Por Isidro Marín Gutiérrez
En Venezuela les gusta creer la historia de que pertenecen a una sociedad abstemia y sin problemas de consumo de drogas. Aquí las cajas de cerveza son un producto de primera necesidad y el whisky se sigue vendiendo perfectamente para aquellos que se lo pueden permitir. No habrá comida en las neveras de las casas pero nunca faltará una despensa llena de vinos, cervezas, whisky, aguardiente o ron. Lo mismo sucede con las drogas ilegales.
Para las fiestas de los ricos, la cocaína es indispensable. El pobre se conforma con el basuco, pegamento o jarabe. Perohay una sustancia que los unifica a todos por igual y es el cannabis. Esta sustancia se puede conseguir desde los barrios de Petare hasta las mansiones opulentas del Country Club, en Altamira, en La Lagunita, en la Florida hasta en la Pantaleta. Otros muchos venezolanos cruzan la frontera con Colombia y compran al por mayor. Se lo traen de contrabando y después pagan una mordida a los miembros de seguridad que están en la frontera. El mercado del cannabis es como una montaña rusa. La escalada del dólar en la Navidad del 2012 provocó el colapso de la industria del cannabis en Venezuela. La subida de la marihuana disparó los costos por el incremento oficial de la moneda venezolana. El precio pasó de 60 bolívares fuertes a 100 bolívares fuertes por gramo.
La ley venezolana indica que la posesión de hasta 20 gramos de marihuana normal o 5 gramos de marihuana con altos porcentajes de THC, si se demuestra que no es para consumo propio, se castiga con 1 a 2 años de prisión a decisión del juez. Si se considera que es para consumo personal, el consumidor está sujeto a ciertas medidas que implican procedimientos de rehabilitación y desintoxicación según los Artículos 131 y 153 de la Ley Orgánica de Drogas. Así que Venezuela sustituyó la pena de “cárcel” con “medidas de seguridad social” para la posesión de hasta 2 gramos de cocaína y 20 gramos de cannabis. La posesión para el uso personal siempre se castiga con la remisión a tratamiento, lo que puede todavía dar lugar al internamiento obligatorio en centros especializados, resaltando también que la Ley Orgánica de Drogas (2009), en su artículo 10, se declara de interés público la prevención integral y la prevención del tráfico ilícito de drogas, el estado implementará las estrategias, planes y medidas que considere oportunas para prevenir el tráfico y el uso indebido de drogas. Se da prioridad a la infancia y adolescencia en el Artículo 49 de los derechos civiles que se encuentran en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Los venezolanos han duplicado el consumo de marihuana en un año, según el último informe de la ONU. El 2% de los 30 millones de habitantes del país consumen habitualmente esta sustancia. La cifra es muy pequeña si lo comparamos con otros países sudamericanos. El consumo de cocaína es del 0,7% entre la población adulta, el consumo de opioides se sitúa en un 0,03% y la de estimulantes de tipo anfetamínico es del 0,5%.
La legalización de la marihuana fue tema del VI Foro Social Mundial en Caracas en 2006. “¡Liberen a María Caracas 2006!” se trató de un acto por el reconocimiento del uso medicinal y ritual del cannabis. “No más interrogatorios policiales”, decía el comunicado del Movimiento Liberen a María Caracas. Sus dirigentes aspiraban a que se aceptase como planta milenaria usada por muchas culturas del mundo y querían que su uso fuera despenalizado. La concentración fue convocada el sábado 28 de enero de 2006 a las 4:20 pm en el Campamento Mundial Juvenil, que se instaló en el Parque Los Caobos. En Venezuela también existen activistas cannábicos y en 2011 realizaron una marcha por la legalización de la marihuana en Caracas frente a la Asamblea Nacional.
La situación en Venezuela respecto a la legalidad de la marihuana a raíz de su legalización en Uruguay en 2013, el ejecutivo nacional dijo que empezaría a evaluar la posibilidad de la legalización del cultivo de dicha planta después de analizar cómo funcionaba la medida en Uruguay, pero estas palabras se las llevó el viento y no se ha vuelto a hablar más sobre el tema. La legislación uruguaya respecto al consumo y producción de marihuana fue respaldada por el expresidente del país, José “Pepe” Mujica, quien era muy cercano al gobierno de Venezuela. Investigaciones posteriores han demostrado que después de la medida, se ha experimentado un incremento del turismo en Uruguay que recibió más de 3 millones de turistas en 2015; esto supuso un incremento del 5% en relación al 2014. Un aumento del turismo sería muy positivo para Venezuela ya que el país en los últimos años tiene graves problemas de inseguridad ciudadana.
Desde el año 2009 aparecen nuevas variedades de cannabis que las llaman supermarihuana o crispy. Tiene niveles mayores de THC y CBD que las comúnmente conocidas. Esto de se debe a la selección de razas mediante cruces de variedades que los incultos llaman “sofisticados métodos de biotecnología” entendiendo que someten a la planta a radiaciones ultravioletas o fotoperiodos controlados. Los de ideología prohibicionista venezolanos entienden esto como una acción más tóxica en los cuerpos de los consumidores y con “serios problemas irreversibles del sistema nervioso central” “conlleva a serios trastornos neurológicos irreversibles” (lo que hay que leer, oiga).La marihuana clásica decomisada en Venezuela contiene un promedio de 3,5% de THC.
La Sierra de Perijá, estado de Zulia,frontera con Colombia, constituye una zona importante como fuente acuífera. Este territorio tiene un ambiente físico natural muy delicado por la fragilidad del ecosistema por lo que deben evitarse cualquier uso de los recursos naturales. En los últimos 20 años se ha observado un desarrollo agropecuario espontaneo y también de actividades mineras. En esta zona se han detectado estos años cultivos de marihuana, amapolay coca de miles de hectáreas en varios sectores de difícil acceso dentro de esta Sierra.Se han utilizado fumigaciones para eliminar estos cultivos con daños ecológicos irreversibles. El uso del glisosfato genera daños sobre los ecosistemas con consecuencias destructivas y contaminantes sobre la flora, la fauna, las aguas y las personas.
La legalización de la marihuana en Venezuela daría un golpe fuerte alnarcotráfico puesto que este país es un puente de diferentes drogas hacia el extranjero. La legalización del cannabis parece que no les conviene a ciertas personas conaltos cargos en el gobierno que se benefician directamente de ellas.Más de un tercio de la coca que produce Colombia es exportada a través de Venezuela, según el diario The Washington Post, que lo atribuye a una alianza entre narcos colombianos, paramilitares colombianos y militares corruptos venezolanos. Los traficantes colombianos estaban operando gracias a documentos de identificación ilegales obtenidos de varias agencias como la Guardia Nacional, la Agencia de Inteligenciao DISIP (Dirección de los Servicios de Inteligencia y Prevención), el personal civil de los aeropuertos e incluso del Ministerio de Economía. Se cree que existe un grupo de militares de la Guardia Nacional que han creado el “Cártel de los Soles“. Los oficiales militares se pelean por que les manden a la frontera pues saben que allí ganarán grandes cantidades de dinero que no podrían obtener con sus sueldos mensuales. Organismos de inteligencia colombianos han detectado grandes narcotraficantes colombianos que se mudaron a Venezuela, entre ellos Wilber Alirio Varela Fajardo, alias “jabón”; otro es Hermagoras González tildado como el narco más grande en ese país.
El actual gobierno de Trump está aumentado la presión sobre Venezuela, sancionando al mismísimo vicepresidente del país, TareckZaidan El Aissami. Según The Wall Street Journal se dice que recibió compensaciones de una red de traficantes vinculada a los Zetas. Cualquier ciudadano o empresa estadounidense tiene prohibido hacer negocios con El Aissami, y todos sus activos dentro de Estados Unidos están congelados. Pero resulta curioso que en calidad de Ministro del Interior, El Aissam cooperó con los Estados Unidos encarcelando a traficantes que operaban en Venezuela, incluso entregó a la DEA tres sospechosos de alto nivel acusados de vínculos con Los Zetas en 2010. Según The Wall Street Journal, El Aissami está siendo investigado por el gobierno de los Estados Unidos por sus presuntas actividades de narcotráfico desde 2015. También está el problema de los Narcosobrinos, los sobrinos del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, enfrentan a penas de decenas de años en la cárcel, por planear introducir cocaína a los Estados Unidos. Otro problema fue Hugo Armando Carvajal Barrios, general retirado venezolano, director de Inteligencia Militar durante el gobierno de Hugo Chávez (2004-2011). Actualmente Carvajal está siendo investigado por delitos narcotráfico, por parte de las autoridades de los Estados Unidos de América.
Pero lo que sorprende es que el vicepresidente TareckZaidan El Aissami durante su gestión como ministro de Interior y Justicia fueron capturados los narcotraficantes Diego Pérez Henao (apodado “Rastrojo”), Maximiliano Bonilla Orozco («el Valenciano»), Ramón Antonio del Rosario Fuentes (apodado “Toño Leña”). Fueron 75 líderes narcotraficantes capturados desde la expulsión de la DEA (DrugEnforcementAdministration) hasta el 2011. Desde año 2006, año que dejó de funcionar la DEA en Venezuela, hasta el año 2012, se han inhabilitado centenares de pistas de aterrizaje ilegales. Además, en 2011 se incautó más de 42 toneladas de cocaína ¿es una campaña de desprestigio del gobierno venezolano por parte de los Estados Unidos? ¿O es que las altas capas de la política están bañadas con los narcodólares?
Lo que sí es cierto es que según el Informe Mundial sobre Drogas de la ONU, Venezuela fue el quinto país con mayor incautación de drogas en el mundo.Y también en Venezuela fueron asesinadas unas de 90.000 personas y su tasa de homicidios a nivel intencional es la cuarta del mundo.
Venezuela no aparece en las estadísticas de consumo o venta de la marihuana. Pero sí protagonizagran parte del contrabando. Es puerto para el traslado y exportación de cocaína hacia Estados Unidos y Europa.La cocaína que llega a Venezuela procede de Colombia y Perú. Las organizaciones dedicadas al narcotráfico utilizan el territorio venezolano para distribuir la cocaína en dos grandes rutas: la europea (con entradas principalmente, España, Portugal y Francia) y la de Estados Unidos.Según datos oficiales de México cientos de pequeñas aeronaves ingresan sin permiso al espacio aéreo de México por la frontera sur. En su mayoría se trata de aeronaves ligeras, capaces de aterrizar y despegar en las miles de pistas improvisadas o clandestinas de los cárteles mexicanos como el de Sinaloa. Venezuela es el país de donde son la mayoría de las aeronaves ilegales descubiertas. Estas aeronaves son utilizadas para el transporte de drogas principalmente cocaína y metanfetaminas. Son varias las investigaciones que han evidenciado ya las rutas de tráfico de drogas que operan desde Venezuela a México. Por citar un ejemplo, autoridades brasileñas señalaron en 2015 que empresarios brasileños estaban relacionados en el financiamiento de transporte de cocaína obtenida en Colombia, que era movida hacia Venezuela para de ahí ser enviada vía aérea a México. De acuerdo con el informe, autoridades militares venezolanas hacían la lista gorda recibían grandes sumas de dinero en sobornos por cada vuelo que se permitía que saliera de Venezuela. Los narcotraficantes sacan la cocaína en pequeños aviones que parten de pistas clandestinas ubicadas muy cerca de la frontera colombiana con lo que impiden la reacción de la fuerza aérea venezolana. Una vez en Venezuela, la cocaína es enviada en avión hasta Republica Dominicana y Haití, y de allí a Europa, África o Estados Unidos vía marítima. También utilizan, para hacer sus envíos, vuelos comerciales desde el aeropuerto internacional de Caracas.
Volver legal el consumo de marihuana en Venezuela tendría muchos beneficios. El principal es eliminar la influencia de los narcotraficantes de la política. Aunque hay evidencias sólidas que respaldan los efectos benéficos del consumo de cannabis para el tratamiento de ciertas afecciones, su venta y consumo continúa siendo ilegal.