Un reciente estudio publicado por las autoridades del estado norteamericano de Colorado saca a la luz unos sorprendentes datos…
Pongámonos en situación. Colorado fue el primer estado norteamericano en regular la venta legal de marihuana con fines recreativos. Lo hizo en Enero de 2014, enfrentándose a varias problemáticas, como por ejemplo la dificultad de competir con el mercado negro a causa de los elevados precios que generaban los impuestos que gravaban el cannabis legal, y que generó varias polémicas cuando los usuarios lúdicos se hacían pasar por usuarios terapéuticos para quedar exentos de esos impuestos y pagar menos dinero por su marihuana. Pero eso ha quedado demostrado como un mal menor y algo temporal… el aumento de la competencia entre dispensarios reguló estos precios al alza y a día de hoy la situación se ha normalizado en este aspecto.
Pero el mayor problema al que se enfrentó la regulación cuando fue aprobada inicialmente en 2012, fue el temor que despertaba una legalización del cannabis en lo relativo a los adolescentes. El gran pánico al que se enfrentaban las autoridades era abrir las puertas al consumo de una droga a los menores de edad, “facilitando” su acceso a la misma y fue uno de los principales argumentos de los detractores de esta regulación en su lucha contra la iniciativa.
Pues bien, un estudio publicado por el Departamento de Salud Pública y Medio Ambiente del gobierno de Colorado llamado “Healthy Kids Colorado Survey” y que analiza el consumo de drogas durante el año 2015 de aproximadamente 17.000 estudiantes de secundaria e institutos del estado, ha silenciado las alarmas sobre el acceso de los adolescentes a la marihuana legal y el aumento de su consumo por parte de los más jóvenes.
Los datos muestran que no sólo no han consumido más marihuana desde la legalización de la misma, sino que estudios anteriores del mismo departamento mostraban cierta caída en los datos de consumo. En definitiva, que la regulación del cannabis en Colorado no ha aumentado su consumo entre los más jóvenes. Así que los prohibicionistas ya tienen un argumento menos para blandir al aire.
Es más, el mismo estudio muestra que los jóvenes encuestados consideran que la marihuana es muy fácil de conseguir, así que debemos ser conscientes que si un adolescente quiere consumir cannabis, aunque sea ilegal, lo hará. ¿Y no es mejor que lo haga en un entorno seguro, alejado del mercado negro y de sus riesgos asociados, y que consuma una sustancia controlada y regulada? La respuesta es más que evidente sí.
El mismo estudio afirma que la droga de preferencia de los adolescentes encuestados sigue siendo el alcohol, pero bueno… es legal y está más que asumida socialmente…