Benito Díaz
El veterano formato de la 2 de TVE, La Noche Temática, recuperó el ciclo de documentales titulado El Negocio del Dolor, en el que proyectaban dos piezas, tituladas El Filón de la Marihuana, metraje en el que se explican las terapias alternativas con Cannabis. Además, la programación incluía Doctor Feelgood, la historia del médico que acabó condenado a 25 años de cárcel al encontrarle culpable de 50 cargos por recetar opiáceos adictivos para tratar el dolor.
Ambas muestras se contraponen para ofrecer una visión general al respecto de los derechos de las personas enfermas a disponer de una medicación adecuada y segura para sus dolencias, explicar el auge del negocio del Cannabis en EEUU y la necesidad de delimitar la legalidad de ciertos analgésicos, como los opiáceos.
EL FILÓN DE LA MARIHUANA
“La adopción de la ley del Cannabis medicinal, la primera en el mundo, es una consecuencia directa de la crisis del SIDA en San Francisco, allá por los años 80. Por aquel encontes había entierros todos los fines de semana. Había gente muriéndose por toda la ciudad, todo el mundo conocía, más o menos directamente a algún enfermo de SIDA. Los enfermos tenían tantas náuseas que no conseguían alimentarse. Adelgazaban y terminaban dejándose morir. De ahí el Cannabis. Todo el mundo ha oído hablar de la “gusa” que da el Cannabis. Pues bien, aquello funcionaba de verdad y ayudaba a los enfermos a ganar peso y prolongar su vida. No fue una estrategia, si no una necesidad para salvar a estas personas”. Estas palabras, pronunciadas por Steve DeAngelo, antiguo activista y actual propietario del dispensario Harborside, revelan el origen humanitario de la regulación del estado más rico de los USA.
El filme repasa las aplicaciones terapéuticas del Cannabis, incluyendo el SIDA y tratamientos complementarios a las medicaciones para artrosis, depresión, anorexia, esclerosis múltiple o ciertos tipos de cáncer.
La cinta nos muestra ejemplos de cinco estados norteamericanos, de los más de 25, donde el Cannabis era legal durante 2018, la fecha de su lanzamiento en el canal cultural de TVE: California, Colorado, Dakota del Norte, New York y Washington, relatando en cada parada la idiosincrasia que dio lugar a la regulación del Cannabis Terapéutico.
Repasa el caso de Charlotte Figi, niña de cinco años con un tipo raro de epilepsia, que pasó de sufrir 300 ataques diarios, a pocos a la semana con su tratamiento de aceite de Cannabis, que ha llegado a llamarse “Charlotte´s Web” en su honor. Tanta fue la influencia que cientos de familias se trasladaron a vivir a Colorado para que sus hijos enfermos pudieran conseguir su medicación. Como dice la voz de la narradora, “Actualmente, los mejores portavoces de la regulación del Cannabis no son fumetas con rastas, sino niños enfermos. También aparecen otros activistas y políticos relacionados con la regulación a nivel local, como Anita Morgan, jubilada que impulsó la propuesta 5 para el reconocimiento del Cannabis, mediante un referéndum representado por un movimiento popular.
“Creo que el legislador ha comprendido que no somos porretas colgados, tan solo una comunidad que busca alternativas a tratamientos con efectos secundarios a largo plazo y que son adictivos”, explica la activista.
La regulación en Estados Unidos ha servido de ejemplo para otras naciones, sin embargo, el Cannabis continúa siendo ilegal a nivel federal, lo que implica que el gobierno central del presidente Trump, podría ordenar al FBI que cerrase todos los negocios relacionados con la Marihuana, de forma unilateral.
CRÍTICA
El Filón del Cannabis, escrita por Giles Blasette y Frédéric Biamonti, dirigida por Cédric Defert en 2018 bajo producción francesa, cuenta con la suficiente información para relatar la situación que origina la necesidad de regulación de las terapias con Cannabis, así como explica varios puntos del Cannabis Recreativo. Los testimonios aparecen con ilusión, describiendo un escenario que se ha desarrollado desde cero y que ha tenido que superar muchos obstáculos en la mayoría de las ocasiones. Un alegato por la libertad para elegir una terapia con base científica y de demostrada eficacia que bien debería ser tomada en cuenta.
En la parte negativa, hay que resaltar que el modelo de regularización norteamericano no es una panacea. Se trata de un sistema capitalista que considera la planta como un producto para su producción industrial y venta a precios estratosféricos. En la primera parte del documental, visitan un dispensario en el que, según la empleada que atiende el mostrador, tienen el gramo de Cannabis a 60 dólares. Pero están de suerte, pues tienen una oferta de un fenotipo a 25 dólares el gramo. Una gran rebaja.
Como opinaba el profesor de economía aplicada, Iván Ayala, en uno de nuestros artículos, la vía que se aplique en nuestro país debería contemplar nuestro propio sustrato histórico, muy relacionado con el activismo y el tejido asociativo.
En ningún momento del documental se habla de autocultivo. Ni terapéutico, ni recreativo, lo que nos hace pensar que son posibilidades que están fuera de la regulación que impera en estos lugares. No obstante, la sobrevenida activista de Dakota del Norte que cierra el documental sí que se plantea si se arrepentirán de ceder al regulador en cuanto al autocultivo, que inicialmente estaba en su propuesta.
El desfase de la información servida por un documental de 2018 se revela desolador, al descubrir la noticia del fallecimiento de Charlotte Figi, el 7 de Abril de este año 2020, por causas relacionadas con el COVID 19. Sin embargo, la lucha llevada a cabo para la regulación del Cannabis Terapéutico en Colorado en su nombre la convierte en una verdadera heroína del movimiento cannábico mundial. Unos pasos que ya no pueden desandarse.