Ramón Souto
Vamos a hablar sobre la White Widow (viuda blanca), una de las variedades más galardonada de la historia, que al año de su salida al mercado ya ganaba premios. En 1995 se proclamó campeona de la Cannabis High Times. Gracias a ello, fue una de las semillas más vendidas en la década de los 90. Actualmente la podemos encontrar en multitud de bancos de diferentes países.
Con los años, se fueron creando muchas variedades a partir de la White Widow: White Rino, El Niño, Great White Shark… Variedades que hoy en día no son tan demandadas, pero que llegaron a inundar las calles de genéticas Widow.
Dos pretendientes para la Viuda
Con el tiempo, la historia de la White Widow, se dividió en dos versiones completamente distintas. ¿Cuál de ellas nos miente? Eso es algo que nos tocará decidir a cada uno.
Shantibaba:
Se cuenta que durante diversos viajes que realizó el australiano Shantibaba por el mundo recolectó los distintos parentales que conforman la White Widow. Considerado el padre de la White Widow, la encontró en Kerala, durante un viaje que hizo al sur de la India: un agricultor le regaló un puñado de semillas seleccionadas por su cantidad de resina que resultarían en 1994 en la variedad White Widow de semillas Green House, desarrollada junto a Arjan Roskam para éxito de la compañía.
Pasados unos años, Shantibaba dejaba Green House Seeds, debido algunos malentendidos con Arjan. Se asoció con Howard “Mr. Nice” y Neville Schoenmaker para crear el banco de semillas Mr. Nice Seeds, usando el nombre del prolífico narcotraficante hippie, actualmente activista, actor y novelista, como marketing de ventas. En esos momentos, Arjan seguía comercializando la White Widow, con lo que, para competir, crearon la Black Widow con la genética de la Widow original.
Ingemar:
Ingemar es un reconocido criador de cannabis holandés, quien afirma ser el descubridor de la White Widow original. Todo pasó cuando de casualidad se encontró unas semillas en un hachís hecho a mano. Dedicaría seis años para criar, perfeccionar y estabilizar la que sería una de las cepas más reconocidas de la historia.
Cuando le realizaron una entrevista hace años, Ingemar reconoció que los parentales y el nombre comercializado por Green House fueron su descubrimiento, y que únicamente ellos tenían su consentimiento para comercializarlo. Pero esta versión no termina aquí: preguntaron a Arjan sobre la White Widow y confirmó la versión del holandés Ingemar, aclarando que Shantibaba no tenía nada que ver con la creación de tan gran ejemplar. ¿Quién cuenta la verdad? Es algo que nunca llegaremos a saber a ciencia cierta, pues, salvo que exista alguna prueba, es imposible verificar quién fue. Ambos dicen lo mismo: ¡Yo soy tu padre!
¿Qué podemos esperarnos de la genética White Widow?
La White Widow fue creada a partir de una hembra landrace Sativa de Brasil y como padre una landrace Sativa/indica de Kerala (Sur de la India). En la época de su lanzamiento, acabó convirtiéndose en una de las variedades más potentes del mercado, pues algunos ejemplares cultivados en buenas condiciones podían alcanzar valores superiores al 20% de THC.
El sabor de la White Widow es dulce y cítrico, con toques finales especiados y de frutas del bosque. No es una planta que destaque por su gran producción, pero es compensada con una gran capa de resina que recubre la planta junto a su profundo sabor.Otros factores que la hicieron famosa fueron sus efectos: potente y cerebral de inicio, para acabar en físico y corporal.
Es una planta muy resistente a plagas, enfermedades y hongos, ideal para el cultivo en climas húmedos. Posee una estructura compacta y vigorosa, de tamaño medio, con un período de floración bastante corto. Las flores no llegan a ser enormes, pero, debido a la cantidad de resina, se vuelven duras y compactas, de la apariencia de pequeñas piedras blancas. Esto la convierte en una buena variedad para realizar extracciones.
No os privéis de probarla o incluirla en vuestros cultivos. Seguiremos hablando de esas variedades que han adquirido un puesto en la historia del cannabis. Os deseo buenos humos para ayudaros a cultivar vuestras ideas.