Gorka Aguirretxe
En el anterior artículo explicamos el funcionamiento de este sistema de cultivo hidropónico, qué modelos DWC hay en el mercado e incluso cómo montar vuestro propio sistema para iniciaros. Ahora toca sacarle rendimiento al DWC que fabricamos.
Nos quedamos en el momento de añadir agua con nutrientes al depósito, y este paso se vuelve muy sencillo si disponemos de un tanque o contenedor con tapa de unos 50L. En él, tendremos preparado de antemano el líquido nutriente, con el Ph ajustado.
Cambiar el depósito
Si lo hacéis de este modo, es más rápido cambiar el depósito del DWC. Recordad que hay que hacerlo una vez por semana. Para el momento del cambio, podéis usar la imaginación, como hemos venido haciendo hasta ahora. Por ejemplo, si eleváis el DWC, gracias a una manguera, podréis vaciarlo aspirado o por gravedad, o se puede usar una pequeña bomba de achique que envíe el agua a otro depósito externo.
Hay varias maneras: la más económica y que menos trastocaría a las plantas y a sus raíces es utilizar un tubo con el que, aspirando de un extremo, crearemos vacío y el líquido correrá por su interior hasta el otro extremo, donde situaremos un cubo. Si ideáis un método en el que la tapa puede quedar sin el depósito y os podéis llevar este a vaciar, no os preocupéis por las plantas, 5-10 minutos pueden estar tranquilamente al aire sin que las pase nada.
Solución de riego
Bien, pues en nuestro contenedor de reserva de 50L prepararemos la solución añadiendo la mitad de la dosis indicada del fertilizante que uséis. Este debe ser específico para hidro. Usar unos 30L de agua, añadir el fertilizante, remover y dejar que se estabilice al agua, coger una muestra del agua y medir el Ph.
Ya vimos la importancia que tiene en el cannabis un Ph correcto, pero, resumiendo, este valor debería estar entre 5.5 a 6.5. Si usas un medidor digital, podrás clavar estos resultados, pero si lo que tienes es un medidor de gotas, que se basa en una escala de colores, ajusta al color indicado en 6.
Dependiendo de lo que marque nuestro medidor, añadiremos Ph down o Ph up (particularmente me gustan los de la marca General Hydroponics). Removeremos la solución, dejaremos que se estabilice y volveremos a medir. La primera vez lleva más tiempo encontrar la cantidad exacta, las siguientes es más rápido.
Ahora que tenemos la mezcla perfectamente preparada, vamos a llevar la mitad (15L) a nuestro sistema hidro. Usaré la medida de 15L, suponiendo que vuestro depósito es de 40-50L, pero si fuera mayor haced el cálculo. Podéis ir añadiendo el agua poco a poco por el agujero de una de las cestas con cuidado de no desmontar el tubito que dejamos ahí colocado cuando ensamblamos el DWC.
Prueba
Ya tenemos todo preparado para poder enchufar y ver el equipo en funcionamiento. Si es casero, no es mala idea probarlo y comprobar que todos los tubitos en las cestas están irrigando. Y, además, comprobad que nuestras dos piedras difusoras generan burbujas en el líquido que acabamos de añadir. Si todo está correcto, apagamos y vamos a continuar con la germinación de las semillas.
Yo suelo utilizar los cubos de Root it para germinar en hidro: son como esponjas naturales que retienen el agua perfectamente y aseguran una buena germinación. 24H antes de poner a germinar siempre sumerjo las semillas en un vaso de agua templada, así que las saco de los vasos e introduzco en la esponja de Root it, de 0,5 a 1cm aproximadamente, siempre con la punta hacía abajo (el culo de la semilla es chato y el otro extremo acaba en punta).
Podéis usar lana de roca, esponjas, peatfoam o cualquier otro material, pero evitad aquellos que suelten partículas, como los Jiffys, que luego puedan acabar en el depósito y recircular a través de bomba y tubos.
Colocamos todas las macetas de rejilla y rellenamos de arlita a un tercio de su capacidad, o un poco por debajo de la salida de agua del tubito insertado en la cesta. Colocamos la esponja sobre esta arlita, permitiendo que la parte de abajo del cubo con la semilla toque en su parte inferior el extremo del tubo, y rellenamos la cesta hasta el borde con más arcilla expandida.
De esta manera, quedará sujeto por la arlita y aseguramos que el pequeño tubo hidrate continuamente el cubo germinador, y posteriormente las raíces cuando aparezcan. También, al llenar por completo las cestas la luz, será incapaz de pasar al fondo del contenedor y nos ahorraremos algas y problemas de hongos en las raíces.
Existen tapas para las cestas de arlita que ayudarán más si cabe a mantener la oscuridad en el tanque, y, como añadido, mantendrán más tiempo húmedo el cubo germinador. Podéis usar pequeños discos de plástico de bolsa de basura negra o platos blancos desechables, haciendo un agujero en el medio para que la planta pueda crecer, y más adelante retiraremos las tapas.
Es el momento de encender todo el sistema: no utilicéis temporizadores para las bombas, déjadlas que corran a 24h. El primer día, o hasta que veáis que emerge la plantita de los cubos, no encendáis las luces, que, por supuesto, si irán temporizadas.
«Si, en vez de semillas, partís de esquejes, comenzad en 16h durante un par de días, y ya luego subís a 18-20h»
Dependiendo de la luz a utilizar, ya sabes que has de mantener una distancia adecuada con la punta de las plantas. Este sistema es capaz de trabajar con cualquier tipo de luz desde CFL (fluorescentes), equipos de alta presión de sodio, LEC y LED. Cada uno tiene sus pros y contras, elige uno que ya te sea familiar y será más sencillo que todo salga bien.
A partir de este momento, lo ideal sería vigilar diariamente el funcionamiento de todo el sistema. Comprobar que cada tubito sigue mojando su cesta, que las piedras difusoras funcionan, que nada flota en el agua del depósito y, sobre todo, que el olor es un olor neutro. Un mal olor saliendo del contenedor es un indicativo muy claro de que algo va mal.
Es fácil contraer hongos en la raíz, tiene que oler a limpio, acostúmbrate a revisar a diario y así cuando algún parámetro se dispare lo identificaras rápidamente y será más sencillo arreglar los problemas que se puedan presentar.
Durante estos primeros días, simplemente vigila como tus pequeñas crecen. Si el Ph es correcto y los nutrientes están en su justa medida, más el oxígeno aportado por la bomba a la solución, todo irá bien.
En el siguiente y último artículo sobre el DWC hablaremos del ciclo vegetativo, la floración y la cosecha en este tipo de cultivo
¡Qué tengáis una buena y verde semana!
El jardín de la alegría growshop, Salamanca.