Benito Díaz
El Observatorio Portugués del Cannabis Medicinal (OPCM), fue fundado el 22 de abril de 2019, reuniendo a un numeroso grupo de profesionales y expertos. Se trata de una organización sin ánimo de lucro, cuya misión consiste en la difusión y promoción de la investigación científica alrededor de las propiedades medicinales de la Cannabis.
El OPCM ha visto lastradas sus actividades desde su fundación, debido a la Pandemia de COVID19. A pesar de ello, tuvo tiempo de organizar al menos dos grandes reuniones presenciales, siendo las últimas en noviembre de 2019, a las que se han sumado otras telemáticas. Entre sus metas, se encuentra la creación de un índice de medicamentos, preparados y sustancias con base de cannabis —cumpliendo con todas las normativas sobre privacidad y protección de datos—, promoción de eventos, informes con las últimas novedades en tratamiento a pacientes usuarios de estas medicinas o la defensa del aporte estatal de medicamentos cannábicos, entre otros muchos.
Conversamos con su presidenta, la profesora en Lengua y Literatura tanto Inglesa como Alemana, Carla Dias.
Entrevista
“Organizamos las conferencias de Noviembre en dos partes, la primera tuvo lugar en Lisboa a primeros de ese mes y la segunda en Oporto, a finales”, comenta Dias. “En ellas, colaboraron distintos investigadores, médicos y científicos, entre ellos varios españoles, como Manuel Guzmán o la doctora Cristina Sánchez”. La profesora nos relata las dificultades que ha atravesado la asociación durante 2020, un año en el cual no han podido llevar a cabo conferencias ni otras actividades que tenían previstas, debido a la Pandemia.
Sin posición sobre cannabis recreativo
La organización no tiene una posición definida al respecto del Cannabis Recreativo. “Nuestra asociación se refiere solo y en exclusiva al Cannabis Medicinal y Terapéutico. Portugal es un país donde los médicos se han mostrado muy conservadores a la hora de recomendar este tipo de terapias. Solo prescriben tratamientos que conocen bien, sobre los que tienen pruebas tangibles. Debemos tener en cuenta la ley de nuestro país y seguirla a rajatabla. Y la ley que tenemos permite a los médicos prescribir medicamentos que puedan encontrarse en una farmacia. Estas medicinas deberán beneficiar a los pacientes y eso es lo que tratamos de conseguir todos los días, poner esos medicamentos en las farmacias a disposición de los pacientes que las necesiten. Debido a esto, no tenemos una posición al respecto del Cannabis Recreativo, pero es posible que haya otras asociaciones que si la tengan y luchen por ello”.
No al autocultivo
“No estamos de acuerdo con el autocultivo con fines terapéuticos. No hay en Portugal ningún médico que pueda aprobar un tratamiento basado en Cannabis cultivado por un paciente. Se trata de la posición de nuestra organización y le hablaré de mi experiencia personal, como ejemplo. Tengo una hija que necesita tomar aceite de CBD para controlar sus convulsiones, aparte de otros medicamentos. Necesito contar con un bote de aceite que contenga las mismas propiedades, siempre. No tengo tiempo de tener la planta, cuidarla, etc. Para mí, es más fácil de controlar ese bote que me garantiza una calidad y un control sanitario adecuado. Quizá para otra gente, sea menos complicado que en mi caso y eso está bien. Sé que hay mucha gente que cultiva en casa y que consigue muy buenos resultados para su salud. Pero no son médicos, ni habrá médicos en nuestro país que lo apoyen. Quizá a lo largo del tiempo se desarrolle de otra manera, pero en este momento debemos ceñirnos a la ley, que indica que deben ser productos vendidos en farmacias”, argumenta Dias. Añade que otro escenario sería que el gobierno portugués cumpliera con las palabras que aseguraban que regularizarían el autocultivo, cosa que no se ha cumplido.
“Consideramos que la Cannabis no es una droga, sino una planta medicinal. Esta planta tiene beneficios médicos y fue reconocida en 2018 como tal por las leyes portuguesas. La Cannabis puede ser utilizada como tratamiento para patologías concretas, enfermedades concretas. Nuestro grupo aparece para el uso como medicina del cannabis, en exclusiva. El tema de la descriminalización de otras sustancias en nuestro país es, de esta manera, una cuestión aparte. Hay mucha gente que la utiliza sin control sanitario, calidad ni seguridad, sin control en las dosis ni conocimiento de la interactuación del tratamiento con otras sustancias. Queremos dar a la gente toda la seguridad posible al respecto de la planta”.
¿Quién produce en Portugal?
Preguntamos a la presidenta del OPCM al respecto de la inversión extranjera de grandes empresas como Canophy Growth en el mercado del Cannabis portugués: “Tenemos un problema con eso, pues hay muchas compañías que quieren llevar a cabo una inversión fuerte en nuestro país, construir grandes industrias. Hemos celebrado distintas reuniones con sus representantes, además de con reguladores de la cuestión médica. Al menos hay nueve grandes compañías de Cannabis que quieren realizar este tipo de inversiones, y necesitan obtener licencias específicas para el cultivo y producción. Mis preguntas para estas entidades regulatorias siempre son las mismas: ¿cuál es el límite de producción? ¿Van a producir aquí para vender la producción en otros países? ¿Qué porcentaje va a quedarse en las farmacias portuguesas? Debemos pensar que puede haber una enorme cantidad de pacientes que pueden beneficiarse de la producción de estas nueve compañías. De esta forma, las licencias se están otorgando a cambio de que una pequeña cantidad de esa producción de producto concreto, por ejemplo, flores de cannabis. Solo estarán autorizadas a producir ese producto y una cantidad quedará en las farmacias. Por ejemplo, la compañía Aurora, fue una de esas compañías interesadas en producir en nuestro país. Sin embargo, no llegamos a un acuerdo con ellos en las cuestiones que mencionamos, alargando cierto tipo de detalles y al final, se fueron. No están ya en Portugal, lo dejaron”. Dias relata otro ejemplo con RPK Biopharma Holigen, otra gran compañía interesada en el territorio portugués, que logró conseguir la licencia para el procesado industrial, a cambio de las tasas y los detalles antes mencionados.
Aunando la voz frente a la administración
El Observatorio tiene conexiones a nivel europeo, manteniendo contacto con organizaciones como Medicinal Cannabis Europe, de la que son miembros. “También mantenemos relaciones con la Comisión Europea, la semana pasada asistimos a la reunión anual, vía telemática”, explica la profesora Dias.
“Empecé en esto al comenzar el tratamiento con aceite de CBD para mi hija”, recuerda. “Revisé el trabajo de Laura Ramos, periodista de Cannareporter. Lleva recopilando e informando al respecto de tratamientos sobre Cannabis desde hace 15 años. Contacté con ella y, en ese momento, estaba relacionándose con algunas personas que querían discutir al respecto de la ley del Cannabis Terapéutico. Eso me ayudó a conectar con otras gentes que se encontraban en una situación como la mía, pues había quien tenía una hermana con esclerosis múltiple, otros padres con hijos enfermos de epilepsia y recoger testimonios de otros afectados que usaban el Cannabis como terapia. Eso nos permitió llevar la discusión al gobierno. Lo que llevó a dar pasos adelante y conformar la asociación. Pensamos que, si eso nos pudo ayudar a nosotros, puede ser aprovechado por otras personas. De esta forma, generamos un grupo de trabajo para tener voz en Internet, en el gobierno, para tener más fuerza como asociación. Así, podemos llamar por teléfono y preguntar, ¿qué pasa con el proyecto?, ¿qué pasa con los fármacos?, ¿en qué punto estamos?”.
Carla Dias concluye afirmando que es triste que el flujo de comunicación con la administración portuguesa haya decrecido, quizá debido a la situación de Pandemia, con la que venían manteniendo correspondencia continua. Espera que se solucione pronto.
Más información sobre el Observatorio Portugués de Cannabis Medicinal en su página web o en su cuenta de Twitter.