Por Gorka Aguirreche
En el artículo anterior repasábamos la luz y la temperatura como factores determinantes para crear o controlar un buen clima en nuestros cultivos in-door. Junto con la humedad y la recirculación del aire completan, a mi entender, los cuatro puntos a tener en cuenta para que nuestras plantas estén lo más cómodas posible durante su ciclo vital.
Estos dos últimos puntos a tratar, bien considerados, nos evitarán en gran medida tratar con plagas y hongos y nos ofrecerán un control sobre los riegos y la temperatura.
La humedad
Quizás el factor más descuidado por todos. Una baja o alta humedad no parece afectar tan significativamente a las plantas como una baja o alta temperatura, pero controlarla adecuadamente en las diferentes etapas de la planta puede favorecer un crecimiento fuerte y sano.
Si la humedad en el cuarto de cultivo es alta, las hojas absorberán vapor de agua y no necesitarán hacerlo por las raíces, que es por donde asimilan los nutrientes que incluimos en el agua de riego. De esta manera la rutina de riegos y abonado puede verse afectada, y reflejarse en el estado de la planta si no sabemos apreciar el cambio en la humedad relativa.
Ocurre el efecto contrario con una humedad demasiado baja, las plantas se verán forzadas a tomar más agua vía radicular y con ella, más nutrientes que pueden provocar un exceso o futuros bloqueos de los mismos.
Cuando las plantas se encuentran en estado vegetativo una humedad en torno al 60-70% es ideal para ellas, al no haber formado aún un vasto sistema de raíces, las hojas ayudan mucho aportando agua y el crecimiento se verá muy desarrollado. Con bajas humedades la planta no crecerá tanto como hubiera sido capaz ni se verá tan sana como aquellas que estuvieran bajo los parámetros correctos.
Una vez el sistema radicular se ha desarrollado y entramos en la etapa de floración debemos bajar el nivel de humedad en torno al 50%, y si fuera posible un 40% en las dos últimas semanas de floración.
Una humedad excesiva en este momento es el caldo de cultivo ideal para el oídio o peor aún, para la botrytis. Ventiladores situados correctamente, creando una brisa que no permita puntos húmedos ayudarán a defendernos del oídio, pero si los cogollos crecen demasiado y se forman gotas de agua en su interior debido al exceso de humedad, las posibilidades de encontrarnos con el moho gris aumentarán.
Al igual que recomendé cuando repasábamos la temperatura en el artículo anterior, contar con un termohigrómetro en nuestro cultivo nos dará la posibilidad de tener estos dos factores medidos continuamente y por un precio ridículo.
Podemos influir en el aumento y disminución de la humedad con la temperatura, humidificadores, ventilación y extracción. En algunos casos extremos con deshumidificadores pero la verdad es que he visto pocos casos en los que la humedad relativa es continuamente alta, algún cultivo en bodegas subterráneas donde es muy difícil controlar el exceso.
Extracción y ventilación
Si la humedad era el factor al que menos atención se le presta, la ventilación es el siguiente competidor por ese triste puesto. La mayor parte de los cultivadores colocan un único ventilador, ese que todos tenemos en casa para el verano, apuntan directamente a las plantas y ale, recirculando.
Menos mal que el sistema de extracción es obligatorio para funcionar con los equipos de sodio. Un foco de 600w sin extracción hace que el control de temperatura sea una odisea continua. Al colocar el extractor ya conseguimos sin querer un movimiento del aire en el espacio de cultivo, en muchos armarios se puede crear sólo con él una intracción pasiva y esto hace que muchos libréis de problemas por pura suerte.
En mi opinión y durante todo el cultivo las hojas han de vibrar, ojo, no estar sacudidas, solo vibrar y comprobar que todas lo hacen, si encuentras sitios donde no se nota la brisa hay que reajustar los ventiladores para cubrir ese hueco que más adelante puede ser un punto ideal para el asentamiento de plagas y hongos. Mover el aire de manera correcta en el cuarto de cultivo ayuda enormemente a la defensa de las plantas frente araña roja u oídio por ejemplo.
Yo utilizo dos ventiladores oscilantes situados uno en frente del otro, encontrados, pero a diferente altura. Uno a la altura de la parte alta de las macetas (20-30cm) y otro sobre la punta de las plantas (50-60cm).
Si apuntamos directamente a las plantas, las hojas pueden tomar forma de garra, es una manera de ¨quemarse¨por el efecto del ventilador, podéis ver en la foto el efecto producido por una corriente continua en un punto fijo del cultivo.
El hecho de mover el aire en el cultivo tiene varios beneficios, hemos mencionado que alguna plaga, como puede ser la araña roja, no se siente cómoda con el viento y que contra hongos como el oídio es efectivo un buen sistema de recirculación. A esto podemos añadir un reparto igualitario del CO2 que hay en el cuarto de cultivo, este gas, al ser más pesado que el aire simplemente desciende y si no lo movemos no lalcanzará a todas las plantas.
También destacar el fortalecimiento de los tallos, el hacer vibrar a la planta le indica que tiene que crear una resistencia a ese aire que estamos produciendo, y por último un pequeño descenso de la temperatura y humedad aunque simplemente moviendo el aire no es significativo, para eso esta la extracción,
Sin un extractor con la suficiente potencia para desalojar el aire cargado y caliente de nuestro espacio de cultivo estamos vendidos, los problemas pasan por quemaduras por calor en las hojas, plagas y hongos afines a las alta temperatura y humedad respectivamente, baja calidad e los cogollos y menor producción…
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La manera de calcular la potencia de extracción necesaria es sencilla, primero hemos de multiplicar el largo x ancho x alto del espacio de cultivo. Por poner un ejemplo, un armario de cultivo de 1 x 1 x 2m tiene 2m³ de volumen, para que la extracción sea eficiente ha de sacar esa cantidad de aire por minuto por lo que multiplicándolo por 60, tenemos 120 m³/hora.
Aunque esto sería lo ideal ahora hay que sumar curvas y codos si hay un conducto que ayude a una mejor extracción, y sobre todo, si el desalojo de aire se puede producir en linea recta. Un filtro anti olor es un verdadero tapón para los extractores, obligan al aire a pasar por el poro entre el carbón activado mermando mucho la potencia del extractor.
Si colocamos un filtro yo doblaría la potencia necesaria, y sumaría un 30-40% por cada curva. Aproximadamente un extractor entre los 240 y 320m³ sería más que suficiente para desalojar el calor de ese espacio cada minuto.
La intracción ha de ser siempre, por pura lógica, de menor potencia que el extractor, esta diferencia de caudales crea presión negativa, y gracias a ella se consigue que todo el aire salga por el conducto de extracción, no por debajo de la puerta o rendijas.
No voy a extenderme en cálculos porque el tema es el control del clima pero ya habiendo elegido el extractor e intractor adecuados a nuestro lugar de cultivo, podremos controlar completamente la temperatura y humedad recreando para nuestras plantas un ambiente parecido al que se puede producir en exterior.
El aire caliente, más ligero que el frio asciende y el extractor que debemos tener colocado en la parte alta del armario lo echará fuera de manera efectiva, cuanto menos recorrido tenga que recorrer ese aire hasta su desalojo, más efectivo será el extractor.
La humedad se produce por la transpiración de las hojas, en un ambiente de baja humedad temporizaremos los extractores y con el armario cerrado y sin desalojo de aire la humedad subirá. En ambientes húmedos el extractor funcionará continuamente para llevarse el vapor de agua producido por las hojas, hay que tener en cuenta que plantas pequeñas con pocas hojas producirán poca humedad pero plantas frondosas generarán mucha más humedad si cortamos extracción.
Crear un clima ideal para nuestras plantas no es una ciencia exacta, siempre decimos que cada sitio es único y hay que ajustar todos estos factores al lugar de cultivo, pero simplemente tenerlos en cuenta por su orden de importancia os recompensará con plantas más fuertes y sanas y estas os darán cosechas mas abundantes y de mayor calidad.
Espero haberos ayudado a entender un poco mejor el control del clima en interior con estos dos artículos y que hayan sido sencillos de entender.
¡Qué tengáis una buena y verde semana!