Benito Díaz
La lucha por la regularización del cannabis Terapéutico en Grecia, ha encontrado uno de sus baluartes en la asociación Mamaka, desde hace más de una década. Desde entonces, las movilizaciones y los llamamientos a los poderes públicos han conseguido notables avances en su legislación, representando los intereses de pacientes griegos en su país, así como en el escenario internacional.
“Madres por el cannabis” o “MAMAdes gia thn KAnnavi” en la lengua de Homero dio nombre a “Mamaka”, una palabra con la que los niños se refieren a sus madres. Así lo explica Jacqueline Poitras, presidenta y fundadora de la asociación. Canadiense afincada en Grecia desde hace tres décadas, fue la promotora principal de sus actividades. Ella misma es madre de una pequeña con una rara enfermedad, un testimonio que se une con otros más de treinta que afirman la eficacia del tratamiento con la planta.
Fundada en la necesidad
Maia, la hija de Poitras, padece síndrome de Aicardi, una enfermedad que produce una malformación del cerebro, junto con episodios constantes de epilepsia refractaria. Tras superar muchas dificultades, conocer a fondo la enfermedad y encontrarse con la desesperanza por parte de las terapias convencionales, Poitras se arriesgó a utilizar el cannabis en el tratamiento para su hija. “Después de ver un informe de CNN sobre el CBD, exploré un poco. A través de una reunión casual en un grupo de Facebook, encontré a un padre que nos dio una botella de aceite para probar”, revela en una entrevista a Cannatech. “Maia sería diferente hoy si hubiéramos sabido y hubiéramos podido usar el aceite de cannabis cuando era bebé… El primer día que le dimos el aceite, sucedió algo que mi hijo y yo no podíamos creer”, describe la activista.
La mejoría en los síntomas de Maia animó a Poitras a seguir investigando y a contactar con otras personas que se encontraban en su misma situación, casi desahuciadas por la medicina convencional. “Los resultados inmediatos a veces pueden ser impactantes, a menudo provocan una mejor interacción con el niño desde la primera gota. Luego también están los resultados a largo plazo que hemos tenido con las convulsiones de Maia… Hay gente que habla de milagros, pero no es un milagro. Es una planta que hemos ignorado durante los últimos 80 años”.
«Mi hija tuvo que pasar por 17 diferentes medicamentos antiepilépticos que en muchos casos fueron muy peligrosos para ella. Si abres los folletos en algunas de estas cajas, algunos de los efectos secundarios son cosas como el coma, la muerte. Estas son las cosas que pueden sucederle a alguien que está tomando estos medicamentos. Nadie ha muerto nunca por el cannabis. Y tuve que descubrir en 2014, cuando ella tenía 14 años, que la cannabis podía ser usada para su epilepsia. Esta debería haber sido la primera droga de elección y no la última«.
Testimonios
En 2016, Mamaka se consolida con las primeras charlas y ponencias nacionales e internacionales, en lugares tales como el Parlamento Europeo en Bruselas. Con más de 43.000 firmas en una petición para regularizar el cannabis Terapéutico, Mamaka se presentó ante los legisladores del gobierno griego, llevando además más de una treintena de testimonios en la misma cantidad de diversas dolencias.
Estas personas, que conviven día a día con la enfermedad, narran una realidad llena de necesidades que muchos médicos no atienden. Por ejemplo, encontramos en su página web la historia de Michaela. Su marido padece un glioblastoma, un tipo de tumor cerebral. Narra que comenzaron con tratamientos convencionales, quimioterapia, pero esa vía se agotó con rapidez por problemas particulares de su biología. Esa persona sufrió varias intervenciones quirúrgicas que amenazaron su raciocinio, su personalidad e incluso sus capacidades de habla y de caminar. “Para nosotros el aceite (1000 mg) le ayudó tremendamente en combinación con la medicina convencional y el protocolo impuesto en estos casos”, relata Michaela. “Está erguido sin ninguna pérdida de habla, de movimiento o de espíritu. No perdió el apetito ni siquiera durante los días de quimioterapia. No estaba melancólico. No dolió ni antes ni después de la segunda operación. Creo que el aceite lo mantiene estable. No da la impresión de que sea un paciente de cáncer con un cáncer tan difícil”.
Situación actual en Grecia
El consumo y cultivo de cannabis está prohibido en la actualidad. La Convención Única sobre Estupefacientes de 1961 que sumió en la oscuridad a la planta, afectó también a Grecia, que se adecuó al ámbito internacional.
La legislación distinguía entre adictos y no-adictos, incluyendo penas de hasta cinco años de cárcel para los segundos, incluso si la cantidad incautada era pequeña. Unas medidas que se dilataron hasta bien entrado el sXXI, aunque se trata de una planta que forma parte del acervo cultural de los griegos desde los tiempos clásicos.
En 1987, la ley se endurece todavía más, estableciendo que “todos los aspectos del consumo de drogas son sancionables con penas de prisión”, incluso si se tratase de posesión para consumo propio. Es en 2013 cuando se introduce una enmienda a la ley, que sin embargo, sigue siendo una de las más restrictivas de la Unión Europea, hoy día.
La persona encontrada en posesión de una pequeña cantidad de cannabis puede ser sancionada con hasta cinco meses de prisión, sumada la consabida multa económica a discreción del juez, de entre 50.000 y 500.000 euros. Este delito no se incluirá en los antecedentes penales, so revisión por causa de reincidencia en un período de cinco años. Si un médico es sorprendido vendiendo cannabis, puede acabar en la cárcel, penado con hasta cadena perpetua.
La postura aperturista vino dada por el trabajo del tejido activista por la regularización del cannabis griego y la incansable actividad de Mamaka. En 2017, el ejecutivo de Alexis Tsipras anuncia la legalización del cannabis terapéutico en Grecia. La marihuana pasó de figurar en la lista A de estupefacientes fiscalizados a la lista B, poniendo de manifiesto la actitud del gobierno. “A partir de ahora, el país abre una nueva página, ya que Grecia se incluye ahora entre los países donde el suministro de cannabis medicinal a los pacientes que lo necesitan es legal”, declaró Tsipras en aquel momento.
La producción nacional y la naciente industria del cannabis terapéutico en Grecia se regularon en 2018, aumentando las inversiones e infraestructuras. Se estimó que un próximo emplazamiento en el norte del país vendría a producir unos 2.000 nuevos puestos de trabajo, en un país con un sistema económico muy golpeado por la crisis de 2008.
El consumo recreativo de la planta sigue prohibido y perseguido, en un país cuyo porcentaje de personas que han consumido cannabis alguna vez, con edad comprendida entre 15 y 34, alcanza un 4,5%.
Mamaka continúa con su actividad, reclamando una mayor formación para los médicos especialistas, mejor acceso a las medicinas y más información para pacientes.