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El cultivo de interior (13): Las variedades autoflorecientes y medios de cultivo alternativos

El cultivo de interior (13): Las variedades autoflorecientes y medios de cultivo alternativos

Por Adryc Menellsön

Bienvenidos a bordo amigas y amigos de esta verde mar de María, continuamos nuestra travesía por ella donde la abandonamos en la última singladura, hablando de las variedades autoflorecientes del cannabis.


Y decíamos que son descendientes de una variedad conocida como Cannabis Ruderalis, de pequeño tamaño, con hojas anchas tipo índica. Su principal característica es la capacidad de autofloración que poseen y la hacen insensible al fotoperiodo, y comenzar a florecer y alcanzar la madurez, o su tiempo de cosecha para que nos entendamos, en muy pocas semanas, pues su ciclo de crecimiento es rápido y sobretodo corto. Ello es debido a sus lugares de origen, dónde los veranos son cortos y frescos mientras que los inviernos son largos. Las plantas deben terminar adaptándose al medio en que deben vivir, o simplemente morir, pero como siempre digo, la naturaleza es sabia y se abre camino. En este caso sí que lo ha hecho, jajj…, afortunadamente para toda-os nosotros

El cannabis es una planta dioica, es decir que tiene dos sexos, machos y hembras. Eso ya lo sabemos, me diréis, pero escribo para cultivadores en teoría novatos, y un poco de información nunca viene mal para nadie. Las plantas hembras, como seres vivos que son, una vez alcanzado cierto grado de maduración buscan desesperadamente el reproducirse, y al sentir que les llega el final de su ciclo sin haber sido polinizadas producen más resina con el objeto de atrapar el máximo de polen posible. Si pasa ese ciclo sin conseguirlo, por ejemplo nos pasamos de tiempo de cosecha, alargando excesivamente su maduración, algunas llegan a producir unas pocas flores macho para autopolinizarse, y de paso polinizan a las demás plantas de su alrededor. Ojo, si pensáis hacer una cosecha mixta de autos y feminizadas, controlad bien vuestras autos, el cambio de fotoperiodo, al acortarse suele adelantar su floración. El cannabis es una planta anemófila, su polinización es por vía aire, por lo cual afectaría a todas las plantas de vuestro indoor.

A lo que íbamos, el gen responsable de la floración automática es recesivo, para que una planta produzca semillas autoflorecientes tanto la madre como el padre deben serlo. Si lo hacemos con una planta autofloreciente y otra feminizada conseguiremos unas semillas que nos darán plantas de floración más rápida que las feminizadas normales. Estas son las plantas conocidas como Fast Version, qué algunos bancos están produciendo últimamente. En el mundo de la genética serían llamadas S-1, o primera generación de una variedad. Estas pocas semis que producen estas plantas suelen dar plantas hembras, en una proporción de entre un 70 y un 80%, y suelen ser plantas de gran calidad en la mayoría de los casos. Iremos ahondando en ello poco a poco en este complejo mundo de la genética, con ejemplos prácticos, nada mejor que cosechas y cosechas, así lo veremos en directo y, con el tiempo podremos desarrollar aquí una idea que me rondaba la cabeza, y que ya he probado anteriormente con buenos resultados, la de producir nuestras propias semillas de las diversas variedades que más nos gustan, no como objetivo o idea comercial, ni mucho menos, sino como un paso más adelante en esta común afición nuestra que es el cultivo de la marihuana.

Pero sigamos hablando de las variedades autoflorecientes. Desde la aparición de las primeras Low Rider hasta hoy día, estas variedades han dado un paso inmenso hacia adelante. Lo que comenzó casi como una curiosidad, y de paso ajustarse a los cultivadores con poca disponibilidad de espacio, se ha convertido en un mundo lleno de posibilidades para nosotros los cultivadores. Atrás quedaron aquellas plantas enanas de 15 gr de producción, y hoy día encontramos variedades casi tan productivas, si no más, que algunas feminizadas. Los bancos se han dado cuenta en seguida de esas posibilidades y han invertido grandes sumas de dinero y esfuerzo hasta conseguir algunas plantas auto ante las que hay que quitarse el sombrero; la Magnum de Buddha Seeds sin ir más lejos es un ejemplo de ello, aunque me tachéis de casero, jajjja…pero aún recuerdo mis primeros testeos de esa variedad, y cada día que inicio un cultivo de ella me sorprende más.

He llegado a conseguir 118 gr, limpios de producción final con una sola planta. Más no solo es esa, Delicious Seeds tiene previsto sacar, si no lo ha hecho ya, la Lion Sweet, variedad que ya he cultivado y de resultado impresionante.

También su ciclo corto de cultivo nos permite realizar varias cosechas anuales e incluso tener plantas con diferentes grados de desarrollo en el mismo indoor, unas acabando la floración mientras otras la inician, eso sí siempre que mantengamos la misma distancia de la luminaria, lo que nos permite adelantar cultivos.

En la próxima singladura os hablaré de mis testeos y las sorpresas agradables, o no tanto, que me llevo cada vez que comienzo con la 1ª generación de una variedad.

Bueno y después de estas reflexiones seguimos con el cultivo de interior y los diferentes medios en los cuales podemos cultivar nuestras plantas. Dichos medios dependen de la técnica que utilicemos, sustrato y riego normal o hidropónico, etc.

Vamos por el principio, y como estamos hablando de cultivo con sustrato nos centraremos en este antes de pasar a otras técnicas.

Como os decía un buen sustrato se compone básicamente se una mezcla de turbas rubia y negra, humus, fibra de coco y arlita entre otros. Pues bien cada uno de esos componentes puede ser utilizado para cultivar cannabis en interior, bien con riego normal como con el sustrato o por otras técnicas de cultivo, el hidropónico por ejemplo. Hablaremos un poco sobre cada uno de ellos.

turba rubia

La Turba

La turba es material orgánico rico en carbono, que se forma en los pantanos, marismas y humedales por la descomposición de la vegetación en el agua ácida de estos.

Se extrae principalmente de turberas ubicadas en países del norte de Europa, Finlandia es un referente, pero eso no quiere decir que en España no existan turberas, y que la turba que se extrae no tenga incluso mejor calidad. Es uno de los pocos casos en que recomiendo comprar un producto extranjero, y lo hago por dos razones:

La primera es que allí llevan muchos años extrayéndola, y aquí se han comenzado a explotar hace pocos años, con lo cual su grado de descomposición es mayor, pues se extrae de capas más profundas debido al tiempo que llevan efectuando su extracción, y están por tanto menos expuestas a la contaminación ambiental. La segunda es egoísta, así no se destruye el poco espacio natural salvaje que nos queda en este país.

Existen dos tipos de turba, negra y rubia, se diferencian en el grado de descomposición. La negra se saca a mayor profundidad, lo que hace que tenga menor contenido en materia orgánica y esté más descompuesta. Por eso su color es más oscuro y le da el nombre, negra. Eso hace que esté más mineralizada, con sus consiguientes ventajas. Suele tener un PH entre 5 y 6, lo que la hace casi perfecta para el cultivo del cannabis, si no fuera porque se compacta y a las raíces les cuesta más desarrollarse, pero servir, sirve. La turba negra es muy útil para crear semilleros, o germinar directamente en ella, ya que su gran humedad inicial favorece la germinación de las semillas.

La rubia tiene un mayor contenido en materia orgánica al estar menos descompuesta y extraerse de las capas altas de las turberas, lo que hace que sea más clara, de ahí el nombre rubia. El estar menos descompuesta naturalmente provoca que sea más ácida PH 3,5 – 4,0. Lo que la hace ideal para el cultivo de plantas acidófilas, tipo Azaleas, pero no del cannabis en principio.

Por otra parte, aunque ambas turbas son muy húmedas al principio, una vez se secan la turba rubia retiene mejor la humedad que la negra, por eso normalmente forma la base principal para la producción de substratos profesionales en los grandes invernaderos de jardinería. Nosotros también podemos utilizarla, pues nos ayudará, en caso de necesitarlo, a rebajar el pH de nuestro sustrato cuando lo elaboremos de forma natural.
Por ello una mezcla de ambas turbas nos serviría para cultivar nuestras plantas atendiendo a lo anteriormente escrito, aunque…Ahí lo dejo.
Para acabar con ellas debéis comprobar que su extracción cumpla todas las normativas vigentes de la UE, y sellos que deben estar en el envase.

coco

La fibra de Coco

No hace falta que me explaye mucho sobre ella, ni sobre sus ventajas. Es un material ligero y esponjoso cuya porosidad puede llegar a alcanzar el 95%. Tiene un buen equilibrio entre retención de agua y gran capacidad de aireación, lo que ayuda a la planta a desarrollar un buen sistema radicular, pues dicha porosidad facilita la penetración de las raíces en desarrollo por él, con el consecuente buen desarrollo de las plantas y de paso, a evitar las enfermedades fungosas en ellas como consecuencia de un exceso de humedad. Por ello las plantas cultivadas en fibra de coco suelen ser de mayor tamaño que las cultivadas en sustrato tradicional. 
¿Y por qué? Pues por varias razones además de la anterior dicha:
Su capacidad de retención de agua resulta superior a otros como la arlita, perlita o la lana de roca, cuya menor retención hídrica puede comprometer seriamente el cultivo en caso de falta de riego, ya que al contrario que las turbas o los otros medios dichos, absorbe muy rápidamente el agua cuando está seca, y en caso de que el cultivo esté muy seco, la fibra de coco absorberá el agua rápidamente en vez de escurrir hacia la bandeja.

Su ventaja frente a otros medios de cultivo es que retiene los nutrientes y los libera progresivamente, evitando las perdidas por exceso de riego o livixiación. Y una de sus mayores ventajas, tiene un efecto tampón o amortiguador contra los excesos de abonado, pues su pH oscila entre 5,5 y 6,5, y se mantiene estable, lo que le hace apropiado para la mayoría de las plantas, y en especial la marihuana.
Es fácil de mantener húmedo y de regar pues muestra sus necesidades como el sustrato; por el mismo peso del contendor sabremos sus necesidades hídricas.

Como todos los medios existen de varias calidades y texturas, pero no voy a extenderme en ello. Solo diré que viene en dos presentaciones: una compactada, y que deberemos de rehidratar al menos 32 horas antes de su utilización y otra, ya rehidratada en sacos normalmente de 50 litros. Os aconsejo esta última; es más cómoda, pues está lista para su uso, y suele traer añadidas bacterias tipo trichodermas.

Un consejo: uséis el que uséis, verificad que lleve sello RHP, que nos garantiza que su procesado ha sido efectuado siguiendo la normativa vigente. Los fabricantes serios de fibra de coco la esterilizan mediante un sistema de hervido al vapor a 90º C. que asegura esté libre de gérmenes antes de su envasado. Si no llevan este sello no nos garantiza este proceso haya sido llevado a cabo y esté libre de patógenos, hongos, etc.

Muy importante en los tiempos que corren, se puede reutilizar una vez libre de las raíces mediante sucesivos lavados. Cuando hablemos del cultivo ecológico lo veremos pues es un producto ecológico y renovable, su extracción y posterior eliminación no representa ningún tipo de impacto medioambiental, junto a su relación calidad/precio lo hacen muy interesante como medio de cultivo.

Y bueno amigas y amigos, el espacio se agota. Ha sido un placer estar con vosotros, pero llega la hora de fumar mi boong de mágica #Syrup a vuestra salud.

Hasta pronto y #LosMejoresHumos desde mi ensenada…

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