Ramón Souto
Como dijimos en el artículo anterior, vamos a dedicar este texto al nitrógeno, que lo podemos considerar como uno de los nutrientes esenciales. Esto es debido a que la planta lo consume durante todas sus etapas, desde el nacimiento hasta su cosecha.
Nitrógeno
Es uno de los principales macronutrientes, siempre viene representado con una “N” en todos los abonos. Todo cultivador conoce las siglas N-P-K y, si aún no te suenan, sigue leyendo un poco para entender mejor la alimentación de tu planta.
El cannabis necesita el nitrógeno durante todo su ciclo de vida, aunque es durante la etapa de crecimiento cuando más demanda este nutriente. Es imprescindible para la realización de la fotosíntesis y también es el encargado de la producción de clorofila. Estimula el crecimiento de hojas y tallos, favoreciendo tamaño y vigor de las plantas.
Carencia
La falta de nitrógeno comienza a mostrarse en las hojas más viejas de la planta (la parte inferior de la planta). Las hojas poco a poco tornan de color: empiezan con un verde pálido hasta alcanzar un color amarillo.
Si no es corregido, las hojas más viejas se volverán marrones y acabarán cayendo por sí mismas. Esto es debido a que el nitrógeno es un nutriente móvil: las hojas tornan de color porque la planta está absorbiendo el nitrógeno de las hojas viejas para cedérselo a las hojas más jóvenes y tiernas.
La planta ralentiza su crecimiento y reduce su follaje, si no solucionamos la carencia de este nutriente acabaremos plantas enanas con una tonalidad amarillenta y mala salud. Los tallos se vuelven mucho más débiles y, con el peso de la planta, el tallo puede doblar con el peligro de partirse.
Su carencia es muy común en plantas en macetas, que ya llevan un tiempo en ella. Esto es debido a que los nutrientes del sustrato se agotan rápidamente y necesitan un aporte extra de nitrógeno, que podemos añadir con humus de lombriz, mismamente.
Al llegar la floración, se produce una considerable disminución de la cosecha. Al no haber desarrollado por completo las flores, no son capaces de compactar como es debido.
¿Cómo solucionar las carencias de nitrógeno?
Agregad un abono base para crecimiento de nuestra marca habitual rico en nitrógeno, con lo que conseguiremos ir corrigiendo esa falta de nutriente en nuestras plantas. En pocos días ya, empezaremos a notar mejoría en nuestras plantas.
Sus hojas cambiarán de color a un verde más pálido, lo que significará que se están recuperando
Si es una carencia en un estado ya muy avanzado, quizás es más recomendable hacer un abonado foliar con un cuarto de dosis de lo que recomiende la casa de fertilizantes, de esta forma la planta es capaz de asimilar rápidamente los nutrientes.
Exceso
Cuando ocurre, crecen plantas más débiles, cuyos tejidos se vuelven mucho más tiernos. Esto favorece a cualquier tipo de plaga, virus o bacteria que ataque a nuestras plantas, al igual que queda más expuesta a las condiciones metereológicas (nieve, lluvia, granizo, tormentas…).
Las hojas cambian a un tono verde intenso y las plantas crecen desmesuradamente. Provoca un aumento de la distancia internodal, provocando que las plantas estiren demasiado y luego no lleguen a compactar. Con el exceso de nitrógeno, también se comienzan a quemar las puntas de las hojas de la planta y estas van adquiriendo forma de garra.
Puede provocar un bloqueo nutricional e impedir la asimilación de otros nutrientes como el potasio, el fósforo o el cobre. Además, la floración merma considerablemente debido al aumento del follaje.
¿Cómo solucionar un exceso de nitrógeno?
Da igual qué nutriente sea, ante cualquier tipo de sobrefertilización lo mejor que podemos hacer es un lavado de raíces. Solo tenemos que regar la planta con el doble de litros de agua de la capacidad de la maceta. Por ejemplo, en caso de tener una maceta de 7 litros, la regaremos con 14 litros de agua. Con esa cantidad es suficiente para arrastrar todos los excesos de sales acumulados en el sustrato.
¿Por qué abono mis plantas y siguen sin mejorar?
Una de las causas más probables es un desajuste en el PH. Si no lo medís, no sabéis realmente si vuestras plantas se están alimentando, y aunque lo ajustemos en cada riego, siempre es recomendable realizar una medida del potencial de hidrógeno del agua sobrante del drenaje de las plantas afectadas.
Si observamos unos valores muy altos, estamos ante un bloqueo nutricional. Para solucionarlo, lavaremos profundamente las raíces y, en el siguiente riego, comenzamos a abonar con la mitad de dosis recomendada por el fabricante.
¿Cómo asimilan las plantas el nitrógeno?
En la naturaleza, encontramos el nitrógeno de distintas formas: como nitrito (NO2-), como nitrato (NO3-), en forma de amonio o amoniaco (NH4+), en forma gaseosa (N2)… Las plantas solo van a absorber el nitrógeno cuando viene, o en formato de nitrato, o como amonio.
Parece mentira que siendo el elemento más abundante en la atmósfera (el 78% está constituido por nitrógeno), sea uno de los más complicados de obtener, ya que solo puede ser asimilado de dos formas. Por otro lado, al ser el más soluble de los macronutrientes, nos permite que su disolución en agua (lixiviado), sea más sencilla, ya que la planta es capaz de asimilarlo rápidamente.
En el tema del nitrógeno podríamos profundizar más, pero creo que esto es suficiente para no aburriros. Con esta información podemos entender un poco más la función del nitrógeno en nuestras plantas y qué beneficios se obtienen de él.
Para el siguiente artículo seguiremos hablando sobre los macronutrientes, ya que son primordiales al entender la alimentación de nuestras plantas y obtener copiosas cosechas.
Os deseo los mejores humos y juntos seguiremos cultivando ideas.