Benito Díaz
Científicos canadienses lanzan un análisis en el que se demuestra el descenso de la prescripción de fármacos opioides en aquel país a consecuencia de la regulación del cannabis recreativo. El estudio, pionero en relacionar ambas variables, fue publicado el pasado 25 de enero y abarca un período de 42 meses.
El cannabis recreativo se reguló el 17 de octubre de 2018 en el país norteamericano. Se situó así entre las primeras naciones del mundo en dar el paso hacia la libertad de consumo, “aumentando su acceso y reduciendo el estigma asociado con su consumo para el tratamiento del dolor”, asegura el estudio presentado por un grupo formado por científicos y profesores de la Universidad de Ontario, médicos y especialistas en fármacos.
El estudio
Los expertos canadienses, evaluaron el impacto de la medida legislativa en la prescripción de fármacos opioides, sus volúmenes totales y el gasto en los mismos. Estos medicamentos incluían muchos nombres conocidos: Morfina, Codeína, Fentanilo, Hidrocodona, Hidromorfona, Mesperidina, Oxicodona, Tramadol y los no-opioides, Gabapentina y Pregabalina. “Todos los volúmenes de opioides se convirtieron en una dosis equivalente de morfina media, análoga a la prescripción de un médico”, explica el texto. “Los datos de Gabapentina y Pregabalina, se estudiaron por separado de los Opioides”.
Los resultados explican una disminución de la petición promedio sobre opioides. “Dentro del período estudiado, el MED/petición media, disminuyó dentro de los planes públicos (p<0.001). Sin embargo, la disminución de MED/petición fue 5,4 veces mayor en el periodo posterior a la legalización (22,3mg/petición posterior frente a 4,1mg/petición previa). El gasto total mensual en opioides, también se redujo en mayor medida después de la legalización (267.000 dólares canadienses, frente 95.000 dólares canadienses por mes)”, aclaran. Estos resultados fueron parecidos para las planificaciones de fármacos por la vía privada. “Sin embargo, la caída absoluta en el uso de opioides fue más pronunciada (76,8 frente a 30,8mg/ declaración). Durante el periodo de 42 meses, el uso de Gabapentina y Pregabalina también disminuyó”.
Las observaciones concluyen que “estos resultados apoyan la hipótesis de que un acceso más fácil al cannabis para el dolor, puede reducir el uso de opioides para los planes de medicamentos públicos y privados”. Estas deducciones contrastarían con los datos aparecidos en otro reciente estudio, que analiza las condiciones de estos fármacos en Estados Unidos, donde revelaría la magnitud de una epidemia silenciosa que se extiende sin control. También con las consecuencias de la expansión de estos químicos por Europa y por nuestro propio país.
EEUU
Un vistazo somero a otro estudio aparecido solo dos días después del mencionado arroja resultados muy distintos al respecto del estado de los Opioides en muchos condados estadounidenses. De forma similar, se examinaron 812 condados de los 23 Estados que permitieron la legalidad de los dispensarios de Cannabis, a finales de 2017.
Los principales medidores de resultados fueron las tasas de mortalidad, los tipos de opioides prescritos y combinados, el consumo de heroína y de opioides sintéticos distintos de la metadona. Por otra parte, se analizaron las relaciones de recuentos en dispensarios médicos, junto con recreativos, a la vista de tasas de mortalidad ajustadas por edades.
Los resultados del examen desvelan recuentos más altos en dispensarios médicos y recreativos en tiendas que se asocian con tasas reducidas con los opioides, justificando las conclusiones del estudio canadiense. “Si bien no se puede suponer que las asociaciones documentadas sean causales, sugieren una posible asociación entre una mayor prevalencia de dispensarios de cannabis medicinal y recreativo, junto a una reducción de las tasas de mortalidad relacionadas con los opioides. Este estudio destaca la importancia de considerar el lado complejo de la oferta de los mercados de drogas relacionados y cómo esto influye en el uso y abuso de Opioides”.
Europa
A partir del artículo titulado “La ONU analiza el mercado de las drogas en su nuevo informe”, aparecido en estas mismas páginas y basado en un estudio de la Oficina de las Naciones Unidas para las Drogas y el Delito (UNODC), el organismo europeo EMCDDA avisaba en 2020 del aumento sobre el consumo de opioides en su territorio.
El incremento, solo superado en porcentaje por el consumo de Cannabis, estaría marcado por el aumento total de las muertes relacionadas con su uso, llegando a un 71%, impacto superior entre las mujeres (92%) que entre los hombres (63%). El estudio señalaba que la tendencia dominante incluía a adolescentes y jóvenes adultos como los mayores consumidores en países desarrollados, siendo el colectivo más joven el principal afectado por problemas relacionados con su uso, dado su cuerpo en desarrollo.
España
Otro artículo, resaltaba los datos obtenidos mediante la encuesta bianual EDADES de 2019-2020. El informe refiere los mismos resultados: un aumento del consumo de Analgésicos Opioides. El texto, emanado de investigaciones del Ministerio de Sanidad, apuntaba un aumento del 0.60,7% en el consumo de estos fármacos, sin receta.
La Codeína estaría en lo alto de la tabla, con un uso promedio de 54.6% del total. Le siguen el Tramadol, con un 50%, una parte denominada “otros”, con un 14.2%, Morfina, 13.9% y Fentanilo, 3.6%. En plena tendencia ascendente, un 15% de la población española declara haber consumido fármacos opioides alguna vez en 2019, respecto a un 14.7% de 2017. Una tendencia que, a diferencia de países donde el consumo medicinal y recreativo han sido reconocidos y regulados, no tendría un freno establecido, a la vista de la prohibición sobre el Cannabis que sigue pesando sobre la sociedad española. Una prohibición que se demuestra dañina y perjudicial para la salud, a la luz de estos estudios.