Desde hace unas semanas, se han venido sucediendo los cierres de cuentas relacionadas con el cannabis en el portal de vídeos online Youtube. La empresa, propiedad del gigante Google, cerró el pasado abril canales emblemáticos por su cantidad de subscriptores, como el de Joel Hradecky, conocido en YouTube como Customgrow420 y, activista con 1,5 millones de suscriptores o el foro francés Cannaweed.
En nuestro país, referencias del sector informativo relacionado con la yerba, tales como Undergrow TV o Marihuana Televisión (reactivada el pasado 17 de mayo) también vieron cerrados sus medios, así como los de otras compañías y bancos de semillas nacionales, como Dinafem Seeds o Buddha Seeds.
« ¿Por qué se censuran los canales cannábicos en Youtube? ¿Por qué ahora? ¿Qué hay detrás? Tratamos de ofrecer algunas respuestas en el siguiente reportaje.»
En conversaciones con Andrés M., Digital Manager de Buddha Seeds, uno de los canales cerrados en Youtube, nos explica el tipo de contenido que había subido a la red: “Se trataba de un vídeo que mostraba un seguimiento día a día de una de nuestras variedades. Recibimos un email donde se pedía revisar dicho vídeo. Al poco rato de recibir el correo, automáticamente, cerraron nuestro canal sin poder reaccionar, con la excusa de que habíamos violado sus políticas generales”.
Éste punto coincide con lo explicado a esta revista por parte de Jásminka Romanos, presentadora de vídeos de Dinafem Seeds. Según nos cuenta, “Nos llegó un mensaje que decía así: «Nos gustaría informarle de que debido a repetidas o severas violaciones de las directrices de nuestra comunidad, su canal de Youtube Dinafem Seeds ha sido suspendido«. Este mensaje llegó el 2 de abril a primera hora de la mañana, y a las 9.05 horas nuestro canal desaparecía”.
¿Cómo funciona Youtube?
Aunque desde Cannabis.es hemos intentado ponernos en contacto con Youtube (Google) no hemos recibido ninguna respuesta. Para intentar esclarecer las razones por las que la plataforma llevaría a cabo esta “limpieza” como ha llegado a ser denominada, recurrimos a la explicación que ofrece Scarlet Palmer, en el blog de Sensi Seeds, marca cuyo canal no resultó afectado. En su artículo, Palmer se refiere al funcionamiento del algoritmo que regula la presencia de vídeos “inadecuados” en el portal. Palmer describe el fenómeno denominado “Adpocalipse”, al parecer, comienza con una reciente actualización del algoritmo para hacerlo más sensible a vídeos con contenidos referentes a armas, racistas u homófobos. Éstos vídeos, marcados como inadecuados, unidos a la desmonetización (término contrario a “monetización”, es decir, a la inclusión de anuncios publicitarios en aportaciones influyentes, con muchos suscriptores y que, por tanto, proporcionan beneficios económicos a quienes los aportan, siendo éstos pagos los modos de vida de muchos “Youtubers” “cannatubers”) de los mismos, provocaron el pánico entre los usuarios que vieron desencadenarse el “Adpocalipse».
En otro artículo, firmado por Alberto Barbieri para La Vanguardia, se apuntan los canales más grandes cerrados por Youtube: Greenbox Grown (13.000 seguidors), That High Couple (28.000), Greengenes Garden (43.000) originarios de EEUU y Remo the Urban Grower que contaba con 190.000 suscriptors en Canadá. Como apunta el periodista, algunos de ellos fueron readmitidos tras borrar algunos vídeos. Barbieri recuerda las políticas de seguridad de la plataforma al prohibir “los vídeos que muestran “abuso de drogas, consumo de alcohol y tabaco por parte de menores, o fabricación de bombas”: “Youtubeproporciona algunas directrices sobre el contenido que permite alojar. A los infractores les manda hasta tres avisos, después de los cuales el canal y todo su contenido es borrado permanentemente. Lo curioso es que esta atención hacia el cannabis es algo novedosa, ya que la plataforma permitió que estos canales proliferaran durante años”. Ésta afirmación refutaría las experiencias de los bancos antes mencionados, pues no habrían recibido ningún aviso previo.
“Sabemos en qué ámbito nos movemos. Es posible que incumplamos sus políticas de seguridad, pero nos extraña que estas políticas existan todavía. No fomentamos el narcotráfico ni la violencia con nuestros contenidos. Naturalmente, no es lo mismo cerrar el canal de una empresa como la nuestra, que cerrar un medio de comunicación como les sucedió a los compañeros de Marihuana Tv o La Mota” comenta Andrés M. “No creo que se trate de una conspiración a nivel internacional, simplemente está en la hoja de ruta de Youtube actualizarse para limpiar su red de vídeos”.
Desde un punto de vista jurídico, “las políticas que motivan estos actos son un misterio. Quizá los mandatarios radicados en EEUU estén motivando cambios de acuerdo con su ideología o presionado por algún organismo internacional. Hay gente en los gobiernos con pensamientos muy prohibicionistas”, aclara Héctor Brotons, titular del estudio jurídico BROTSANBERT. “Esta plataforma comienza como empresa privada, pero ya ocupa un espacio público, la red, y cuenta con una elevada relevancia social que implica Derechos Humanos y Ciudadanos. Tienen responsabilidades, no pueden censurar temas por las buenas”.
Alternativas
“¿Éste es el fin de Boris Petis?” se preguntaban los conocidos Cannatubers cuando se encontraron con el primer aviso de la red hacia sus contenidos. “La cosa es que tendremos que empezar a hablar de “pepinos” o de “verdura” y dejaremos de fumar porros para fumar “pitillos de liar”. Será un poco ridículo pero también divertido. No vamos cerrar y a largarnos tan rápido” decían en un vídeo al respecto de este tema.
Ante la situación en Youtube, muchos medios del sector cannábico, decidieron establecerse en otras plataformas de video streaming, como Vimeo. “Nos preocupa más cómo reconducir la publicidad propia y ajena. Lamentablemente, el resto de plataformas no tienen la afluencia masiva de público que tiene Youtube”, explica Andrés. “Nuestra postura es buscar alternativas para no dejar de ofrecer vídeos a las personas que confían en nuestras variedades. Hemos creado un canal en Vimeo para seguir comunicándonos con las personas que confían en nuestras genéticas” aclara Jásminka.
“¿Qué puede hacer la gente? Se deben estudiar las formas. Estos casos podrían chocar también con la libertad de expresión y es un tema delicado, sin olvidar su responsabilidad como canal de difusión pública. Podría ser denunciable ante los tribunales” explica Héctor Brotons.
Actualmente, la plataforma continúa sin ofrecer una explicación pública, tan solo aclarando que “investigará los casos particulares de los afectados”.