Arnau Alcaide
(Aprobada en estos términos en enero de 2021, tras prórroga) A tres meses de la obligación de la Justicia de resolver su regulación integral, México regulará la producción comercial de cannabis medicinal y su acceso vía medicamento sin incluir productos no transformados o extractos para su uso tradicional, ni facilitar el acceso a semillas para el autocultivo. Desde los colectivos por la regulación aspiran a introducir modificaciones para la producción nacional y el acceso al cannabis de pacientes mediante esta ley, que de momento llegaría en diciembre, con la reglamentación del uso adulto.
El país centroamericano presenta un borrador que se espera se apruebe este 9 de setiembre y que define la reglamentación para toda la cadena de producción que va desde la planta al procesado, registro y prescripción de medicamentos. No incluye no obstante la posibilidad de abastecerse de la medicina por la vía convencional; esta es comprando semillas o el plantón para su autocultivo, o directamente la flor. El reglamento es una nueva versión del que se inició en 2017 para el mismo fin por el poder legislativo, que el gobierno no ejecutó, pero está por ver si no se deberá adaptar después en diciembre a un reglamento integral.
La mayoría de pacientes autocultiva y no será reconocida aún
Amaya Ordorika, coordinadora general de ReverdeSer Colectivo, ya nos atendió en abril, anticipando la prórroga de la regulación integral hasta diciembre. Integrada en Regulación por la Paz, trabaja por los derechos de las personas usuarias de sustancias ilícitas y el cambio de enfoque, de la persecución civil con recursos públicos a la reducción de daños.
“La mayoría de las y los pacientes movilizados por la regulación cultiva su propia cannabis. El tema del autocultivo es un asunto de accesibilidad a la Cannabis”, explica la coordinadora, pues bien podría estar contemplado en la ley que debe garantizar la provisión de la medicina a sus pacientes.
El reglamento “saldrá por separado de la reforma para uso adulto porque el ejecutivo federal tiene que responder al mandato de la Suprema Corte”, que exigió en su momento que se legislase al respecto de la investigación y la provisión medicinal para garantizar el derecho a la salud de pacientes, por quienes ya había fallado a favor. “Los accesos que no puedan garantizarse mediante este reglamento, que se ve limitado por la reforma de 2017, que es muy acotada, habrá que buscar que se puedan garantizar mediante la reforma para uso adulto. Aunque no es claro qué tanto se tendrá que homologar del reglamento al aprobarse la reforma para uso adulto”.
Regulación por la Paz busca enmendar el texto mientras sigue abierto a comentarios de la ciudadanía
La plataforma Regulación por la Paz ha lanzado una campaña para comentar la ley y lograr estas enmiendas en la fase abierta al público del borrador. El texto, que solo está destinado a los fines de investigación y medicinales esperando a la que deba ser una ley integral del cannabis que llegaría en diciembre, establece una discriminación entre el uso farmacéutico y el tradicional, al no considerar el autocultivo, de momento, una vía de acceso oficial. Gracias a los fallos a favor del autocultivo, existe el amparo de la Justicia que ha conllevado las diferentes obligaciones de regular y dotar de acceso al cannabis
Además, sugieren el registro público de los derechos intelectuales de las variedades nacionales, de manera que estos derechos estén disponibles para la población y no sirvan de barrera a la entrada en la industria en el futuro, lo que podría concentrar la propiedad en el capital extranjero o no permitir emprender a la población local agrícola. Esta debe ser reparada por no haber podido tener un cultivo valioso, o por ser perseguida al tenerlo.
Cuestiones valiosas, a falta de garantizar la propiedad social y local de los cultivos
“Vemos que hay cuestiones valiosas, pero hay que revisar lo relativo a la producción nacional”, considera la activista, que siempre tuvo claro que la regulación debía pasar por el acceso a la riqueza de los cultivos por parte del sector social. De momento, no se incluye la exportación de flor y extractos dentro de esta reglamentación, que solo incluye preparados médicos certificados y podría dejar despegar solamente a la industria farmacéutica, al necesitar también la inversión para el procesado de la Cannabis, no solo para su cultivo.
La COFEPRIS, su suerte de Agencia del Medicamento, que ahora ha quedado en manos de Salud, corriendo el riesgo de diluirse, tuvo que rehacer la propuesta al requerirlo la Comisión Nacional para la Mejora Regulatoria, lo que demoró la posibilidad de hacer valoraciones serias.
“Ya hay un nuevo documento en el proceso por parte de la CONAMER”, que ya ha hecho pública la versión oficial tras las correcciones. “Desde Regulación Por La Paz estamos invitando a que la gente participe en el proceso de consulta” de este organismo.