Desde la aparición del Bitcoin en enero de 2009, la revolución de las monedas digitales ha sacudido los cimientos de los mercados bursátiles y de la economía tradicional. La posibilidad de utilizar una moneda virtual en transacciones valoradas en millones de dólares, abre las puertas toda una nueva gama de posibilidades, entre las que se encuentra la de organizar un auténtico “banco de marihuana”.
El propósito de las monedas electrónicas basadas en la marihuana no es otro que servir a los más de 100 millones de dólares que proporciona la yerba legal, pero ¿cómo funciona algo así?
Blockchain
Para empezar, necesitamos comprender el funcionamiento de cualquier moneda digital. Cuando el equipo de desarrolladores de Bitcoin, bajo el seudónimo de Satoshi Nakamoto, maduró la idea de su criptomoneda, seguramente no sabían que ésta daría lugar a un sistema del cual surgirían tan diferentes procedimientos en industrias emergentes. Éstos sistemas se basan en una tecnología llamada blockchain, cuyo funcionamiento a su vez recuerda a los de los clásicos sistemas de intercambio P2P, tales como Emule o el extinto Kazaa. Simplificando mucho, se trata de una red interconectada de certificación de datos económicos, los cuales son revisados por todos los “pares” del entramado y acumulados en “bloques” que se cierran y codifican con un complicado algoritmo. Ésta “cadena de bloques” es inviolable e inalterable, algo así como si existiera un libro de contabilidad sobre los movimientos de los usuarios y cada uno de ellos tuviera una copia de éste libro (examen por pares). Los datos de los usuarios serían anónimos y todas las cuentas, transparentes y revisables, asegurando un perfecto conocimiento de todo lo que se comercie, lo cual lo hace una red muy interesante para negocios basados en la marihuana, que antes estuvieron sujetos a las condiciones del mercado negro.
Existen dos tipos de redes blockchain, públicas y privadas. Entre las públicas, Bitcoin y Ethereum, son bien conocidas en el sector. En el caso de las privadas, encontramos las relacionadas con la industria de la marihuana, tales como PotCoin, CannabisCoin y MJ Freeway.
“Creo que blockchain es una de las más interesantes aplicaciones para una regulación responsable del cannabis” comenta en su blog Jessica Billingsday, CEO de MJ Freeway. “Si una entidad gubernamental, como un estado, provincia o gobierno federal requiriera blockchain para el cumplimiento y definiera sus parámetros, haría un gran trabajo asegurando un buen cumplimiento auditable. Es probable que esto suceda en una jurisdicción con una filosofía similar a la del Estado de Washington que elige hacer que casi todos sus datos de cumplimiento de cannabis estén disponibles al público.”
“Moneda” de yerba
Todas las criptomonedas comparten un punto en común: intentan eliminar al intermediario (los bancos) en los intercambios comerciales. De esta manera, el dinero que se mueve en estas operaciones, no depende de la propia moneda virtual, si no de la cantidad de dinero que la gente activa para realizar sus compras con ella. De esta manera, PotCoin o CannabisCoin lo que intenta es que la gente que adquiere productos de la industria del cannabis, utilice su sistema de pago para pagar esos bienes y servicios. “De este modo, una vez que el cliente ha elegido su producto cannábico, el empleado del dispensario le pregunta cómo quiere hacer su pago: en efectivo o con moneda virtual. En caso de que prefiera esto último, el comprador puede utilizar una tarjeta de crédito para comprar bitcoin o litecoin […] el cliente poseerá el valor de la compra en criptodivisas y las podrá canjear en el propio dispensario. También puede optar por cargar más dinero en criptomonedas para usarlo en otros establecimientos que acepten esta forma de pago. Sea como fuere, una vez que el cliente finalice la compra, POSaBIT (sistema de pago para con tarjeta) almacena el importe y luego lo envía en dólares estadounidenses a la cuenta bancaria de la tienda” explica D. Civantos para un artículo de Dinafem.
Las ventajas de este tipo de pagos serían precisamente, su rastreabilidad y su transparencia, que permitirían a las autoridades auditar las transacciones, evitando antiguos patrones del mercado negro. Según Javier Bastardo (Criptonoticias) para Infocannabis: “La blockchain podría ofrecer controles más eficientes contra el narcotráfico. Haciendo un registro pormenorizado de la cadena de siniestro de cannabis, tanto los componentes de la Industria como las autoridades competentes, tendrían una idea más clara de la procedencia del producto con el que comercian, confirmando que su origen no esté en el mundo del narcotráfico, y brindando confianza al consumidor, que podría comprobar no solo el origen de su yerba, sino las características en torno a niveles de CBD, THC y otros elementos de la composición.”
Pagos inmediatos, transparencia, auditoría y nuevas tecnologías, aunándose para unir legalidad e industria del cannabis.
España
En nuestro país, no existe una legislación aplicada particularmente para la adquisición y cambio de monedas electrónicas. Sin embargo, la marihuana a día de hoy sigue siendo ilegal, lo que dificulta enormemente la progresión de la Industria del cannabis para la cual fueron inventadas estas criptomonedas.
No hay que desesperarse. Existen varios lugares en España donde es posible comprar con moneda virtual, entre ellos, varios growshops en Marbella, Fuengirola y Barcelona. Usted puede comprar PotCoin para adquirir productos en estos establecimientos a un atractivo cambio de 1 POT a 0.05 EUR (0,06 USD) o 1 XCI (CannabisCoin) a 0,02 EUR.
Los métodos de control monetario por parte de la banca están llegando a su fin. Con las criptomonedas, aparece un nuevo horizonte comercial que permitirá escapar a los pequeños consumidores del mercado negro para ocupar los clubes y los growshops con total transparencia. Al menos, en lugares donde la yerba sea legal.