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Benzodiacepinas en tu vida

Benzodiacepinas en tu vida

Benito Díaz

Se conoce como Benzodiacepinas a un numeroso grupo de sedantes, provenientes de la síntesis química de un anillo de benceno y un anillo heterocíclico llamado “diacepina”. Puede presentarse en forma de pastilla, polvo, cápsulas, inyectables o supositorios. También se distinguen por su sufijo habitual –pam o –lam, o por los distintos nombres comerciales, como Xanax, Rohipnol, Tranzene, Trankimazin, Dalman, el famoso Valium y cientos más.

Desarrolladas por primera vez en 1955 por el científico austro-húngaro Leo Sternbach, se trata de una medicación cuyos efectos sobre la ansiedad son descritos por algunos expertos como “casi mágicos”. También tienen efectos de relajación muscular, contra el insomnio, anticonvulsivos en ciertos casos y sus propiedades dificultan la sobredosificación, a menos que se mezclen con otras sustancias, por ejemplo, el alcohol. Estas propiedades los convierten en las alternativas más seguras al uso de barbitúricos.

Estos psicofármacos han experimentado un incremento en su recomendación por parte de la comunidad médica en las últimas décadas, llegando a convertirse en los más recetados y consumidos del mundo. También en nuestro país se han colocado a la cabeza, siendo la medicación psicoactiva de prescripción médica más común para abordar problemas de insomnio, depresión, ansiedad, trastornos de pánico, epilepsia, fobias o, incluso, la infelicidad. No es casual que se recomiende de plano para tratar la “adicción” al Cannabis.

Estadísticas

El informe 2020 sobre Alcohol, Tabaco y Drogas ilegales en España refleja el consumo de hipnosedantes, grupo en el cual se incluyen las mencionadas sustancias. El texto, de parte del Observatorio Español de las Drogas y las Adicciones, revela una prevalencia de cerca del 20% en alumnos de primaria y secundaria (11-15 años), que afirman haber consumido estas sustancias alguna vez en la vida. Una tendencia que aumentó en 2006-2008 y que disminuyó en 2014, remontando del 2016 al 2018. A la luz de los datos, el 8.6% de los estudiantes entre 14-18 años admite haber tomado hipnosedantes-Benzodiacepinas en alguna ocasión sin que se los haya recetado un médico. También se observa un consumo más extendido entre las chicas, cuyo consumo alguna vez alcanza el 10.3%.

En el plano europeo, según el Drug Report 2020 del European Monitoring Centre for Drugs and Drug Adiction, puede reconocerse un aumento paulatino en el consumo de Benzodiacepinas, categorizadas como “Nuevas Sustancias Psicoactivas” y en la lista 4 de peligrosidad de la Convención de Estupefacientes. Aunque el estudio presta más atención a cannabinoides y opioides sintéticos, refleja de forma evidente el aumento del uso de Benzodiacepinas, desde inapreciable en el 2008, hasta la aparición de más de 300 – 350 nuevas sustancias en 2018. Su prevalencia en Europa, alcanza el 12%.

Funcionamiento

Sus efectos farmacológicos son complejos, apuntaremos aquí a un conocimiento mínimo. Las Benzodiacepinas afectan a un neurotransmisor, en concreto al ácido gamma-aminobutírico, conocido como GABA. Los neurotransmisores, GABA, serotonina, dopamina, etc, son sustancias utilizadas por las neuronas a lo largo del sistema nervioso para comunicarse entre sí, rellenando los espacios sinápticos, por los que se conectan unas a otras.

El papel del GABA es inhibir o reducir la actividad neuronal, jugando un papel importante en el comportamiento, la capacidad cognitiva y la respuesta del cuerpo frente al estrés. Investigaciones sugieren que el GABA ayuda a controlar el miedo y la ansiedad cuando las neuronas se sobreexcitan. Lo que hace la Benzodiacepina, en pocas palabras, es aumentar el poder inhibitorio del GABA. Esto podría sonar peligroso, ya que el papel del GABA es imprescindible en el funcionamiento de sistemas como el respiratorio.

¿Por qué no suprimen la respiración y causan la muerte?”, se preguntan la doctora Kuhn, junto a los doctores Wilson y Swartzwelder en el estudio titulado “Colocados”. “Porque funcionan en un sitio especial de fijación de Benzodiacepinas en la molécula del receptor GABA (donde interactúa con la neurona) y las células nerviosas que controlan la respiración y otras funciones importantes, no tienen muchos sitios para Benzodiacepinas en sus receptores GABA”, afirman, calificándolo como “milagroso”.

Efectos secundarios

Entre las consecuencias del consumo esporádico de Benzodiacepinas, se debe contar primero con la amnesia anterógrada, es decir, incapacidad de recordar lo acaecido durante el efecto de la sustancia. Aunque expertos como el psiquiatra Víctor Navarro afirman que se trata de un efecto leve, otros pacientes lo refieren como un problema bastante molesto. La somnolencia, mareos, pesadillas y falta de coordinación psicomotriz o torpeza, que podrían facilitar accidentes de tráfico o caseros (caídas), son otros de los efectos secundarios del uso de la sustancia, que se revelarían más manifiestos en un consumo prolongado o crónico.

En ese aspecto, podría aparecer también la dependencia de la sustancia, con la aparición de un cuadro de abstinencia severo, que requeriría la hospitalización para llevar a cabo una desintoxicación y deshabituación controladas. La desinformación del público general al respecto de estos efectos y riesgos es notable en una gran parte de los casos.

Los riesgos a tener en cuenta en el consumo ocasional de Benzodiacepinas deberían estar solo relacionados con la correcta dosificación e identificación del producto concreto para el tratamiento del paciente individual, utilizando sustancias de origen farmacéutico de dosis y pureza conocida, sin presencia de Alcohol ni otras drogas, obtenidas en un entorno seguro como una farmacia o una consulta médica.

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