Benito Díaz
El CBD es la sustancia de moda. Uno de los componentes que conforman los principios activos del cannabis, ha irrumpido en el mercado proponiendo nuevas formas de consumir y nuevas recetas para su venta. Su complicada situación legal no parece afectar a empresas que ya producen cosmética y otros productos a gran escala, ni a marcas comerciales que los distribuyen libremente en grandes superficies.
CBD WEED, en el barrio de San Isidro-Carabanchel
Nuestro recorrido comienza en el barrio de San Isidro-Carabanchel. Una pequeña tienda no llama la atención, siquiera por su nombre, CBD WEED. Dentro nos encontramos con Esther y Daniel Triana, gerente. Cuenta que todavía no acude mucha gente por la tienda, apenas diez o doce personas diarias. Lo atribuye al desconocimiento sobre el CBD y las distintas terapias que pueden realizarse. “Llevamos abiertos desde verano de 2018. Fuimos la primera tienda de CBD de Madrid, junto a Mahua, que tuvo algunos problemas y terminó cerrando”. Sus productos más vendidos son los aceites y las flores, presentados en formatos cuyos precios varían en torno a su concentración. “Las flores están entre seis y diez euros dependiendo del formato de uno, tres y medio, cuatro y cinco gramos” explica Daniel.
“Una vez al mes o cada dos meses, viene José Antonio Martínez Orgado, médico que forma parte del Observatorio de Cannabis Medicinal, uno de los mayores especialistas que hay por aquí. Se pasa por aquí y nos da una charla al respecto de las posibles dudas que puedan surgirles a los clientes o a nosotros mismos”, nos comenta. “Cuando entramos en este mercado, encontramos que no había ningún suministrador especializado y que contase con la calidad que nosotros estábamos buscando. Hemos tenido que hacer muchos análisis de las muestras que nos facilitaban, nos hemos gastado mucho dinero en laboratorios como Ananda Lab, para al final encontrar unos proveedores que contasen con un etiquetado con los porcentajes de CBD indicados, que cumplieran con nuestras exigencias de metales pesados… a lo mejor te encontrabas con un producto que indicaba un 15% y solo tenía un 7%. Puedo decirte que casi un 70% de los aceites que hemos analizado estaba por debajo del porcentaje que figuraba en sus etiquetas”.
Debido a estos problemas en el etiquetado, recuerda que en noviembre de este año hubo ciertos problemas con los controles de Sanidad, lo que llevó a la policía a realizar controles en todas las tiendas de CBD. “No hemos tenido ningún problema con la policía . Solo es que, como vendemos flores de Cáñamo industrial que tiene las mismas características que un cogollo de Marihuana convencional, sin contener THC, es muy difícil diferenciarlas si no se hace un estudio en laboratorio”. Daniel considera normal que tiendas como la suya deban someterse a un control de las autoridades a este respecto. Eso sí, tuvieron que retirar los productos de uso alimentario humano, pues no están contemplados por la legislación española, al contrario que en otros países europeos.
Continuamos nuestro periplo en busca de más locales donde se pueda conseguir CBD, la molécula de la que todos hablan, sin efectos psicoactivos, cuya aplicación en terapias contra el dolor y otras aplicaciones ha dado lugar a extensos estudios científicos.
CBD SHOP, Triball, en el Distrito Centro
Nuestra siguiente parada, cerca de la antaño infame zona de Triball, en el Distrito Centro, es CBD SHOP. Al entrar, reconozco a la antigua estrella del rap, Chulito Camacho detrás del mostrador. Josué Luque Camacho, su nombre completo, nos confiesa que no cuenta el número de personas que suelen pasar por su tienda, pero que ese número debe encontrarse en torno a 30-50 personas al día, “bastantes turistas”. “Dicen que el CBD es útil para luchar contra problemas inflamatorios, ansiedad, que es capaz de funcionar como relajante muscular… pero nosotros desde las tiendas no podemos dar consejos médicos. Sencillamente, no somos médicos. Hay que tener mucho cuidado”. El servicio que ofrece es proporcionar todo el espectro de productos que se pueden vender legalmente a disposición de los consumidores. “Son esos consumidores los que se tienen que informar antes de venir aquí. En la mayor parte de los casos, son ellos los que nos cuentan a nosotros cómo lo usan”, aclara Camacho.
“Nuestras marcas y proveedores funcionan tanto en el entorno nacional como en el extranjero. Nosotros solo podemos comprar dentro de la Comunidad Europea, pues son los productos que son totalmente legales, que han pasado los controles necesarios. Si te lo traes de Estados Unidos, casi todo será ilegal para comercializarlo aquí, por el etiquetado. En EEUU tienen permitido fumar la flor del Cáñamo en toda Europa está prohibido fumar el Cáñamo, así como su consumo para humanos”. Camacho relata también que ha tenido problemas con la policía que “está entrando constantemente a controlar los productos que tenemos en la tienda”. Además de comentar sobre una causa abierta por delitos contra la salud pública, Camacho explica que se está ejerciendo una fuerte presión sobre los comercios de ese tipo y denuncia que los mismos productores y comercios han desvirtuado el mercado. “Muchas tiendas se han pasado de la raya. Comprendo que las autoridades hayan empezado a poner límites, aunque es muy curioso que solo lo hagan en el centro de Madrid y no en otras provincias”.
“Cualquier cosa que se intente vender como Cannabis Medicinal, tenga el 0,2 o el 0,00002 de THC es ilegal. Ese 0,2 es solo para el Cáñamo industrial, no para el Cannabis en general. Creo que hay una confusión bastante grande ahí. Sacan productos a la calle como Cannabis y hay gente que cree que con que no lleve más del 0,2% de THC ya son legales. Eso no es así. Una cosa es el Cáñamo industrial y otra muy distinta, el Cannabis. Lo único que es legal es la cosmética, que se produce a través de cristales de CBD. Todo lo demás, es ilegal”. El producto más vendido de su tienda es el aceite, presentado en formatos de 10 mililitros cuyos precios oscilan entre los 20 y los 150 euros dependiendo de su concentración.
Satividia, en la Gran vía
No lejos de allí, en una calle que aparece trasversal a la Gran Vía, encontramos las oficinas de Sativida. Para acceder, sorteamos la entrada saludando al portero y subimos al primer piso, donde pasamos a un espacio de coworking. Blanca Limones, asesora científica de la marca, nos recibe mientras esperamos la comunicación telemática desde Barcelona del CEO de la empresa, Noah Laith.
La asesora reconoce que se trata de un negocio bastante nuevo y todavía no tiene un público asiduo, apenas cinco o seis personas la visitan en un día normal. “Casi todas son personas que han oído hablar a otras sobre que el CBD les ha funcionado bien” explica.
En su llamada, Noah relata la situación que se encontró cuando decidió abrir su negocio en nuestro país, lejos de su Holanda natal. “Mi madre tenía artritis y decidimos probar con el CBD para atajar sus dolores. Compramos distintas marcas de productos de CBD y las llevamos a analizar, para descubrir en la cromatografía que aparecían químicos, metales pesados y otras sustancias dañinas. Después compramos otras marcas, pero contenían pesticidas, otras aseguraban tener un porcentaje de CBD y contenían otro menor… después de analizar 14 marcas distintas, decidimos lanzar nuestro propio producto, colaborando con productores italianos que nos facilitaban un producto ecológico y orgánico. Allí realizamos nuestras primeras extracciones, ahora lo hacemos entre Italia y Colombia” narra el empresario.
“Recibimos todos los días cientos de preguntas al respecto de gente que está sufriendo dolores, que tienen problemas de insomnio, cuyas mascotas están padeciendo enfermedades. Tenemos colaboradores médicos de gran prestigio en lugares como EEUU, Inglaterra o Alemania que nos proporcionan respuestas, un gran equipo especializado solo en CBD. Toda esta información nos ayuda a construir una base de datos, unos conocimientos con los que poder llevar a cabo pruebas médicas”. Noa también señala que hay mucho desconocimiento y desinformación en la industria, algo que señala, ha ocurrido con todas las nuevas empresas, como el bitcoin o las puntocom.
“Todos los casos deben seguir un protocolo distinto, atendiendo a factores como la edad, el peso o la tolerancia a los cannabinoides, así como la cuestión a tratar, sea Cáncer, Artritis Reumatoide, etc… No solo facilitamos el producto, también analizamos cómo ha de utilizarse basándonos en consejos expedidos por expertos. No aconsejamos a nadie, facilitamos esta base de datos y estos conocimientos conseguidos con estudios clínicos para que los médicos sean los que digan cuántas gotas deben aplicarse según la dolencia y las cuestiones antes mencionadas. Estos estudios son de dominio público, pero indagamos en los detalles médicos y traducimos sus palabras para que sean comprendidas por personas como tú y como yo”. Para finalizar, Blanca nos habla de sus best-sellers, entre los que se encuentran el aceite de CBD al 4% en formato de 10 mililitros con un precio de 35 euros y de la crema antiinflamatoria al 4% por 25 euros, también disponible en concentraciones de 10% y 15% con precios de 97 y 167 euros respectivamente.