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Fósforo, otro nutriente esencial

Fósforo, otro nutriente esencial

Ramón Souto

El fósforo es otro macronutriente indispensable para el desarrollo y crecimiento de las plantas. Durante la fotosíntesis, transforma la energía lumínica del sol en alimento asimilable. Una aplicación incorrecta de fósforo a nuestra plantas impide que la planta realice correctamente sus funciones. Si esta situación se prolonga continuadamente, puede llegar a causar graves daños en nuestro cultivos.


Necesita ser diluido en agua para poder ser absorbido por las plantas: se une al Hidrógeno (H) y al Oxígeno (O), obteniendo así una solución nutriente que las plantas puedan asimilar.

El fósforo participa en la metabolización y el almacenamiento de la energía, ya que forma parte de compuestos fosfatados como el adenosín difosfato (ADP) y el adenosín trifosfato (ATP). El ATP, por ejemplo, es el encargado de proporcionar energía para la mayoría de los procesos que realizan las plantas (división celular, asimilación de nutrientes…).

¿Qué beneficios nos aporta el fósforo a nuestros cultivos?

  • Transporta nutrientes y transmite energía durante la fotosíntesis
  • Plantas vigorosas y de maduración más temprana
  • Desarrolla un gran sistema radicular
  • Tallos y ramas más gruesas y robustas
  • Favorece al aprovechamiento del agua de riego
  • Mejora y facilita la producción de flores y semillas
  • Está involucrado en la producción de hidratos de carbono, mejorando la elaboración de azucares, almidones…

¿Cómo identificar una carencia de fósforo en mis plantas?

Un síntoma claro es la reducción del follaje, así como la disminución del tamaño de la hoja. Al haber menos hojas y de un tamaño menor, la fotosíntesis quedará ralentizada, retrasando el crecimiento de nuestras plantas. Este síntoma suele aparecer cuando la concentración de fósforo en las hojas es inferior al 0,2%.

Al faltar el fósforo, los carbohidratos comienzan a acumularse en las hojas. Se distingue porque adquieren un color verde oscuro; al igual que con el frío, las hojas se ponen de una tonalidad azulada o purpúrea.

Durante la floración, notaremos un retraso y una disminución en la cosecha, y puede llegar a provocar daños en las semillas, en el caso de que las quisiésemos.

La deficiencia de fósforo empieza a mostrarse en las hojas más viejas (parte baja de la planta). Es importante remediarlas pronto, porque al carecer de nutrientes las plantas siempre están más sensibles a ataques de plagas, virus, bacterias u hongos.

¿Cómo solucionar una carencia de fósforo?

Si tenemos una carencia muy avanzada, regad con abonos minerales. La planta los asimila rápidamente y puede volver cuanto antes a la normalidad.

Preparamos el agua de riego entre 5.5 y 6.5 para asegurarnos el rango de máxima absorción del elemento, después le añadiremos una pequeña dosis de un abono apropiado rico en fósforo.

¿Cómo diferenciar un exceso de fósforo en mi cultivo?

Es muy común el exceso de fósforo en los cultivos, sobre todo en cultivadores noveles, que ansiosos por engordar sus cogollos abusan de los PK 13-14 o potenciadores de floración. La sobre-fertilización de fósforo prolongada afecta negativamente a la asimilación de hierro, zinc, manganeso, cobre y calcio.

Al principio la planta se vuelve de un verde intenso azulado. Empieza a mostrar problemas de desarrollo y crecimiento, pudiendo llegar a malformarse la hoja. Finalmente, llega a una necrosis de coloración morada oscura, casi negra.

¿Cómo remediar una sobrefertilización de fósforo?

Al igual que con el nitrógeno, es necesario realizar un lavado de raíces. Sin embargo, este lo realizaremos como mínimo con el triple de litros de agua que de sustrato. Si tenemos macetas de 7 litros, como mínimo las regaremos con 21 litros. También podemos ayudarnos de alguna solución enzimática que nos facilite la labor de eliminar las sales sobrantes del sustrato.

¿Cómo absorben el fósforo las plantas?

Las células de las raíces secundarias y de los pelos radiculares se encargan de la absorción del fósforo. La principal manera de asimilarlo es en forma de un ion llamado ortofosfato (H2PO4-2 o HPO4-). Para facilitar la asimilación del nutriente podemos usar enzimas o micorrizas (hongos que entran en simbiosis con las raíces).

La mayor parte de la absorción del fósforo es activa, lo que quiere decir que es un proceso que consume energía, y por eso debemos cuidarnos de no inhibir el desarrollo radicular con errores como el exceso de agua o las bajas temperaturas, porque también bloquean la absorción fosfórica.

Una vez que las raíces lo han absorbido, también realizan la función de almacenaje del fósforo hasta que la planta lo demande, o lo transportan directamente si es requerido.

Es muy importante aprender a alimentar a nuestras plantas, ya que cada una es muy distinta de la siguiente que cultives. Cada una tiene unos gustos o necesidades muy diferenciadas: pueden ser muy comilonas o casi inapetentes, como pasa con las landraces.

Espero que os haya despejado al menos una duda, con eso me doy por más que satisfecho. Para el siguiente artículo, hablaremos sobre el potasio (K) y comentaremos sus funciones en las plantas y todos los beneficios que nos aporta.

Me despido hasta el próximo artículo, os deseo unos grandes humos y que tengáis las mejores ideas.

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