Australia, uno de los países con las leyes más severas contra las drogas “ilegales”, acaba de dar un paso hacia la regulación del cannabis con fines terapéuticos.
El gobierno de Malcolm Turnbull, primer ministro australiano ha seguido los pasos del estado australiano de Victoria, que el año pasado anunció que legalizaría las aplicaciones terapéuticas del cannabis en 2017, y ha presentado la propuesta ante el Parlamento.
La propuesta enmendaría la ley de Drogas Narcóticas de 1967, y todo apunta a que se ratificará inmediatamente, ya que el principal partido opositor, el partido Laborista, y también Los Verdes, han mostrado su apoyo hacia la medida. Fue precisamente el partido de los Verdes quien se mostró muy crítico con el Gobierno el año pasado por no acelerar este proceso.
La ministra federal de Salud, Sussan Ley, se muestra positiva ante la aceptación de la nueva ley, que creará un sistema de licencias para el cultivo de cannabis, pero también es precavida, ya que se trata de una ley compleja que debe afrontar y adaptarse a las distintas políticas locales y estatales australianas.
Sea como sea, son estupendas noticias para todos los pacientes terminales, con patologías crónicas y especialmente enfermedades dolorosas, que finalmente podrán tener acceso a terapias complementarias basadas en el cannabis -si se cumplen todos los pronósticos- a partir del mes de Marzo.
En el estado de Nueva Gales del Sur, también se están llevando a cabo ensayos con un fármaco basado en el cannabis, llamado Epidiolex, y que se empleará principalmente para tratar a niños enfermos de epilepsia refractaria, es decir, epilepsia resistente a los fármacos anti-epilépticos.
A pesar de este avance tan significativo, el cannabis no será descriminalizado para su uso recreativo ni su cultivo generalizado.
Paso a paso…