Gorka Aguirreche, El jardín de la Alegría.
Ya estamos metidos en mayo, el mes perfecto para sembrar variedades autoflorecientes en exterior y trasplantar nuestras pequeñas matas a los huertos, jardines o cultivos de guerrilla para que empiecen a disfrutar plenamente de los beneficios de recibir la luz solar.
Dependiendo de tu situación geográfica puede que ya hayas sacado tus plantitas fuera, cuanto más al sur antes se sacan las plantas. En mi zona, Salamanca, es más o menos ahora cuando empezamos a hacerlo. No tiene mucho misterio pero hay que tener algunas cosas clara para que tengamos éxito en nuestra cosecha.
Muchos cultivadores me preguntan si es mejor hacer dos o tres trasplantes antes de situarlas en la maceta o sitio definitivo o no hacer ninguno y germinar y crecer en un único lugar. La verdad es que no hay un método mejor que otro, quizás es más sencillo realizar trasplantes ya que controlamos mucho mejor la dosificación de agua en una maceta pequeña y de esta manera favorecemos la oxigenación del sustrato. Es más fácil provocar un exceso de riegos en una maceta grande que contiene una planta pequeña para cultivadores más primerizos. Sin embargo, un cultivador experimentado puede cultivar sin trasplantar sin diferencias notables con aquel que si hizo trasplantes. Así que suelo recomendar que si no sabes demasiado, realices varios cambios de maceta según la planta tome tamaño. Y si ya sabes lo que haces… este no es el tipo de pregunta que me harías jaja.
Aun sabiendo lo que se hace y sin trasplantes intermedios la gran mayoría de los cultivadores avanzados germinan y pasan a un vasito de plástico o maceta tamaño yogur. Ya con ese pequeño cepellón salen a exterior y se le suele colocar una pequeña cúpula, por ej. una garrafa de agua con la base cortada, para hacer de mini invernadero y protegerla de los pájaros. Una vez que la planta toca con sus hojas el plástico hay que retirar lo antes posible esta cúpula y dejarla crecer al aire libre. Para aquellos, y me incluyo, que usamos varias macetas en el ciclo vegetativo de la planta la cosa cambia y surgen otras preguntas como por ejemplo ¿cuándo es el momento de pasarla a una maceta de mayor volumen? La respuesta que le doy a mis clientes es que imaginen que todo lo que la planta ha conseguido en alto y ancho por arriba también lo ha conseguido por abajo y que siempre es mejor adelantarse en trasplantar que hacerlo tarde. Siguiendo este consejo es fácil adivinar cuándo las raíces de nuestra planta toman todo el sustrato, en el momento en que la planta es tan alta como la maceta que la contiene la raíz principal habrá llegado abajo y además si las hojas ya llegan al borde de la maceta sabremos que las raíces ya se han extendido horizontalmente hasta el límite que el contenedor impone. Es en esos días el momento ideal para realizar un trasplante.
Si dejáramos las plantas en contenedores pequeños durante demasiado tiempo se produciría un fenómeno llamado espiralización de las raíces. Al llegar al fondo de la maceta la raíz principal comienza a formar una espiral y a retorcerse sobre sí misma pudiendo llegar a estrangular las raíces y provocando daños en la planta. Cuando una planta sufre de espiralización su apariencia es decaída, como si tuviera sed continuamente y aparecen síntomas de carencias en las hojas. Es frecuente ver cultivadores que al trasplantar una planta, ellos mismos enrollan las raíces para situarla en el agujero provocando de esta manera que la espiralización se produzca.
Otra de las preguntas recurrentes es ¿cuántos trasplantes se deben hacer? Ciertamente no hay una regla fija porque varía mucho si vamos a tierra madre o a acabar en una maceta de 11L. Personalmente siempre me gusta empezar por una maceta no más grande de 3L, ya sea un vasito, yogur, o incluso algo más grande como 1 o 1,65L pero nunca más de 3L. Cuando la planta llega holgadamente a los bordes y posee la altura de la maceta planteo el cambio a un contenedor mayor. Si mi maceta final es 11L en interior mis cambios serían de yogur a 3L y de estos a 11L. Si hablamos, por ejemplo, de llevarla a una maceta de 50L en exterior sumaríamos este paso a los ya dados: yogur – 3L – 11L y acabamos en 50.
Bien, resuelto esto de momento la siguiente pregunta que suele caer es ¿qué tamaño de maceta final tengo que usar?. Parece una pregunta extraña pero os aseguro que se me hace con frecuencia y cuando el cultivador es novato hay muchas dudas. Es sencillo, las macetas confinan y limitan las plantas, dependiendo del objetivo de cada uno así debería ser la maceta elegida. Por poner un ejemplo las macetas de 7L albergarán de manera ideal plantas de unos 50cm, al igual que unas de 11L serán perfectas para plantas de 70-80cm. Todos los trasplantes han de hacerse durante el ciclo vegetativo, nunca en floración o lo pagarás en el resultado de la cosecha. Cada vez que sacamos la planta de su actual contenedor para llevarlo a otro podemos provocar un shock o golpe de estrés en ellas y como ya sabéis durante el ciclo de floración hay que evitar esto a toda costa.
Ahora que ya hemos resuelto las principales dudas y ya sabemos cuándo, cuántos y donde trasplantar solo nos queda saber el cómo. Dos días antes de realizar el cambio riega los vasitos o macetas pequeñas, si ya son contenedores grandes quizás hagan falta más días. El sustrato ha de estar compacto, ni mojado ni seco, de esta manera el cepellón saldrá entero con la tierra y será muy fácil trasplantar.
Si las raíces no hubieran llegado a tomar todo el sustrato y se desprende tierra no agites la planta ni intentes quitar o limpiar tierra, con cuidado de no dañar las pequeñas raíces lleva la planta a su nuevo lugar.
El momento ideal para realizar un trasplante es a primera hora de la mañana o a última para proteger a nuestras raíces de la luz. Si lo hacemos en interior siempre indico a mis clientes que se coloquen entre el punto de luz y la maceta para dar sombra continuamente a la planta que tendremos en el aire por unos instantes.
Cava un agujero en la nueva maceta un poco mayor del tamaño de la antigua maceta, si es un vasito, te puede servir como molde para saber si has cavado lo suficientemente hondo o ancho antes de sacar la planta de su maceta y así no encontrarte con la sorpresa de que la planta no entra en su nuevo contenedor y tú con ella en la mano ;).
Una vez colocado el plantón aprieta ligeramente y dale un riego abundante, si es con un estimulador radicular mejor que mejor. Intenta que las plantas estén al menos 15 días en sus nuevas macetas antes de cambiar a floración, lo que queremos durante la floración es que centren todas sus energías en crear cogollos, si están enraizando esto no será posible por no decir que la creación de raíces consume fósforo al igual que la creación de flores. Como último consejo uno sencillo a más no poder, no hay prisa, tomároslo con calma, plantearos los pasos y realizarlos con calma. Las plantas os lo agradecerán.
Si has seguido todas estas indicaciones puedo asegurarte que las plantas no sufrirán ningún shock y crecerán fuertes y sanas en sus nuevos lugares. Como comentaba al principio no existe un método, ni una mejor manera, cada uno con la experiencia del ensayo y error hemos ido aprendiendo y os invito a recorrer ese camino y a mejorar como cannabicultores.