Arnau Alcaide
El pasado jueves en Italia, parlamentarios y sociedad civil estuvieron frente al Parlamento manifestándose por la legalización del cannabis en un acto iniciado a las 10h de la mañana. “Nos movemos en esta dirección para pedirle al Parlamento que siga las indicaciones del Tribunal Supremo de Justicia en materia penal y que finalmente descriminalice el cultivo para uso personal”, explica el movimiento en su página web, que tuvo su acto más esperado con esta reivindicación en público.
La campaña, autodefinida como de desobediencia civil, se llama #Iocoltivo y desafió la legalidad vigente: la gente transportaba en público plantas de cannabis a medio cultivo, con sus respectivas macetas, algunas de ellas a modo de mochila, de lo más originales. Dos diputados de + Europa, Emma Bonino y Benedetto della Vedova se unieron a un acto de poca cobertura mediática y en el que se señalaron responsabilidades del Gobierno actual en el asunto.
El evento comenzó con el arresto de Matteo Mainardi, de la asociación Luca Coscioni, por haber traído su planta cultivada durante la campaña de desobediencia civil a la plaza, y de ahí dio paso a la lectura de manifestos y proclamas.
Italia tiene una Cámara de Diputados muy fragmentada, con el protagonismo de Cinco Estrellas (216) y el Partido demócrata (89), que forman una coalición de gobierno en minoría, como la española, que depende de otros apoyos para aprobar medidas. En su caso, la mayoría en el Parlamento se sitúa en los 343, por lo que están con 305 a 39 escaños de la aritmética de las mayorías.
Desde +Europa, la declaración de Della Bedova fue muy clara: “Estimados diputados del Movimiento Cinco Estrellas, ustedes están en el gobierno, tienen una mayoría parlamentaria extraordinaria: tomen valor, si lo tienen, y legalicen el cannabis, por legalidad, por salud y contra la mafia. Si no lo hacen, solo será tu culpa y la del Partido Demócrata”.
En este vídeo, el periodista del medio Dolce Vita, Matteo Gracis, de los pocos que hicieron un seguimiento previo, muestra lo que fue la reivindicación como espectador y enlaza a su intervención pública durante la manifestación.