Por Larry Acr
La vocalista inglesa de ascendencia jamaicana Shirley Davis es la nueva estrella que brilla con luz propia en el firmamento de Tucxone, un sello de música negra radicado en Madrid.
En Tucxone, Shirley Davis comparte protagonismo con otros artistas otrora poco conocidos como David Hooper, Marcus I o Outer Space. Una suerte de Daptone Records -sello y estudio neoyorquino de referencia para los amantes del soul revival-, pero en una ciudad con escasa tradición de soul. Pese a ello, Shirley ha encontrado en ella su acomodo, su particular universo, en una escena cada vez más pujante en la que las mujeres han ido asumiendo el protagonismo (Freedonia, Aurora & the Betrayers, Ikah & the Soul Commanders, The Hightowers…).
{youtube}BxF3teXZq_0{/youtube}
Naciste en Londres de padres jamaicanos y te has criado en Australia. ¿Qué puedes recordar de la cultura musical de tu infancia? ¿Estaban tus padre implicados en el panorama sound system por aquel entonces?
Mi madre nació en Londres y mi padre en Jamaica. Mi madre escuchaba de todo y sus favoritas eran The Supremes y The Three Degrees. De puertas a fuera mi padre era un tipo centrado en el roots, pero su colección privada de los años 80 contenía discos de Bowie o Queen, y me dijo que no lo comentase a nadie. Los domingos eran el día del reggae en nuestra casa y mi padre cocinaba la cena y limpiaba la cocina. Era su terreno y estuve expuesta a la música jamaicana, pero nunca he cantado un tema de reggae de manera profesional.
En realidad, no sabemos mucho sobre tu pasado musical, la forma en que te introdujiste al soul y acerca de tus experiencias previas en el negocio musical: bandas anteriores, actuaciones o grabaciones realizadas con anterioridad a Shirley Davis & the Silverbacks. ¿Qué podrías contarnos acerca del proceso de convertirte en cantante de soul desde que comenzaste a interesarte por la música? ¿En qué medida han evolucionado tus apetencias musicales a lo largo de tu vida?
Comencé a cantar tarde, pero siempre he cantado y nunca pensé que sería una carrera para mí. En mis veintitantos, cuando nació mi hija, decidí que cantaría y no me limitaría a ser madre. Me uní a mi primera banda y comencé a estudiar. Muchas personas me han animado a cantar estilos distintos y he ido configurando mi estilo a lo largo del camino. No fui consciente de que era la artista que quería ser hasta que mi sonido no conectó con el sentir de sus corazones. Me encantan las melodías y las letras de amor y de pensamientos profundos. Me encantan los ritmos y en cierta ocasión me enamoré de un bajista que me influyó mucho en mis inicios. Los coros y los estudios corales me han hecho muy feliz desde que era niña. Asistía a la iglesia del colegio inglés en el que cursé secundaria. Cantando desde siempre. Finalmente asistí al VCA (Victorian College of Arts). Mi primera banda fue The Grand Wazoo. Ellos me inocularon el gusanillo del soul. Aprendí todo tipo de repertorio con ellos, de Aretha Franklin a Etta James, Tina Turner y muchas otras. Hicimos de teloneros para el gran Wilson Pickett en un festival celebrado en Australia a finales de los 90. En lo personal, he conseguido actuar con artistas increíbles, bien sea cantando o bailando en sus actuaciones, como Syl Johnson, Betty Harris, Osaka Monaurail, Sharon Jones o Marva Whitney. Solía actuar con la banda de Melbourne Deep Street Soul, con quienes grabé algunos temas de su primer álbum. Seguí experimentando con diferentes estilos de música de baile, y el soul se ha convertido en lo que he grabado y publicado con más éxito.
Como has mencionado, existe una historia curiosa sobre cómo se creó tu vínculo hacia el sello Tucxone: te vieron actuando junto a Sharon Jones & the Dap Kings en una actuación suya celebrada en la sala La Riviera de Madrid en noviembre de 2014. ¿Conocías a Sharon Jones personalmente? ¿Cómo se produjo dicha colaboración en directo y de qué modo te propuso aparecer en su espectáculo?
Conocí a Sharon en 2007. Sigo conservando el resguardo de la entrada. Nos hicimos amigas entonces. La iba a ver cada año que actuaba en Australia. Se convirtió en mi referente musical desde entonces. Me encantaban ella y los componentes de su banda. Antes de que viniera a España, ya había cantado con Sharon en un festival en Sidney y luego me marché a Londres de visita durante 3 meses. Sharon vino también y actuaba en Brighton, así que fue otra oportunidad para verla de nuevo. Se acababa de recuperar de su primer brote de cáncer, así que quería verla de nuevo. Me comentó que iba a España y decidí que también iría yo.
¿Qué te dijeron Génesis y Tuco (responsables de Tucxone Records) para convencerte para que te convirtieras en parte de su sello?
Génesis y Tuco me enviaron el material de David Hooper & the Silverbacks y me dijeron que al año siguiente querían incluirme a mí como artista en una fecha que tenían los chicos. Me encantó lo que oí y sencillamente me preguntaron si me podían grabar, explicándome que sería más sencillo si estuviera en España. Regresé a Australia para cumplir con mi contrato de seis meses como animadora en cruceros de The Grooveline y regresé para ver qué podíamos hacer juntos.
En la actualidad eres una de las artistas principales del Tucxone Records, un sello con base en Madrid que reclama un retorno a cómo la industria musical solía ser en el pasado: con un compositor, un arreglista, técnicos de estudio, una banda residente y un catálogo de artistas que puedes identificar con el sello.
¿Consideras que éste es el modo adecuado para que un artista se desarrolle?
Es la primera vez que trabajo tan cerca de un sello, pero ha sido exactamente cómo lo soñé. Quería trabajar con un sello que me comprendiera, que comprendiera la música que quería hacer. Soy una vieja alma y estoy haciéndome mayor, y quiero cantar la música que me gustaría escuchar y trabajar con una banda que crea en hacer nueva música a partir de un género del pasado y mediante la fórmula de los buenos tiempos de la música, cuando las letras y las composiciones estaban hechas desde el corazón y se podía exhibir tu alma a través de las notas. Hemos tratado de mantenernos fieles a ese espíritu. Génesis y Tuco han estado increíbles coordinando esto en tan corto espacio de tiempo: composición, encuentro y grabación. Han hecho posible mi mudanza de Australia a España sintiendo que tengo una nueva familia musical en Tucxone Records.
¿De qué modo has influido en el proceso creativo? ¿Cómo puede un artista reflejar y defender una canción que no ha sido compuesta por ella?
He tenido mi papel en el proceso de composición. En las melodías, las letras y en las emociones que siente el corazón. Marc (compositor) siempre me ha pedido que me exprese y cambie y diga y corrigiera lo que considerara que no encajara bien en la traducción del castellano al inglés. En castellano se usan expresiones divertidas que en inglés significan algo totalmente distinto. Así que hemos trabajado bastante cerca. He grabado todas nuestras ideas juntas.
fotografías de Iván Martínez Segovia