Por Gorka Aguirreche.
A lo largo del tiempo el cannabis en la naturaleza ha adoptado forma de «árbol de navidad» debido a que es la más efectiva para aprovechar una fuente de luz en movimiento: el Sol. El fototropismo y la dominancia apical han hecho de esta planta una superviviente que nos ha acompañado en nuestra historia. Las técnicas de poda o doblado que estamos viendo juegan con esos dos factores para proporcionarnos en cultivos indoor unas mayores cosechas o rendimientos, usar una sola o varias combinadas dependerá de cada cannabicultor.
Un ejemplo:
En un armario standard con un foco de 600w HPS – por poner el sistema más común – que ha de estar a 50-60cm de las puntas de las plantas, observaremos, que a partir de esa distancia hay una zona lumínica aprovechable de unos 40-50cm donde los cogollos crecerán grandes y compactos. De ahí para abajo las flores no llegarán a desarrollarse completamente pues no hay suficiente luz ni aire, estos brotes han sido tapados por la punta principal y uno o dos pares más de brotes que formaran cogollos de calidad, el resto de las flores no aportaran mucho peso al total de la cosecha. Sin embargo, si conseguimos que la zona de máximo aprovechamiento de la luz de 40-50cm esté llena de puntas con una distancia entre ellas de unos 5-8cm, estaremos aprovechando toda la superficie y alcanzando un mayor rendimiento en peso y calidad, estimado del 20 al 40% más que dejando crecer al cannabis en su forma natural.
La idea principal del moldeado o manipulación del crecimiento de la planta es por tanto crear un número mayor de puntas, que aprovechen toda el área de cultivo y desperdicien la menor cantidad de luz posible en los cultivos de interior, aunque en exterior también tiene grandes resultados.
Continuando con el artículo anterior vamos a ver otras maneras de dar forma a nuestras plantas de cannabis sin tener que usar la tijera. Como primer beneficio, el estrés que se genera es mucho menor que cortando, así que la recuperación de la planta es más rápida y se puede usar este tipo de técnicas con mayor frecuencia. Entre las maneras de modificar esta estructura en nuestro beneficio sin aplicar cortes vamos a ver tres técnicas principales.
El cultivo LST (Low Stress Training):
La idea es simple: doblar los tallos cuando son jóvenes y flexibles alejándolos del centro de la maceta, abriendo la planta en forma de «estrella» y atando estos con alambre forrado al contenedor.
Muchos cultivadores hacen agujeros en la maceta y en ellos van asegurando el alambre que contiene el tallo en la dirección deseada. Nunca debe estrangularse el tallo con el alambre o usar algo que sea cortante pues cuando la planta continúe creciendo podemos crear una herida, tampoco recomiendo atar en otros sitios que no sean la propia maceta pues si tienes que moverla que puedas hacerlo sin tener que andar desatando cuerdas.
La mejor manera es formar un gancho holgado y agarrar el tallo por debajo de un nudo con él, luego agarrarlo a la maceta y asegurarse que queda firme.
Algunos de mis clientes usan cuerdas suaves de material difícil de degradarse con la humedad e incluso más de uno utiliza cinta, celo para pegar las hojas a la maceta y ayudar al doblado. Lo más habitual es usar soft ties o twist ties (alambre forrado de diferente grosor).
El LST combina genial con la poda apical. Podemos esperar a que nuestra planta tenga 5-6 pares de hojas y luego cortar a la altura del tercer nudo, de esta manera ya tendremos un sistema de raíces fuerte que asegurará la planta al doblarla posteriormente y su recuperación también será más rápida que si podamos en cuanto tenga tres pares. En cuanto empiecen a crecer los brotes auxiliares los iremos doblando hacia fuera y atándolos.
Si no hacemos poda entonces a partir del cuarto par deberíamos doblar el tallo principal y atarlo, incluso con hacer esto una única vez, solo esto, la planta tendrá una mayor producción; habremos roto la dominancia apical y las auxinas correrán a los brotes bajos y se desarrollarán mucho más que si hubiéramos dejado crecer de manera natural nuestra planta.
Con o sin poda, si deseamos seguir aplicando la técnica es muy sencillo, más o menos cada dos o tres días -bajo luces de alta intensidad, no CFLs- tendremos que volver a atar los brotes que quedaron libres e igualarlos en altura a los que ya están amarrados, de esta manera iremos consiguiendo un área plana y ancha en la que todos los brotes van a estar a la misma distancia al punto de luz.
El LST no afecta casi al crecimiento normal de la planta, en unas horas gracias al fototropismo natural los brotes apuntarán de nuevo hacía la luz.
Cuando alcances la anchura deseada, o cuando la planta posea la mitad de la altura total que debería alcanzar al fin de floración -esto dependerá de variedad- podrás cambiar el fotoperiodo e inducir la floración.
Durante las primeras semanas hay que seguir observando el crecimiento, amarrar las puntas que escapen de nuestra altura deseada e intentando no hacer daño a las flores que empiezan a formarse. Una vez pasado el primer mes de floración el trabajo está hecho, ahora las plantas solo se concentrarán en engordar las múltiples colas de cogollos que hemos conseguido.
Pellizcado, cropping y supercropping
El pellizcado es como un cropping que se quedó a medias, efectivo únicamente para frenar el crecimiento y reforzar los brotes anteriores durante unos días, luego el flujo de auxinas y el crecimiento volverá a ser como antes. La manera de realizarlo es situar pulgar e índice sobre el tallo entre los dos últimos nudos de la planta y apretar hasta notar un crack, en ese momento habremos obstruido la circulación de nutrientes dirigidos a la punta y se reforzaran los nudos anteriores al «pellizco». La zona se volverá un poco morada y se formara un pequeño bulto o callo pero en unos días todo será como antes, se puede ir repitiendo para frenar un poco la altura cuando se cree el siguiente nudo.
El cropping y el supercropping ya son técnicas que implican un mayor estrés en la planta. Frenan el crecimiento vertical del tallo y lo convierten en horizontal pellizcando el tallo y luego doblándolo dejando que repose por su propio peso. Si realizamos esto en floración un poco avanzada, lo mejor sería entutorar o dejar sostenida la rama para que la planta se ocupe únicamente de engordar el cogollo.
El cropping se ocupa únicamente de doblar el tallo central o una rama, el supercropping es realizar esto en un área extensa de la planta. Si hay varias puntas hay que realizar el cropping en el mismo punto del tallo en cada punta. Esto desencadenará un mayor estrés y movimiento hormonal.
En un pliegue suave del tallo los brotes de la punta se dirigirán hacía la luz en unos días y se habrá formado un callo parecido a cuando se pellizca. En un pliegue más pronunciado en el que se ha rasgado el tejido externo del tallo debemos encintar para mantener seca la herida y nos llevara unos 10-15 días ver una mejora visible de la planta.
La manera de realizar esto es agarrar con pulgar e índice el tallo, en un punto intermedio entre los dos últimos nudos y con una distancia a la punta nunca mayor a 10-15cm, apretamos con seguridad hasta sentir que quiebran los tejidos y moviendo suavemente de adelante a atrás para suavizar el pliegue lo dejamos reposar en su caída natural, quedará horizontal o incluso a más de 90 grados.
Otros cultivadores aprietan y realizan una torsión en el punto en vez de un pliegue recto, las consecuencias son las mismas. Es mejor asegurar este plegado para que el tallo no levante de nuevo, por ejemplo usando la técnica LST.
Siempre es mejor utilizar el cropping desde la etapa vegetativa, si hay que usarla en floración disponemos de las dos-tres primeras semanas para seguir cropando aunque quizás nos aumentemos un poco el tiempo de cosecha.
Scrog o enmallado
El Scrog (screen of Green) o enmallado es utilizar un marco o malla, generalmente de madera o pvc que usa cuerda para formar cuadrados de una anchura recomendada de 5 por 5cm.
Situado a un palmo de las macetas, iremos entrelazando los tallos que crezcan por encima del marco hasta crear una superficie plana y ancha de brotes entretejidos. Cuando este casi tupida pasamos a florecer. También durante las 2-3 primeras semanas debemos seguir doblando e intentando que ninguna punta destaque en exceso sobre el resto de la canopia.
A partir de ahí los cogollos engordarán y nuestra «pantalla» servirá de soporte a todas las puntas ejerciendo la función de esqueleto que sostendrá el peso de las flores y aumentando el peso total que producirán.
En futuros artículos podemos ver más detalladamente cultivos completos usando alguna de estas técnicas para que podáis convertiros en auténticos expertos del moldeado de la planta de marihuana.
¡Buena y verde semana!