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Jonathan Ott, etnobotánico y psiconauta

Jonathan Ott, etnobotánico y psiconauta

Benito Díaz

Jonathan Ott es un etnobotánico, químico, micólogo y autor de más de diez libros sobre plantas y fármacos psicoactivos. Realizó sus estudios de Química Orgánica en la Universidad de Whasington. Hoy, a sus 75 años, vive en México, donde reside desde hace décadas y ampliando la literatura científica sobre los enteógenos, palabra que ayudó a acuñar para referirse a toda una gama de plantas psicodélicas.

Ott nace en New Heaven, condado de Hartford, Conneticut, en 1949. Es en la facultad, donde conoce a Richard Evans Schultes durante una conferencia. Schultes, considerado creador de la moderna etnobotánica, trabó amistad con el joven Ott, la cual le sirvió para conocer a otros grandes sabios como Robert Gordon Wasson o Albert Hoffman.

Contrario a la Guerra de Vietnam, Ott se desliga de la sociedad de su tiempo para llevar a cabo sus investigaciones en la clasificación de Hongos y plantas alucinógenas. Es en 1975 cuando lanza su primer libro, “Una Guía concienzuda sobre Alucinógenos: Guía completa sobre Alucinógenos naturales y sintéticos encontrados en Norte América y en el Mundo”, junto a sus colegas Joe E. Axton y Jeremy Bigwood.

Obra

La búsqueda de sustancias enteógenas, refiriéndose este término a hongos y plantas consumidas de forma tradicional en el desarrollo de rituales religiosos, con intención de entrar en contacto con espíritus y divinidades, hace de la investigación de J.Ott una gran aportación al mundo científico. Sus clasificaciones, organizadas de forma meticulosa en sus libros, dan a los lectores interesados una inacabable fuente de información básica al respecto de la historia, la farmacología o la perspectiva antropológica de estas plantas, en un esfuerzo por reunir los datos dispersos en publicaciones especializadas y bibliografías diversas, en ocasiones, incorrectas.

En una de sus obras más conocidas, el Pharmacotheon, J.Ott resuelve este desorden, apuntando a través de sus más de 320 páginas, un auténtico manual y catálogo de enteógenos. El mismo autor, ha afirmado que este libro trata de cubrir un agujero en el conocimiento del que se dio cuenta revisando su propia biblioteca, a la sazón, una de las más grandes del mundo en las cuestiones que nos ocupan.

Otros libros destacables de su gran producción, podrían ser Pharmacophilia o Los Paraísos Naturales, o Análogos de la Ayahuasca, enteogénicos pangeicos, donde el autor demuestra su compromiso político, entregando al público un estudio sobre plantas con las que se puede elaborar un brebaje de efectos similares al original. “El motivo por el cual escribí este libro, fue para alejar a los turistas de la Ayahuasca de los indios nativos. Ellos se arriesgan mucho para conseguir las plantas y los turistas no se juegan nada, les deportan y ya está. De esta manera, la gente puede acceder a la experiencia sin poner en peligro a los pueblos originarios”, explicaba Ott en una conferencia.

Pensamiento

La investigación científica no es lo único que ocupa el basto saber de J.Ott. La respuesta a la pregunta sobre por qué este erudito no es más conocido, quizá tenga que ver con su forma de ver el mundo y ciertas opiniones polémicas.

La contracultura de su época se deja ver en muchas afirmaciones de Ott, por ejemplo, al respecto de la regulación de las drogas en EEUU y en el mundo. En declaraciones al periódico El Salto, el etnobotánico declaraba estar en contra de la legalización: “Yo no estoy a favor de la legalización, como tal, sino a favor de la despenalización. La legalización, en EE UU, significa control absoluto por parte del Gobierno, lo que no quiere decir mejores precios ni mejor oferta, sino al revés. Supondría también tener un carnet, una tarjeta de consumidor, que puede tener repercusiones a la hora de conseguir un empleo o un seguro de vida. Los hábitos personales de cada persona no son asunto del Gobierno o de las aseguradoras. Despenalización significa eliminar las leyes prohibitivas […] Si fuese legal, seguramente serían las corporaciones multinacionales las que los podrían fabricar, acapararían todo el mercado, y sería ilegal fabricarlo sin una licencia. Todos podríamos fabricar, pero el precio para entrar en el negocio sería muy alto”, razona.

La filosofía política de J.Ott se extiende a su trabajo. Por otra parte, algunas de las opiniones más polémicas de Ott se centran en la Cocaína, la cual asegura que ha sido sustituida por un análogo de menor potencia y de producción más barata, llamado Nocaina. “Sospecho que la Nocaína se hace en China […]. A la vista, al gusto, al tacto, parece Cocaína, pero no lo es. Aunque sea estimulante, tiene efectos nefastos, te sientes ‘arañado’, pero sigue cumpliendo su función social. Sin embargo, se siguen produciendo 1.000-1.500 toneladas de Cocaína anuales. […] En términos geopolíticos, la Cocaína es el gran sustento del mercado de armas. Se hace por parte de la CIA algo que ya hicieron antes los franceses e ingleses transformando Opio en Heroína. La CIA se dedica a esto también en Afganistán, donde se produce del 85% al 90% de la Heroína ya preparada del mundo, además de mucho Hachís. Los talibanes habían controlado esto temporalmente, pero cuando el ejército de EE UU se hace con el país, de nuevo se dispara la producción. Y ahora la única economía viable en Afganistán es la droga. De este modo, Cocaína y Heroína significan armas y no se desligan de la violencia. La CIA gana dinero en el comercio internacional, pero luego en la venta callejera se gana aún más dinero y, aunque esta realidad es muy dispersa, genera mucha violencia”, aseguraba Ott en declaraciones.

La tesis del científico al respecto de la cocaína, va más allá y apunta de forma directa al gigante de las bebidas azucaradas, Cocacola Company. “En 1903, a la vista de la regulación, Cocacola decidió retirar la Cocaína de su producto original. La ley de 1906 no prohibía nada, pero decía que debía reflejar la composición del producto en la etiqueta. De esta forma, el gobierno de EEUU dijo a Cocacola que su bebida estaba mal etiquetada, así que tenían que, o bien cambiar el nombre o bien añadir Coca y Cola, cosas que no llevaba. La Corte Suprema dio la razón al gobierno y Cocacola firmó un consentimiento, pues la marca por aquel entonces ya valía mucho dinero y no querían cambiar nada. Así, el mismo gobierno que hoy quiere exterminar la Cocaína de la faz de la Tierra, obligó a devolver la Cocaína al refresco de Cocacola”, explica Ott en una conferencia dada en la Asociación Eleusis.

Ningún refresco de cola usa raíz de cola porque sabe muy mal, pero Coca-Cola sí porque fue obligada. En Newark (New Jersey) fabrican un polvo misterioso que se llama “polvo de Coca-Cola”. Se trata de un “extracto aromatizante desalcaloidizado de tres partes de coca y una parte de cola”. La coca viene de Perú y Bolivia. Se supone que es novagranatense, variedad trujillense, pero sabemos que por declaraciones de embajadores que también viene de Bolivia. He tratado de cuadrar las cifras de exportación de Sudamérica”, continúa Jonathan Ott. “Por las cifras he estimado que llegan en torno a 100 toneladas de cocaína para el uso de Coca-Cola.[…] Pienso que lo que hay en New Jersey es una fábrica legal de cocaína y esto es una inmensa “caja china”, para los partidos políticos, para la compañía Coca-Cola y quién sabe qué más… Cuando Roosevelt era presidente de EEUU se analizó muchas veces el ‘polvo de Coca-Cola’ pero nunca lograron encontrar rastros de cocaína, aunque sí su alcaloide base, la Etonina. Con la tecnología actual sí podría detectarse rastros de Cocaína y Etonina en este jarabe y, como la ley dice que el propietario de un gramo de perico que contenga 10 mg. de cocaína debe pagar como si fuera cocaína pura, si se encontrara un nanogramo de Cocaína en una lata toda la sustancia sería ilegal.”

La investigación de Ott, podría haber sido la causa del ataque que sufrió su casa en 2010, cuando la vivienda ardió de forma provocada. El incendio afectó a gran parte la estructura, al laboratorio y al garaje, sin embargo, pudo salvarse la mayor parte de la biblioteca.

En la actualidad, J.Ott continúa sus estudios, esta vez al respecto de la producción ecológica y la independencia alimentaria en México, al mismo tiempo que gestiona el llamado Jardín Botánico Nezahualcóyotl.

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