Por Gorka Aguirreche, El jardín de la Alegría.
En esta ocasión voy a explicaros cómo hago yo los esquejes. Existen infinidad de técnicas y cada uno aplica las suyas, siempre que tengan éxito y los esquejes se mantengan erguidos y sanos todas son correctas, pero hay puntos en común que deben respetarse, lo hagas como lo hagas, para asegurar una buena tasa de enraizado.
Los esquejes necesitan al principio humedades relativas por encima del 80%, al no tener raíces necesitan tomar el agua del aire. Personalmente recomiendo mantener una humedad superior al 80% los dos primeros días, luego si baja un poco o se mantiene en el 80% no debería haber problema.
La temperatura, al igual que ocurre en la germinación, es muy importante. Los esquejes deben mantenerse en un lugar donde podamos establecer los 21º más o menos. Si la temperatura subiese, aparte de deshidratar las plantas, con tanta humedad podríamos tener problemas de hongos al tocarse unas hojas con otras. Por el contrario si la temperatura baja de 19-18º el enraizamiento se vería ralentizado.
Otro paso fundamental que siguen todas las técnicas es una vez cortados colocar todos los esquejes de la planta madre en un vaso con agua. El motivo es que el tallo absorberá un poco de agua y evitará que las burbujas de aire queden encerradas en el tallo, pudiendo provocar algo similar a un trombo, así que utilizarlo. Aparte de este beneficio es muy cómodo ir cortando y situando en el vaso, es más, podrían enraizar en ese mismo vaso de agua si vas renovando el agua.
Excepto en los sistemas aeropónicos todos los esquejes utilizan sustrato o mezclas de perlita y vermiculita, corcho, arena….No hace falta que sea un sustrato con gran cantidad de nutrientes, pues los esquejes no tienen casi demanda de los mismos en un principio. Es esto lo que abre un amplio abanico de posibilidades en cuanto al soporte de nuestros clones y por tanto ofrece mucha variedad en las técnicas a utilizar.
Lo que enraíza de un esqueje es el nudo o par de hojas así que el corte siempre ha de ser un poco por debajo de ese nudo o par de nudos que queremos enraizar –un cm basta –, quitamos las hojas de ese nudo y ya podríamos aplicar las hormonas de enraizamiento aunque mucha gente recomienda raspar superficialmente antes ese nudo para ayudar y acelerar el proceso.
La luz preferiblemente ha de ser de espectro blanco (6400K) pero no tiene porque ser de alta potencia, con fluorescentes de baja intensidad agarra perfectamente. Personalmente uso una CFL Agrolite de 150w para mis clones pero se podría hacer con leds o fluos de 18w tranquilamente.
Bien, ahora que tenemos estos puntos claros, vamos al lio :).
Para hacer los clones necesitaremos lo siguiente:
– Jiffys
– Arlita o arcilla expandida
– Hormonas de enraizamiento
– Esquejero
– Tijeras o bisturí
– Planta madre
Lo primero que hago es remojar la arlita y aclararla para quitar el polvo que trae, si usáis un esquejero pequeño con 5L de arlita es suficiente. Una vez lavada coloco una capa de unos tres dedos en el fondo del esquejero.
Ahora hincho los jiffys, los sumerjo en agua tibia y se van hidratando. Lleno un vaso de agua templada y con las tijeras comienzo a limpiar la madre, un cm por debajo del nudo corto en ángulo de 45º y voy dejando los esquejes en el vaso, así hasta que saco todos los que quiero y devuelvo la madre a su sitio para llevarme otra. Atención aquí: si la siguiente planta madre es de otra variedad uso otro vaso de agua marcado con la variedad que voy a clonar.
A mí me gusta más, quizás por costumbre, sacar esquejes pequeños, un nudo, que enraizar y uno o dos superiores. Hay cultivadores que enraízan esquejes mucho más grandes ganando así tiempo al vegetativo después pero yo suelo ir sin prisas y me convencen más los peques.
De esta manera las plantas madres solo salen un momento de su clima para volver rápido al mismo y por otro lado ya tenemos preparados el esquejero con la arlita, los jiffys hinchados y vasos de agua con clones esperando.
El siguiente paso es recortar un poco las puntas de las hojas, esto nos dará más espacio para que no se toquen y además prevendrá la deshidratación. Continúo eliminando el primer par de hojas bajas, que dejarán limpio el nudo que quiero enraizar, y ya tengo preparado el esqueje para aplicar las hormonas de enraizamiento.
Estas hormonas vienen en gel o en polvo, yo prefiero gel porque se adhiere mejor al tallo pero hay cultivadores que utilizan ambos. Primero mojan en gel y luego pasan ese tallo impregnado por el polvo antes de introducirlo en el sustrato o soporte.
El más famoso de estos geles era Clonex de la marca Ionic pero ahora está pasando trámites burocráticos para poder seguir comercializándose en España (aunque sorprendentemente algunas grows lo tienen). Aun así hay muchas opciones como Root it, Vitrovit, Clonfix…
Una vez tenemos el esqueje preparado, untamos el nudo con el gel y lo introducimos en el jiffy. Suelo abrir un poco el agujero antes para no obligar al tallo y sobre todo evitar que el gel no se quede en la superficie, una vez dentro aprieta el jiffy que soltará su exceso de agua y asegúrate que la turba queda en contacto con el nudo que hemos enterrado.
A veces utilizo hilo normal del de cualquier costurero que hay en casa para darle unas vueltas al jiffy y forzar ese contacto, no hace falta hacer nudo porque debido a la humedad se queda pegado. Una vez hecho esto lo coloco en el mini invernadero o esquejero y continuo haciendo lo mismo con todos los esquejes.
Cuando están todos dentro, coloca la bandeja en el sitio donde van a estar hasta que tengan raíces y añade dos dedos de agua en un esquejero de los pequeños que suelen andar en los 34x24x16 cm. Con un litro de agua suele bastar si añadiste tres dedos de arlita.
Es muy importante dejar esa diferencia entre el nivel del agua y de la arlita, hay esquejeros que son opacos y no se ve, pero en otros al trasluz puedes ver el nivel del agua. Si no estás seguro de poder hacerlo bien, realiza este paso antes de poner los esquejes y así puedes añadir más arlita o agua de manera más sencilla, según lo que falte.
Una vez hecho todo, coloco la tapa o cúpula con las ventanas cerradas para provocar una humedad muy alta en su interior, los sitúo bajo la luz y con esto me olvido hasta el día siguiente.
Pasadas 24/48 h abro las ventanas y, si las hojas de los clones no se tocan entre ellas, pueden estar las 48 h perfectamente. Con este sistema no hace falta abrir para pulverizar continuamente los clones como ocurre en el resto de métodos.
El agua subirá a los jiffys cada vez que éstos pierdan su punto óptimo de humedad a través de la arlita gracias a su porosidad. Volviendo al ejemplo del invernadero pequeño con un litro, litro y medio de agua, tenemos para aproximadamente 7 días antes de tener que añadir algo de agua por lo que se vuelve muy cómodo hacerlo de esta manera.
Cuando pulverizamos un esqueje le estamos diciendo a la planta que tome la comida a través de las hojas frenando así el desarrollo radicular. Sin embargo en este sistema, a partir del segundo día –cuando abrimos las ventanas –, las raíces se ven forzadas a bajar a por el agua mejorando así su formación. Esto no quiere decir que sea malo pulverizarlos pero yo personalmente no lo hago.
Entre los siete y diez días ya estarán los esquejes con suficientes raíces para retirar la cúpula y dejarlos sin ella: si al rato los esquejes aun se mantienen erguidos entonces están preparados para el trasplante a macetas, si caen volveremos a poner la tapa y probamos de nuevo en un par de días.
Con muy poca inversión, en un espacio reducido y con este método tan sencillo podemos proveernos de esquejes cada vez que podemos nuestras plantas. Probadlo, empezad con unos pocos y comprobad qué es lo que ocurre. Así, aprenderéis y disfrutareis del cultivo de marihuana más allá de lo básico y mejorareis como cannabicultores con cada ensayo.
Espero ayudaros a esto mismo, animaros a tomar riesgos, a realizar podas y clones y a que disfrutéis probando como yo lo hago :).
¡Qué tengáis una buena y verde semana!