Benito Díaz
El proyecto de ley que se aprobó mediante votación el pasado 15 de febrero de 2019, fue ratificado este agosto. El texto reformaba la anterior ley sobre drogas de la isla para aceptar el cannabis terapéutico como legal. En el 2017, Chipre ya había dado el paso de regular el aceite de marihuana. El gobierno de Nikos Anastasiadis da un paso hacia la apertura, gracias a las gestiones del Partido Verde.
La votación, decidida en un margen de 42 votos a favor y siete en contra, corrobora el proyecto de ley para regular la prescripción, distribución y disponibilidad del cannabis terapéutico. Así, terminan de perfilar los acuerdos anteriores, que contemplaban cuestiones como el cultivo, importación-exportación y decidían sobre los ciudadanos que podrían acceder a estas terapias herbales alternativas. Así mismo, se ha establecido un marco legislativo para el uso de la marihuana en la investigación médica, la producción de medicamentos y la prescripción de productos del cannabis por parte de los farmacéuticos.
El jefe del departamento de Servicios Farmacéuticos, adjunto al Ministerio de Salud de Chipre, Louis Panayi, aseguró antes de la reforma que: “Las farmacias suministrarán flor o derivados de cannabis medicinal a los pacientes previa presentación de una receta de un médico especialista. Este proceso asegura que los pacientes recibirán cannabis de calidad, bajo la supervisión de un especialista, evitando la necesidad de obtener cannabis de dudosa calidad del mercado ilegal”. El experto también señaló las excepcionales condiciones climáticas de la isla para la producción de la planta y el impacto positivo que su regulación puede tener en su economía. En la actualidad, el permiso es supervisado por el Ministerio de Salud.
Desafíos
Algunas voces señalaron el retraso en las competencias del Ministerio de Salud en otorgar permisos a pacientes que reclamaban la terapia con cannabis. Éstos son facilitados por el propio ministerio, en base a la situación médica del caso. Las protestas se dirigían a estas demoras, que habrían propiciado que muchos pacientes tuvieran que recurrir al mercado negro para proseguir con sus tratamientos.
El representante del Partido Verde, Giorgos Perdikis, declaró a este respecto que el ministro tiene demasiado control para decidir cuánto cannabis medicinal estará disponible y qué especialistas podrán recetarlo.
“El cannabis terapéutico ofrece alivio a muchos pacientes y podría reemplazar a opioides que se utilizan para dolencias de pacientes en etapa terminal”, afirmó Antonis Tryfonos, coordinador de los Servicios de Apoyo Psicosocial de la Asociación Chipre de Pacientes con Cáncer y Amigos (PASIKAF). “Opioides como la morfina, son utilizados por pacientes y es, en esencia, un sedante que disminuye la calidad de vida de los pacientes”, declaró Tryfonos. “Aunque no es una cura”, continuó, “tenemos los ejemplos de varios pacientes que consumen Cannabis Terapéutico, que encontraron una mejora significativa en lo relativo a su día a día. Como sociedad, no debemos tener miedo al Cannabis Terapéutico, por el contrario, debemos proporcionar la formación adecuada a nuestro personal médico”.
Marco Legal en la actualidad
En Chipre, el cannabis terapéutico es legal. No ocurre lo mismo con el recreativo, cuyo consumo puede acarrear cadena perpetua, o su posesión, hasta ocho años de prisión. En el caso de menores de 25 años, máximo de dos años.
Si se halla en posesión o consumiendo cannabis, la policía puede proceder al arresto y conducción a la comisaría, donde se tomará declaración, huellas dactilares y/o interrogatorio. La policía chipriota dejará pasar la noche en los calabozos al consumidor, que será puesto en libertad por la mañana, a la espera de una orden del juez.
Pero existe un mecanismo administrativo que se aplica para las primeras infracciones y evita que se acuda a juicio y su posible condena per la vía penal. Las multas que pondrá la Justicia por este tipo de delitos se establecen de entre 400 y 1000 en una primera infracción, siempre que la cantidad incautada entre dentro del umbral para autoconsumo. Causas como la colaboración con la policía, confesiones o superar los programas de desintoxicación indicados (seis meses) y lo que puede describirse como “actitud de disculpa” hacia el juez, pueden resultar en una multa reducida. La aplicación real de estas normativas en la vida cotidiana de los ciudadanos chipriotas podría ser algo menos severa de lo que asegura la ley, pero así está establecida.
Chipre apuesta por la producción de cannabis de cara a obtener un negocio multimillonario, mientras relega y criminaliza de forma cruel a los consumidores recreativos. Una doble vara de medir que podemos ver en muchos de los movimientos políticos de países europeos, incluso cuando se dicen progresistas.