Pasado y futuro, una mezcla sutil de realidad y ficción que atrapa al lector desde el primer párrafo con una narrativa original, pero sin grandes pretensiones…
Y la isla de Formentera omnipresente, como telón de fondo, como escenario del crimen y hoguera de las pasiones donde el autor desarrolla 6 historias, 6 relatos negros sin una conexión evidente entre sí, pero con un nexo común, que nos desvela el propio título de la novela y algún que otro elemento que no desvelaremos a los futuros lectores… Vida y muerte se entrelazan inevitablemente en un bello y equilibrado baile.
Todo esto es “6 (de 12) formas de morir en Formentera”, la primera –y brillante– incursión en de Javier González Granado el mundo de la novela, publicada por la plataforma editorial Cassandra 21. Javier es notario en la isla balear escenario de su novela, Formentera, escribe en tallerdederechos.com y también colaboradora con otros medios de comunicación como Radio Illa Formentera o esta página web que estás leyendo.
Hola Javier, muchas gracias por dedicarnos un poco de tu tiempo y por concedernos esta entrevista. Lo primero que nos gustaría saber es qué te empuja a escribir esta novela. Sabemos que colaboras con varios medios de comunicación (entre los que nos enorgullece estar, todo sea dicho), así que deducimos que el periodismo y el mundo de las letras te resulta atractivo, pero ¿qué empuja a un notario a adentrarse en el universo literario y escribir una novela?
Novela es un término que viene grande a este proyecto; es una colección de cuentos, relatos cortos, con personajes biográficamente bien definidos o incluso abarcando períodos temporales muy amplios, pero siempre relatos breves. Y sí, me apasiona leer y escribir; con mayor o menor continuidad, siempre he escrito ficción, de vida efímera y para consumo interno… Este libro responde al reto de dar forma a todo aquello y hacer algo apetecible para el lector.
¿Quizá te habría gustado dedicarte a la escritura o al periodismo en otra vida?
Bueno, en cuanto a la escritura, sí que me dedico a ello, tanto en sentido etimológico, fíjate que en Argentina y otros países mi profesión aún es la de escribano, como también en sentido literal, si recuerdas hace unos meses Rajoy, para elogiar la obra de Vargas Llosa dijo que su estilo se basa en “la verdad en el concepto, la propiedad en el lenguaje y el rigor en la forma“… eso es lo que yo debo hacer al redactar mis documentos según el artículo 148 del Reglamento Notarial
En cuanto al periodismo mi preinscripción universitaria mencionaba tres carreras: Ingeniería Informática, Ciencias de la Información y Derecho… de haber elegido informática me habría equivocado, eso seguro.
En “6 (de 12) formas de morir en Formentera” hemos percibido mucha actualidad y realidad, con alguna mención a personajes reconocibles de la isla, incluso hemos podido verte reflejado en cierto modo en alguno de los relatos, a través de algunas de tus pasiones/aficiones, pero también dejas bastante espacio a la ficción. ¿Qué te ha inspirado para imaginar las historias que componen el libro?
El libro es pura ficción; eso no excluye la aparición de algún personaje real o referencias a hechos históricos; esos elementos de realidad solo tienen peso en algunos relatos y los elementos inspiradores son muy diversos: el descubrimiento del cadáver de una mujer enterrada en una cueva en la Edad de Bronce inspira una de las historias, la leyenda urbana que sitúa a Bob Dylan viviendo como un hippie en la Isla en los 60 también aparece en los relatos, mi pasión por correr es otro de los elementos inspiradores…
El tiempo también es otro factor de peso en tu novela, tanto estructural como narrativamente… ¿es un tema en el que piensas mucho, el paso del tiempo?
Realmente no, salvo momentos puntuales de reflexión vital, claro. Pero como elemento narrativo el tiempo ayuda a tejer la trama y me gusta moverme por él; si consigues reflejar una evolución del personaje en diversos instantes narrativos la trama se torna orgánica, viva.
Describes Formentera de una forma muy detallada, como aquel que ha vivido toda su vida en la isla, y la conoce hasta su último recoveco… pero tú eres gallego de nacimiento, concretamente orensano… ¿qué te llevó a establecerte en Formentera y qué te enamoró de la isla para transmitir esa visión tan próxima, tan cercana?
Por profesión y por afición juego con ventaja en el conocimiento de Formentera. En cuanto al paisanaje porque en una población tan reducida, por un tema u otro, todo el mundo acaba pasando por mi despacho y en cuanto al paisaje porque he corrido por todos los rincones de la Isla… obviamente no llego al conocimiento de algunos de los mayores de aquí que saben el nombre de cualquier elevación, rincón o accidente del terreno pero pocas piedras me faltan por pisar en Formentera. Soy un formenterés nacido en Ourense y mi infancia y mi primera juventud están allí, en Galicia. Nos instalamos en Formentera en el año 2002 sin otra pretensión que la de “probar”… antes nunca había estado en la Isla aunque sí conocía su conexión con la historia del hippismo y la contracultura… algunos de los que a finales de los 60 y principios de los 70 fueron pioneros, aún viven aquí y hoy los cuento entre mis amigos, otros ya no están entre nosotros y el libro es, en parte, homenaje a ellos. Eso motivó una parte del flechazo con la Isla, claro que también está el mar, el clima, la gente, el ritmo de vida y la tolerancia; todo esto en lo personal, en lo profesional es un destino muy estimulante.
Las drogas son un elemento presente en todos y cada uno de los 6 relatos que componen tu novela. Sustancias de todo tipo, con mayor o menor peso narrativo, pero de indudable importancia para el desarrollo de las historias y la comprensión de ciertos matices por parte del lector. ¿Podrías explicarnos el porqué?
Por exigencias del guión, como el “destape” en los año 70. Si no me olvido de ninguna, aparecen referencias a cafeína, cocaína, LSD, alcohol, marihuana, alcohol, anfetamina y tabaco… es decir lo mínimo que cualquiera podría encontrarse hoy mismo por la noche en cualquier rincón de la Isla; también aparece un fardo de hachís… y fíjate este año se han encontrado hace un par de meses en una playa de la Isla un saco con 80 kilos de cocaína y solo hace dos semanas han aparecido dos fardos de hachís. Y en algún relato juego con el mito de Demeter y Perséfone, trasladando a la Formentera prehistórica los misterios de Eleusis y su conexión con el cereal parasitado de cornezuelo. Con ello quiero decir que no se trata de referencias fantasiosas ni rebuscadas y como bien dices su papel es diverso en cada historia a veces las uso como arma criminal, en otras como castigo a conductas estúpidas y también, claro está, hay usos lúdicos y narco historias… y también algún guiño para iniciados.
Las drogas, un tema de actualidad recurrente en el panorama mediático internacional, y al mismo tiempo son algo que acompaña intrínsecamente a la humanidad durante toda su existencia… ¿no crees? ¿Qué visión tienes de este mundo? ¿Cuál es tu experiencia al respecto?
En efecto son un fenómeno que nos acompaña desde nuestra aparición como especie y nos acompañará allá donde estemos; pretender lo contrario y proclamar un mundo sin drogas o una sociedad con consumo cero es, en todo caso, negar la realidad e imponer a los demás la utopía propia y, además, en la mayoría de ocasiones un homenaje a la hipocresía cuando el prohibir determinada droga va acompañado del ensalzamiento social de otras; Ott lo define perfectamente como chauvinismo farmacológico, esa pretendida superioridad moral del que cree que su vía de embriaguez es más correcta que la de su vecino. Han acompañado siempre al ser humano, sí, y además hoy en la sociedad occidental, son un bien de consumo más y eso es imposible de controlar en un mercado ilegal y su presencia es transversal, lo que hace que hablar del “mundo de las drogas” sea artificioso, ese mundo está por todas partes y no hay estrato social, cultural ni económico al margen del mismo. Mi experiencia es la de Barack Obama y no la del Bill Clinton que cometió la insensatez de declarar que no se había tragado el humo, aunque hace tiempo que no fumo. La única sustancia de la que ha sido adicto es el tabaco, me liberé hace ya ocho años.
También aludes a nuevas tecnologías como el Bitcoin o la web profunda… por lo que vemos estás al día de todos estos avances tecnológicos y sus distintas aplicaciones. ¿Qué opinión te merecen? ¿Eres usuario?
En la llamada web profunda trasteo de vez en cuando, el paradigma que introdujo el esquema Silk Road es acorde con los tiempos actuales y con la lógica del mercado, desde el punto de vista empresarial (no en vano se ha dicho que el mercado ilícito es el modelo perfecto del capitalismo puro) y, al tiempo, un sistema espontaneo de reducción de riegos… en todo caso minoritario aunque haya venido para quedarse. En cuanto a Bitcoin soy estudioso, tanto de la moneda como, sobre todo, de los aspectos jurídicos derivados del registro en la blockchain, la cadena de bloques; más allá de aplicaciones concretas, el simple concepto de confianza auto-generada por el sistema sin supervisión de terceros es una genialidad… es una herramienta prometedora, aunque no me enviará de vacaciones, tal y como anunciaba uno de sus gurús que pretende que sea un sustituto de la función notarial.
Uno de los relatos es ciencia ficción pura y dura. ¿Cómo imaginas el futuro? ¿Te consideras una persona optimista?
Ese relato es Diciembre: Eternamente; arranca de una idea loca, pero real, de Graham Bell, el que patentó el teléfono, que proponía una especie de eugenesia natural pero muy inquietante y llegó a crear un censo de familias longevas con la idea de mejorar la especie humana. Traslado esa idea a Formentera en un mundo post-apocalíptico, sin Estados, y juego con la inteligencia artificial y redes de confianza descentralizada… fuera de la literatura poco vale la imaginación en este ámbito pues para muchos científicos estamos a las puertas de una “singularidad tecnológica” que sitúan a mediados del presente siglo con la aparición de la Inteligencia Artificial Fuerte, de ser cierto es imposible atisbar desde aquí lo que nos espera pero me resulta apasionante jugar con ello. Aunque pronto dejará de ser un juego; en estos momentos hay un proyecto normativo en el Parlamento de la Unión Europea donde expresamente se menciona la necesidad de estudiar el reconocimiento de los robots (cuando llegue el momento) como personas electrónicas con derechos y obligaciones y también se habla de una posible renta básica universal que se sufragaría con cotizaciones a la Seguridad Social e impuestos especiales de las empresas que utilicen robots, en contrapartida por la pérdida de puestos de trabajo provocada por su uso. ¿Optimista respecto al futuro? Se me hace extraño tener miedo de la inteligencia y frente al temor a un totalitarismo cibernético orwelliano está la esperanza de una sociedad noocrática con un poder gestionado horizontalmente por una inteligencia colectiva…con eso juego en mi relato. En mi vida diaria procuro apartarme del pensamiento ilusorio propio y ajeno pero prefiero afrontar los problemas como retos y no como dramas, eso debe situarme como un realista que mira hacia adelante.
Has publicado“6 (de 12) formas de morir en Formentera” en Cassandra 21, una plataforma editorial especializada en la autoedición. ¿Por qué has optado por esta vía de publicación? Entendemos que garantiza el control del autor sobre los distintos procesos de publicación… ¿pero no dificulta un poco el tema de la distribución?
No me he planteado otra vía que la autoedición… y ha sido toda una lección sobre cómo funciona este mundo por dentro. Es cierto que la distribución es muy dificultosa pero también lo es que el formato eBook permite a cualquiera una distribución global; en el papel, además de la venta on line que hace la editorial, voy un poco a demanda y se puede encontrar en Formentera, Eivissa y Barcelona.
Tenemos entendido que has agotado la primera tirada de la novela en un tiempo récord (enhorabuena)… ¿estás preparando ya una nueva edición?
De momento está ya en la calle una reimpresión de la primera edición; si también se agota plantearíamos una segunda edición con algunas correcciones.
¿Y para cuando las otras 6 formas de morir en Formentera que nos faltan? Perdona por nuestra impaciencia pero nos hemos quedado con ganas de más.
Estamos trabajando en ello; si todo va bien el próximo verano el año estará completo y ya tendremos las 12 formas de morir en Formentera.