ConFAC
El avance de la situación política y la esperanza de la formación de un gobierno progresista nos ha puesto en el centro del debate sobre cannabis. Sin embargo, mientras escribimos estas líneas, el gobierno continúa sin formarse y son muchos los derechos, como personas usuarias de cannabis, que debemos garantizar. Hay que recordar que la ley mordaza con quien más se ha ensañado es con este colectivo, con más de 1000 multas al día por tenencia de cannabis, según datos del Ministerio de Interior. Tras estos años de recortes a nuestros derechos y libertades la cuestión del cannabis parece haber menguado, como si no se tratase también de una defensa de derechos fundamentales, como si se tratase de una materia menos importante, como si no hubiera activistas cannábicos enfrentándose a duras acusaciones en incontables juicios en todo el Estado.
Pasamos por un momento crucial para el movimiento cannábico pero con muchas esperanzas por el nuevo panorama político que se abre. Gracias a la coordinación de diferentes entidades en pro de una regulación, hemos conseguido difundir el modelo de Club Social de Cannabis, que fue reconocido en nuestro país por varios parlamentos autonómicos, como la ley catalana de asociaciones cannábicas, Ley 13/2017, llegando a constituirse como una opción legal en Uruguay. Durante todo este tiempo, más de 16 años de trayectoria, primero como Federación y desde 2016 como Confederación, hemos recibido críticas y elogios, lo que nos hace creer que vamos por buen camino. Generar trabajo y alternativas viables no deja indiferente ni a los actores sociales, ni a los políticos. Por ello, estamos en disposición de afirmar que estos 16 años han estado llenos de obstáculos que hemos superado con éxito.
Por otro lado, estamos orgullosos de que gracias a seguir el Código de Buenas Prácticas (CdBP) de ConFAC, muchas de las asociaciones federadas han evitado condenas penales y sanciones económicas, apareciendo en sentencias como un atenuante el pertenecer a ConFAC y seguir su CdBP, que promueve un modelo de trabajo basado en la Reducción de Riesgos y adaptado al contexto de cada comunidad. Por ello, creemos que el paraguas que ofrece esta estructura es necesario para encontrar un mínimo de seguridad jurídica para estas entidades. Esto se ha traducido en un elevado número de condenas, sobre todo a asociaciones no federadas, que llegan a los juicios desprovistas de las herramientas necesarias para tener una defensa basada en la Reducción de Riesgos asociados al consumo y en la lucha política por los derechos y libertades de las personas usuarias de cannabis.
Uno de los temores que tienen las asociaciones a la hora de federarse es la aparición en un listado que pueda ser utilizado por la policía para realizar incautaciones. Pero sabemos que las herramientas usadas por los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado son otro tipo de listados o mapas, con un marcado carácter comercial, que aparecen en atestados y sentencias de diferentes asociaciones cannábicas como una prueba de la promoción y la apología del consumo. La Asamblea General de ConFAC decidió hace unos años no publicar la lista de asociaciones pertenecientes a la organización y se delegó esa decisión a las Federaciones territoriales por motivos de seguridad y de privacidad.
Además, desde ConFAC, se ofrecen cursos de formación y apoyo para los CSC, evitando así que corran riesgos innecesarios. Aún queda mucho trabajo por hacer y somos conscientes de que muchos CSC están desinformados. Por ello, hacemos un llamamiento a los CSC para que se informen, pidan una segunda opinión, no confíen en nadie que les asegure que no hay riesgos jurídicos y sobre todo traten de ser críticos con las prácticas poco éticas. Piensa que las consecuencias jurídicas serán siempre para los trabajadores y la juntas directivas de las asociaciones y que la forma de evitarlo es con conocimiento sobre el modelo, los CdBP y los avances en incidencia política.
La transparencia es un valor que guía todas nuestras acciones, en parte, gracias a ella hemos conseguido ser reconocidos como interlocutores válidos por parte de la Administración. La transparencia y la democracia son sellos que nos han caracterizado siempre. Todas las entidades que pertenecen a ConFAC tienen acceso a la toma de decisiones y a la documentación contable. Como cualquier organización o entidad representativa en el estado, ConFAC destina un tercio de su presupuesto a cubrir gastos relacionados con el mantenimiento de su estructura, incluyendo los Recursos Humanos que dinamizan y mantienen el trabajo diario de la Confederación. Así que podemos afirmar que gozamos de una economía saludable y no contamos con compromisos explícitos o tácitos que condicionen nuestra estrategia.
Un logro colectivo, del que también estamos muy orgullosas, es de haber creado un modelo de gestión para los circuitos de abastecimiento de cannabis que respeta los derechos de las personas usuarias. Un modelo basado en criterios de sostenibilidad, bien común y Reducción de Riesgos. Este ha sido replicado en multitud de países de todo el mundo, como por ejemplo en diferentes países europeos, en el continente americano, africano, asiático u oceánico. Llegando a ser reconocidos en diversos procesos de regulación sobre cannabis, como una propuesta viable que complementa y enriquece con una visión social otras posible fórmulas para regular el cannabis.
En nuestro estado, pese a las dificultades durante las legislaturas conservadoras, hemos conseguido promover el debate sobre cannabis en los ámbitos sociales, rompiendo la endogamia del movimiento cannábico y consiguiendo convencer a cada vez más entidades de la eficacia del modelo de CSC, como medida eficaz para prevenir los problemas generados por modelos únicamente comerciales, que pueden derivar en prácticas monopolísticas, que dejan fuera a la competencia de nuevos emprendedores y empresas autóctonas, que se ven sobrepasadas por multinacionales que utilizan prácticas de capitalismo predatorio, dificultando así la libertad de comercio real.
También hemos promovido el debate en los ámbitos institucionales y políticos, presentando multitud de propuestas que han sido aprobadas por mayoría en varios parlamentos autonómicos. Consiguiendo el reconocimiento de las instituciones como interlocutores válidos, de la mayoría de fuerzas políticas y de la necesidad de una regulación del uso de cannabis. Introduciendo así el debate del cannabis en la agenda política.
También cerramos un preacuerdo para reducir la severidad de las sanciones contra las personas usuarias de drogas en la Ley de Seguridad Ciudadana solicitamos su derogación y conseguimos un preacuerdo de reforma, en el que las sanciones por tenencia y consumo, quedaban reducidas de faltas graves a leves. También se anulaban las multas por reincidencia de hasta 30.000€ y las sanciones por el cultivo personal visible desde la vía pública. Este preacuerdo quedó anulado tras la convocatoria de elecciones del 28A. Este aplazamiento nos da la oportunidad de volver a participar en esta comisión con la intención de solicitar una tenencia legal de drogas que acabe con las multas por tenencia en la vía pública. En la actualidad, se ha abierto un diálogo para evaluar que podría suponer la regulación integral del cannabis, en el que participamos como una entidad de referencia en esta materia. Diálogo que creemos desembocará en una regulación de los CSC y del cultivo para uso personal, además de abrir el debate sobre los usos medicinales y terapéuticos de cannabis.
Pero el cannabis es una sustancia fiscalizada internacionalmente lo que hace que sea considerada una droga más, por lo tanto se hace necesaria la colaboración con otras entidades especializadas en Reducción de Riesgos o en Política de Drogas, para desarrollar alternativas de regulación de los circuitos de abastecimiento que sean viables y sensatas. La coordinación de forma transversal con estas entidades nos proporciona la perspectiva para poder enmarcar los CSC en los objetivos internacionales de control de drogas. Por ello, denunciamos a todas aquellas partes que se auto-proclaman los interlocutores de un todo muy diverso, ya que el trabajo a realizar es convergente y la responsabilidad debe ser compartida por los diferentes actores sociales y políticos. Las personas usuarias de cannabis debemos dejar de estigmatizar otros usos de drogas prohibidas, hay que comprender que como usuarios de cannabis defendemos el derecho a utilizar nuestro propio cuerpo. Por lo tanto, estigmatizar a otras personas usuarias de drogas, que lo hacen de forma informada y responsable, es repetir las actitudes prohibicionistas que nos criminalizan también como usuarias de cannabis.
La represión que sufrimos las asociaciones la está padeciendo todo el sector. A falta de datos oficiales, tenemos constancia de que miles de personas son encausadas, detenidas y encarceladas. Pero también son cerradas ferias, productores de semillas perseguidos, grow shops acosados, productos terapéuticos de CBD decomisados, explotaciones agrarias de cáñamo industrial cortadas y en procesos judiciales. Por no hablar de la tradicional persecución a los cultivadores para uso personal, muchos de ellos con fines terapéuticos.
Los Clubes Sociales de Cannabis se han constituído en un modelo de regulación reconocido por académicos de diferentes disciplinas en todo el mundo, como una alternativa que protege la salud de las personas usuarias y sus derechos, lo que ha contribuido a la normalización del cannabis sin banalizar su uso. Beneficiando así a un sector económico, que respetamos por su compromiso de los últimos veinte años con la normalización del cannabis.
En definitiva, en ConFAC trabajamos cada día para que las personas usuarias de cannabis puedan gozar de sus derechos y libertades plenamente, sin afectar los derechos de aquellas que no lo usan, con la intención de contribuir en la construcción de un mundo más ético y sostenible, desde una práctica que no estigmatice a las personas usuarias, proporcionando la información necesaria para garantizar su derecho a la salud. Vienen épocas de convergencia, de entendimiento. Ahora más que nunca el movimiento cannábico debe estar unido, a la vez que cada organización debe defender las propuestas que la caracterizan, respetando la de las demás organizaciones.
Por ello, hacemos un llamamiento a todas las personas, entidades o empresas relacionadas con la política de drogas, el cannabis o el cáñamo, para que colaboren en la próxima edición de la Marcha Mundial de la Marihuana en Madrid en mayo de 2020. Para mostrar nuestra indignación a los poderes públicos y mostrar el hartazgo que nos genera el actual marco represivo. Los derechos son como tus plantas, si no los riegas cada día se marchitan, así que recuerda cultivar tus derechos para que no te pisoteen. Contigo es posible la regulación, ¡actúa!, contacta con nosotras e infórmate de cómo colaborar en: confac@confac.org
José Afuera, portavoz de ConFac.