Por Larry Acr
Fuera del foco del rap más mediático (El Chojin, El Langui, Tote King, Violadores, La Mala), alejado de los sellos que suelen publicarlo (BOA), y con la felicidad de hacer lo que de verdad le llena sin tener que obedecer a imposiciones de la industria cultural, el rapero Suko, forjado en las “jams” que se desarrollan en la periferia barcelonesa -que no del gueto, ojo-, viene a transgredir todos esos absurdos estereotipos con que los medios han condenado al rap.
Su debut en forma de álbum, “Polaroid”, viene a capturar un momento de transición en su vida reflejado en letras introspectivas y reflexivas.
Tú, que te criaste en la periferia barcelonesa, participando de “todas esas jams, nunca cobré caché”. ¿Cómo recuerdas tus inicios, en qué medida ayudaron a forjarte como artista y hasta qué punto son distintas tus motivaciones de las de aquel chaval cuyo nombre “estaba en el cartel, escrito mal, con C” y que ensayaba “en La Capsa cada viernes”?
Mis inicios los recuerdo con mucha nostalgia; teníamos menos preocupaciones, o, mejor dicho, otras preocupaciones, tal vez menos trascendentales si las ves desde el punto del vista de mi yo de ahora, con 32 años. Pero fue una época increíble, porque todo estaba por descubrir. Éramos más inocentes que ahora, porque teníamos menos palos encima, pero eso nos hacía tener muchísima ilusión. Y no quiero decir que ahora no tenga ilusión por la música, tal vez tenga más incluso, pero era una ilusión más pura; algo así como cuando te enamoras por primera vez, con los años tal vez te vuelves más cerebral. Me metí en el Hip Hop y empecé a hacer rap con mis amigos de Prat, Maikro y Edi, con los que acabé tocando y formando un grupo: Liberazion. Aprendí mucho de ellos y de toda esa época. No teníamos medios, tocábamos donde fuera, con el equipo que fuera y por nada, porque lo único que importaba era ir, soltar tus rimas y representar, ganarte el respeto, eso era todo.
“Polaroid” es el nombre de tu álbum y también el de aquella cámara que congelaba momentos y revelaba sus disparos al instante. ¿En qué momento se encuentra Suko tanto a nivel personal como de iniciativas musicales que pretendas llevar a cabo a corto-medio plazo?
Pues ahora mismo me encuentro en una etapa de cambios. He cambiado de ciudad, he pasado de la periferia al centro, he pasado de estar soltero y no querer compromisos con nadie a casarme y compartir mi vida con mi mujer; y a nivel laboral he decidido apostar por mi música y dedicar una gran parte de mi tiempo a ella, aunque eso en parte me dé menos estabilidad económica. Pero pienso que es momento de hacerlo. A nivel musical, para mi “Polaroid” ha sido como sacarme un peso de encima, quería sacar un álbum así, con mucha raíz y con un corte bastante clásico, porque me lo debía a mí mismo y a la gente que me sigue.
¿Cómo va a plasmarse este estado de ánimo en tus próximos trabajos y en qué medida crees que será distinto de lo que planteas en tu álbum de debut?
Ahora mismo, después del debut, me apetece experimentar. Probar otros sonidos, otros tempos, otros “flows” y otras temáticas. Aunque sin perder mi esencia y seguir contando mi historia.
Aunque “la revolución no saldrá en la tele”, lo cierto es que el efecto colateral de la emergencia de las nuevas iniciativas políticas es que las calles se han vaciado -apenas se producen movilizaciones- y el espectáculo se ha trasladado a la televisión, concretamente a las cadenas privadas que ven prosperar su cuota de pantalla. ¿Ha estado hábil el sistema para atraer a su terreno las movilizaciones sociales?
Sí que es cierto que el espectáculo se ha trasladado a la pantalla y que los políticos, multinacionales, etc., aprovechan el fuerte impacto que tienen los medios para manipular a las masas. Pero pienso que cada vez hay más gente que está despertando, más gente que ha dejado de creer en el sistema tal y como nos lo han enseñado, y que ha decidido no pasar por el tubo.
Tengo entendido que para presentar este álbum has pensado en abordar formatos menos habituales, como sondear la respuesta a tus temas exponiéndolos en galerías de arte. ¿Se trata de huir de la “zona de confort” y de los lugares comunes que habita el rap?
Totalmente. Creo que el rap es un estilo musical que está vetado en este país. Por algún motivo hay una gran parte de la gente que consume música que tiene prejuicios hacia él, por los estereotipos que los propios medios han creado; por no hablar de los medios en general. Y creo que meter rap en una exposición de arte y en espacios menos convencionales, puede hacer que la gente cambie de parecer y abra un poco sus oídos. El otro día veía por YouTube un concierto de un rapero americano en el MoMA de Nueva York, y con la gente dándolo todo en el patio del museo. Ok, sé que aquí en España estamos a años luz de eso, pero paso a paso.
¿Tienes en mente alguna propuesta en el sentido de hacer llegar tu música a un público más amplio que el que suele frecuentar el rap por estos pagos -generalmente bastante joven-?
La idea de lo de las galerías de arte no es otra que juntar algo más formal como una exposición con algo más loco como un concierto. Que la gente a la que le guste ver arte, pueda ver un directo en la galería; y, de la misma forma, la gente que venga a verme en concierto pueda disfrutar de la exposición previa. Todos salimos ganando.
Últimamente vemos como buena parte de los cantantes de rap, nu soul o r´n´b confían a ciegas sus producciones en Quiroga. ¿No existen alternativas creíbles en la actualidad a este productor? ¿Has sopesado otras alternativas o trabajado con productores distintos a él?
Quiroga es la bomba, es un artista que, además de tener todo el talento que tiene, se involucra mucho en todos los trabajos en los que colabora. Para mí es uno de los mejores dentro del panorama, y creo que aporta mucho a mi música, por eso trabajo con él; por eso y porque además es un tío de puta madre y lo considero mi amigo.
¿Desde cuándo trabajáis juntos? ¿Cómo ha sido el trabajo mano a mano con él para la producción de tu álbum?
Llevaremos unos 3 años trabajando juntos, desde que empecé un proyecto que tenía que ser algo así como grabar unos temas y colgarlos en las redes y acabó siendo un disco editado: “Polaroid”. Como te decía antes, se involucra mucho en los proyectos, y no solo en los temas que produce él, sino en todos. Siempre aporta algo extra y ha sido súper fácil trabajar con él. De hecho, ya estamos preparando temas nuevos, así que imagínate. No obstante, colaboro con otros productores y beatmakers de este país, como son RCA Flacos, Zemo, Be Timeless, Efren, Dj Switch, Neo Cortex o J. Calabria. Pero la mayoría siempre es gente de mi entorno.
fotografías: Sandra Blánquez