Arnau Alcaide
El Ministro de Sanidad italiano Roberto Speranza anula el decreto que prohíbe el CBD cuando es «extraído» para su «administración vía oral». Este decreto pasaba a considerarlo una droga sujeta al control médico. Anteayer, 28 de octubre, Speranza firmó un nuevo decreto que suspende el anterior con la intención de convenir un grupo de trabajo sobre el asunto, revelaba ayer el medio italiano La Stampa.
Pese a que lo que pasaba a ser narcótico era la molécula extraída del CBD y esto podía dejar fuera de la prohibición a las flores, era cristalino que los aceites que utilizaba parte del usuariado medicinal no se iban a poder seguir comercializando.
Y tampoco el sector del cáñamo las tenía todas con las inflorescencias, pues al poco del decreto se abrían tanto la impugnación que presentaría Federcanapa, la agrupación de industriales del cáñamo, en colaboración con su homóloga europea EIHA, como las diferentes interpretaciones de lo que admitiría esta nueva ley.
El decreto tenía que entrar en vigor hoy 30 de octubre, pero su anulación llegó dos días antes. Recordemos que en Italia todos los usos del cáñamo están considerados según una ley de 2016.
El objetivo del grupo de trabajo que se creará será abordar el tema del CBD, contra la comercialización del cual existe un pronunciamiento de su Tribunal Supremo, de un modo «sistemático y comprensivo».
El Ministro ha invitado al Alto Instituto de Salud y al Alto Consejo de Salud a que se expresen con una evaluación general de la actualización de las tablas de sustancias controladas de uso exclusivo médico y sobre «si los efectos del cannabidiol permanecen inalterables independientemente del porcentaje de uso del mismo».