El sabor, el olor, la potencia… son características que vienen fijadas por la genética, dependiendo de los parentales de su procedencia. Por eso, existen plantas con un olor profundo, como la familia Skunk, y otras que huelen mucho menos. Pasa lo mismo con la potencia y el sabor.
Lo primero en lo que me voy a centrar es una serie de consejos básicos para todos aquellos cultivadores que priman la cantidad antes que el sabor o aroma de una variedad. Esto depende mucho de las preferencias de cada uno: yo siempre prefiero un sabor placentero y un aroma embriagador antes que sacar unos cuantos gramos más por planta.
Consejos básicos para obtener una alta producción
Lo principal es elegir semillas muy productivas. Si desconocemos cuáles son, hoy en día gracias a las redes sociales es muy fácil preguntar directamente a los bancos de semillas cuáles son las que buscamos. Ellos estarán encantados de aconsejarte y facilitarte toda la información que necesites sobre sus variedades. Una vez que tengamos varias buscadas, solo nos quedará decantarnos por cuáles poner en el cultivo.
Es recomendable el uso de sustratos de calidad destinados para el cannabis, o bien crear nuestra propia mezcla comprando por separado lo que necesitemos. He visto como muchos cultivadores gastaban un dineral en su equipo y semillas y, después, por ahorrarse unos euros, compraban un sustrato universal de mala calidad, echando a perder su cosecha. Esto era debido a que en el sustrato venían huevos de insectos que perjudicaron el cultivo y/o, además, no traen la composición adecuada para el cultivo de cannabis. Como conclusión, no os vale la pena ahorrar un poco de dinero en el sustrato porque si utilizáis el adecuado, al final ellas lo recompensan con la cosecha final.
También es importante elegir el tamaño adecuado de maceta para cada tipo de cultivo. Cuanto mayor sea la maceta, más grande será la cosecha. Pero también alargará la etapa de crecimiento debido a que las raíces deben colonizar todo el espacio. Por eso, es recomendable estudiar el tipo de técnica que vayamos a utilizar, pudiendo así elegir el tiesto más adecuado.
El uso de macetas de tela incrementa la masa radicular en relación con las de plástico. Esto es debido a la circulación del aire en las raíces y la mayor disposición de oxígeno, consiguiendo unas plantas más saludables y robustas, por lo que notaremos un aumento en la cosecha.
Es muy importante mantener unos correctos parámetros en el cultivo: una tabla nutricional adecuada para cada etapa, una correcta iluminación para nuestro espacio de cultivo, el control del Ph y la EC en el agua de riego, los rangos de temperatura, la humedad ambiental, la extracción e intracción de aire… Todos estos factores interfieren en el desarrollo de nuestras plantas, pero mantenerlos todos ellos bajo control a lo largo del cultivo no asegura que las plantas desarrollarán el máximo potencial que les permite su genética.
Existen diferentes técnicas que podemos aplicar a nuestros cultivos con el fin de aumentar la cosecha final: SOG (Sea of Green), SCROG (Screen of Green), supercropping, podas… Cada una de estas técnicas, bien realizadas, puede mejorar el rendimiento total de nuestra cosecha… En interior es muy importante aprovechar el espacio y la luz de nuestro cultivo si queremos masificar nuestros resultados.
Antes de entrar en la floración podemos realizar una poda bajera, eliminando así todas las ramas y hojas de la parte inferior. Gracias a esto se desarrollará mejor la parte aérea de la planta y nos ayuda a prevenir los hongos, debido a que de esta forma la partes bajeras estarán más aireadas.
<<Es más fácil remediar una carencia que un exceso>>
Una frase que recuerdo en muchos de mis artículos es que, a veces, menos es más. Es más fácil remediar una carencia que un exceso. No le deis a la planta más nutrientes de los que puede asimilar. Con el riego pasa lo mismo: regar demasiado puede provocar una asfixia radicular debida a la falta de oxígeno, desarrollar una podredumbre radicular y, en último caso, su muerte. Cada planta es un ser vivo individualizado y distinto; no todos comemos lo mismo y ellas tampoco, por eso siempre es mejor comenzar a aplicar las tablas nutricionales a la mitad de la dosis recomendada, dejar unos días actuar y ver cómo responde. En caso de que veamos empezar alguna carencia, aumentaremos la dosis.
¿Cómo engordar mis flores?
Anteriormente os he dejado una serie de consejos que ayudarán a aumentar el peso de las flores, consiguiendo unos cogollos duros y densos.
Transcurridas 2 o 3 semanas después de cambiar el fotoperiodo a 12/12, salimos de la etapa de prefloración (en esta fase aporto una dosis de fertilizante de crecimiento) y entramos en la fase de floración. Nuestras plantas dejarán de crecer en altura para destinar todas sus energías al desarrollo de las flores. En estas semanas podemos comenzar a añadir un estimulador de floración y su abono base en pequeñas cantidades. En el momento que veamos que empiezan a salir los cogollitos en las ramas, modificaremos su alimentación.
Durante la fase de floración necesitaremos como mínimo un abono base, rico en fósforo y potasio, que son los dos nutrientes más demandados en esta etapa.
Para la fase de engorde, seguiremos usando el abono base, añadiéndole carbohidratos y un PK 13-14. Esta etapa suele empezar en la semana 4 o 5 de la floración, dependiendo la variedad. Hay muchos cultivadores que ya comienzan aplicándolo a los comienzos de la floración, en dosis muy reducidas. En las siguientes semanas se va incrementando poco a poco, hasta al final acabar llegando a la dosis recomendada por el fabricante.
Con solo tres productos durante la etapa de floración, podemos obtener unos excelentes resultados si los aplicamos correctamente. Si tenéis alguna duda en relación con su aplicación, siempre podréis contactar con la empresa para que os asesore correctamente. Uno de los principales problemas al iniciarse en la cannabicultura es el de los abonos. Nunca recomiendo en los primeros cultivos comprar gamas de abonos de 7 o más productos para el cultivo. No digo que no sea una marca buena, pero para empezar es mejor aprender a manejar una gama de abonos básica a la perfección, y luego ya ir añadiendo estimuladores, potenciadores…
Con estos pocos consejos, ya podéis ir sacando unas flores más grandes y prietas. Con ello también tendréis que estar atentos a los ataques de hongos como el moho gris. Cuanto más grande y duro es el cogollo, más facilidad tiene de aparecer algún hongo en su interior. Podemos prevenirlo realizando aplicaciones de aceite de neem y cola de caballo durante toda la fase de crecimiento y prefloración hasta la aparición de las primeras flores.
Un truco que usan los profesionales para el engorde de las flores es el aporte de CO2. Para que el CO2 tenga efecto, se necesita tener todos los parámetros controlados: temperatura, humedad, ventilación, etc. Pero también podemos aportar un extra de CO2 en nuestro cultivo añadiéndolo al agua de riego. Para ello, existen a la venta unas pastillas que se vierten en nuestra agua.
Aunque, para mí, no sirve de mucho obtener una gran producción si no destaca el sabor y el olor de las variedades. Por eso, siempre es imprescindible independientemente del tipo de fertilizante que usemos, realizar un buen lavado de raíces 15-20 días antes de la cosecha. Con ello conseguiremos eliminar todas las sales minerales, mejorando cuantiosamente la calidad final del producto.
Después de ello, tendremos que realizar un correcto secado y curado, obteniendo así un cannabis de alta calidad.
Seguiremos en el siguiente artículo con temas relacionados con la etapa final de la floración. Os deseo los mejores humos y que os apoyéis para autocultivar y así poder seguir cultivando nuestras ideas.