenta de la calidad existente, destacar resulta especialmente meritorio. ¿Hasta dónde te ves capaz de crecer como artista?
AM: No sé, yo tengo ganas de estudiar, por ejemplo ahora estoy muy concentrada en la trompeta y tengo ganas de seguir estudiando y, bueno, es cierto que hay una evolución desde que empecé, que fue hace 4 años y voy escuchando nuevos trompetistas y voy trabajando. Yo lo que quiero es seguir aprendiendo y seguir tocando y a partir de aquí, tampoco me pongo una meta concreta, sino hacer lo que me apetece, que es lo que todo el mundo quiere.
¿Te ves a ti misma dedicando toda una vida a este género tan amplio y diverso o, llegado el caso, no te importaría adentrarte, por ejemplo, en otros géneros de música afroamericana como el soul o el funk o incluso en el pop?
AM: De hecho estamos incorporando algunos temas que nos gustan de otros estilos en el grupo. Sí que hay cosas concretas que me gustan, pero vamos que en el jazz hay mucho para indagar y para aprender, y ahora es la música que más escucho y es la música que me interesa. Lo que quiero es estudiar jazz, y luego hay muchas fusiones, muchos tipos de estilos que se parecen y que me pueden gustar, que igual puedo indagar, pero que, como dice Joan, tampoco hay una línea de separación entre un estilo y otro. Y también los músicos se abren a nuevos proyectos y van evolucionando.
JC: Yo en ese sentido, como profesor de todos estos chicos de la Sant Andreu Jazz Band de la que forma parte Andrea, mi consejo es siempre: hay una música muy importante para mí que es el jazz, que te permite aprender bien a leer, que te permite escuchando y trabajando a partir de ella hacer una muy buena técnica del instrumento, y que para mí es muy importante. A partir de ahí, tú has de oírte a ti mismo. Si tú haces lo que tienes ganas y lo haces porque realmente te interesa, eso será lo bueno. En ese sentido, puedes tocar bossa nova y si en un momento dado quieres tocar pop, toca pop. Personalmente en el caso de Andrea, le gustan algunos temas y tal, pero yo la veo una persona jazzista, una persona que si hubiese que hacer un concierto sólo de pop donde no hubiese cierta libertad para la creatividad, a los cuatro días diría: voy por otro camino. Pero ese es un pensamiento…
AM: Bueno, el pop no tiene por qué ser cerrado. Igual te adentras en algo que te interesa y, a partir de un punto, ya no te interesa. Entonces, tampoco nos prohibimos cosas.
JC: No, en absoluto. Solamente el consejo es: no hagas nada para ganar más dinero, en el sentido de no te vendas. A partir de ahí, escúchate y si tienes ganas de hacer, lo haces y eso será lo correcto para ti en una etapa y luego haz lo que quieras. Yo creo que ese es el quid de la cuestión.
En la actualidad te encuentras lanzando otros proyectos de solistas como Eva Fernández, que es un caso similar al de Andrea: comenzaron con la misma edad y han sido compañeras de banda en la Sant Andreu Jazz Band. Me gustaría que nos explicaras este caso y a su vez el caso de Magalí.
JC: Sí, bueno, la idea comenzó con un disco que no me planteé y se acabó llamando “Joan Chamorro presenta Andrea Motis”. Con el tiempo he visto que, aparte de que tenía muchas ganas de hacerlo, era justo hacer lo mismo con las personas que estaban trabajando bien y que realmente yo veía que sus vidas estaban encarriladas hacia la música. Entonces, si realmente estaban trabajando bien, si tenían ilusión y tenían obviamente un punto en el cual se podía hacer un disco en donde se les presentase, pues por qué no hacerlo. Lo hicimos con Eva con muy buenos resultados. Y además, al hacer un disco creces mucho, porque te das cuenta de lo que hay y, claro, yo tengo la inmensa suerte de que en este proyecto cuento con unos músicos increíbles como Ignasi, como Esteve…Entonces claro, tocar y grabar con estos músicos, subes un montón artísticamente. El siguiente fue con Eva Fernández, que está funcionando muy bien, ella está muy bien y está tocando muy bien. Y ahora, llegó el turno de Magali Datzira. Acabamos de hacerlo estos días y yo pienso que va a ser un disco precioso que ahí estará y tenga que pasar lo que pasará. Obviamente, mi interés es el mismo que cuando hice el de Andrea: presentar a una persona y, a partir de ahí, darle alas para que haga su carrera. Hará bolos conmigo y que sea lo que dios quiera, o lo que quien manda quiera. Y vendrán otras y otros, el siguiente es Marc Martín, que es pianista, en este caso no canta, alumno del gran Ignasi Terraza, un admirador de él increíble, y buscaremos también que ese disco sea coherente, buscaremos que toque Ignasi Terraza con él… Intentar que todas estas cosas que salen de este núcleo que hemos creado entre todos, tenga una coherencia. Y yo creo que de momento la está teniendo.