No importan las aplicaciones terapéuticas. Tampoco importa que esa reclasificación hubiese facilitado muchísimo la realización de nuevos estudios científicos para conocer mejor y en profundidad las cualidades de la planta…
La DEA (Drug Enhacement Agency, o la Agencia de Control de Drogas de los Estados Unidos) ha rechazado hoy la propuesta de dos gobernadores demócratas de reconsiderar el trato que la agencia federal da a la marihuana y que la mantenía -y la sigue manteniendo- en la categoría más restrictiva.
El director de la DEA, Chuck Rosenberg, ha tenido el cuajo de afirmar que esta decisión se basa en la ciencia. Rosenberg se ha basado en las recomendaciones de la FDA (Food and Drug Administration, la agencia que regula los medicamentos y alimentos) que según esta agencia no otorga ningún valor médico al cannabis, y que en palabras textuales informa que “en la actualidad no hay ningún tratamiento médico aceptado en los Estados Unidos”, y además, concluye que esta sustancia sigue manteniendo una alta posibilidad de abuso, al ser la droga ilícita de mayor uso en el país.
“La decisión no se basa en su peligrosidad. La decisión se basa en si la marihuana, como ha determinado la FDA, es un medicamento seguro y efectivo” ha afirmado Rosenberg. “Y no lo es”.
Así que de momento, la marihuana sigue clasificada en la lista 1 del Acta de Sustancias Controladas, junto a la heroína o el LSD, entre otras, mientras sustancias altamente adictivas, como la oxicodona o la metanfetamina están clasificadas en la lista 2, menos restrictiva y con una regulación diferente que la anterior. Todo un despropósito.
Se trata de una decisión que seguro va a levantar revuelo en la sociedad norteamericana, y que se extenderá al resto del mundo.
No es posible que viendo los avances científicos que se están realizando y tras tantos estudios que demuestran la utilidad terapéutica del cannabis, la DEA y la FDA hagan caso omiso a todos los indicadores que señalan a la marihuana como un aliado. No es posible, a no ser que detrás de esta decisión se escondan intereses de otro tipo, y presiones mercantilistas que seguro han jugado un importante papel en esta decisión tan errónea.
Ambas administraciones han demostrado que prefieren nadar contracorriente, en contra de la sociedad que mayoritariamente acepta el cannabis ya no sólo como una medicina eficaz y como una sustancia lúdica mucho menos dañina que otras sustancias sometidas a regulaciones menos estrictas…
No olvidemos que se trata de los Estados Unidos, el punto de origen de la prohibición mundial del cannabis y de la demostradamente ineficaz Guerra contra las Drogas.
Esta noticia nos produce una gran sensación de impotencia, de rabia y de dolor, al ver que tantas personas que hacen del cannabis una medicina que les ayuda a sobrellevar su sufrimiento están siendo ignoradas y ninguneadas por una administración que antepone los intereses políticos, económicos y farmacéuticos a los intereses de la sociedad. La DEA y la FDA prefieren que trates tu dolor con oxicodona, que acabes enganchándote a los opiáceos y a otros medicamentos mucho más peligrosos que pueden causarte la muerte (eso sí, medicamentos con prescripción médica y un alto precio), a que puedas cultivar tú mismo tu propia medicina en tu casa.
No son conscientes -o sí- del enorme lastre que esta decisión supone para los avances científicos, para la realización de más estudios clínicos que confirmen o desestimen las posibles aplicaciones de esta planta.
Un error descomunal que marcará de nuevo la historia, pero que nos empuja a seguir luchando por la regulación y la legalización del cannabis, con más motivos todavía.
Fuente: Npr.org