Arnau Alcaide
Entramos en una zona céntrica de València a la que vale la pena llegar andando. El alquiler o la compra de bajos en estas calles a la vista del barrio de Russafa debe ser cara, pese a que hay bastantes comercios. En ella, el pasado agosto de este 2019 abrió All CBD, tienda especializada en los diferentes usos de este cannabinoide no psicoactivo que se lleva la panacea de la prohibición en España.
No es ilegal, pero tampoco legal su venta para consumo vía oral, pese a que esta es su principal aplicación para obtener una gama de efectos terapéuticos relajantes que combaten insomnios, ansiedades, dolores, y, en general, influencian de manera gratificante el sistema nervioso. La clientela lo sabe y no es necesario hacer alusión a ello, pues es evidente que, por ejemplo, con la aromaterapia que se propone para las flores -la quema lenta no inhalada en vapeador como si de un incienso se tratase- será casi imposible asimilar el CBD. Las semillas y resinas son objetos de colección y ni se pueden abrir.
Etiquetado del aceite: «aceite de cáñamo (Cannabis Sativa L) descarboxilado 100% natural. No contiene ningún ingrediente tóxico»
De manera similar ocurre con el aceite que tanto necesita el usuariado medicinal, por ser la vía preferida de consumo para muchos, además de la más saludable, ya que no implica fumar. El aceite tampoco es legalmente apto para la ingesta y se vende como suero de aplicación cutánea, uso con el que se podrán obtener ligeros alivios focalizados en la piel, pero que está lejos de afectar al sistema nervioso, que es el objetivo principal de comer el CBD. De hecho, existen cremas corrientes que además contienen CBD que sí están exclusivamente pensadas para este uso en zonas del cuerpo.
El propietario y empleado principal atiende a unas 30 personas al día en la tienda de modo presencial, además de unas 25 consultas vía móvil, y destaca que el tiempo medio de su atención ronda los diez minutos, pues la mayoría de gente desea obtener efectos medicinales para los que es necesario hablar de malestares y diagnósticos hasta la fecha. También es imprescindible hacer un seguimiento para ver si se logran los efectos previstos, o, por el contrario, hace falta aumentar las dosis, cambiar concentraciones o la forma de tomarlo.
Está enfadado con las dificultades que se ponen al CBD y espeta que «no es psicoactivo» y que ya está bien de «tratar como narcotraficantes y delincuentes» a gente que está perfectamente regularizada a nivel legal, que no se dan los motivos para «perseguir» a un sector que trabaja con el cannabinoide «dentro de lo estipulado por la Unión Europea». En España, no obstante, solo las vitaminas y minerales pueden reconocerse como complementos alimenticios.
Si «no estuviera», sería un calvario para su clientela medicinal, principalmente de cáncer y fibromialgia, pero también de diferentes patologías o en busca de la relajación: para combatir la ansiedad, la conciliación del sueño o para la desintoxicación farmacológica de relajantes y antidepresivos.
Incautaciones en el pasado
«Sé de incautaciones anteriores, pero no ha ocurrido ninguna desde que yo he abierto», comenta. Cada Comunidad Autónoma realiza suspropias incautaciones, al estar las competencias de Salud descentralizadas. Un riesgo que pesa sobre este negocio totalmente legal, que tendría que pasar por juicio si se diera lo indeseable. Con buenas prácticas no debería ser ningún problema, a excepción de lo tedioso del proceso en sí.
Sus proveedores son All CBD y Hemp, y ambos contratan sus propios laboratorios de análisis para certificar los productos que venden, análisis que presentan a este distribuidor local. Además, nuestro entrevistado, si ha temido por alguna cepa demasiado resinosa entre sus flores, ha llegado a pedir una segunda opinión en los laboratorios de Fundación Canna en Valencia, a quien usa de referencia para las aplicaciones medicinales. Además de los controles de calidad, se analiza que el THC esté dentro del 0.2% legal.
¿Dudas con el CBD?
«Me exigen unas garantías que tampoco las da ningún farmacéutico y, al final, hasta que las farmacéuticas no entren al negocio no se regulará esto del CBD adecuadamente», manifiesta el propietario. Desde un punto de vista muy formado, enarbola que también hay que hablar del efecto terapéutico del THC, pues tiene aplicaciones diferentes a las del CBD.
«Los problemas de credibilidad de la gente se acaban en el momento que lo prueban», explica el propietario. «En diez mintuos tras tomárselo les mejoran las dolencias», sostiene, «les explicas cómo funciona, cómo les afecta al sistema endocannabinoide y luego te llegan a contar que el dolor hasta se les olvida». No trabaja cannabinoide sintético y no hay nada indoor por motivos de sostenibilidad, «como debe ser», asegura.
Cliente A
Pregunta por las diferentes variedades de flores para aromaterapia y la pregunta transcurre con corrección, mientras él no formula expresamente que lo desea fumar e inquiere por sus propiedades. El tendero recuerda que es solo CBD y que además su extracción o consumo no están permitidas. El precio ronda los 10€ el gramo y, entre las variedades, el tendero explica algunas diferencias en el efecto, como la relajante Blue Berry o la antidepresiva Strawberry.
Clienta B
Ya se había llevado aceite una primera vez con fines relajantes para ella y su madre. El tendero le pregunta cuánto ha usado y, como les venía bien, les recomienda la nueva dosis: un poco más alta pero ajustada, acorde con la metodología de incrementar progresivamente hasta encontrar la dosis óptima. «No somos un supermercado en el que entran clientes, compran y se van a los cinco minutos», explica a su marcha el dependiente.