Arnau Alcaide
El campeón del mundo de ajedrez, Magnus Carlsen, jugó el ataque Bongcloud ayer contra su creador, Hikaru Nakamura, una apertura que dibuja en el tablero una constelación en forma de bong. El gesto hizo estallar en risas a ambos jugadores en la última ronda del Magnus Carlsen Invitational, que puntúa dentro de la gira-liga Meltwater Champions Chess Tour. Divertida imagen que no ha dejado indiferente a nadie en el mundo del ajedrez y que para quien no conocía el Bongcloud sembró un desconcierto absoluto durante unos segundos, encarnado por un sonado «¡¿Queeeeeeé?!» del presentador, previo paso al cachondeo.
El campeón y propietario de la plataforma educativa y de entretenimiento Chess24 ya se alzaba victorioso en su invitacional y no arriesgaba el liderato cuando decidió jugar la apertura que, tras peón de rey, peón de rey, saca el rey a paseo desafiando todos los principios del ajedrez. El desafío era todavía mayor teniendo en cuenta a quién tenía en frente el noruego: su creador, a quien se puede decir que homenajeó con el gesto.
El estadounidense nacido en Japón, conocido por ser pionero de los You Tubers del ajedrez y participar en la difusión online del ajedrez desde un formato más joven, también desde los primeros torneos por internet en la plataforma Chess.com, hizo famosa la apertura al convertirla en una broma del ajedrez popular y utilizarla contra Grandes Maestros en las primeras competiciones de ajedrez relámpago online, el que se juega en un minuto por cada jugador.
Nakamura, además del creador del Bongcloud, es el vigente campeón del mundo de este formato, el más corto de tiempo, por tres años consecutivos; el único formato que se le resiste a Carlsen. No obstante, pese a que ostenta los últimos tres Speed Chess Championship, disputados anualmente desde 2016, el título de campeón relámpago no es un título oficial de la Federación Internacional de Ajedrez, aunque está asentado entre el top 20 mundial.
Nakamura sube la apuesta moviendo también su rey, entrando en el «Contragambito Nube de Bong»
Nakamura, a quien uno de sus seguidores online dibujó fumando de un bong sobre un tablero de ajedrez que ya tenía jugados el peón de rey de cada color, y en el que el rey blanco ya se había desplazado en la segunda peor jugada posible después de iniciar el juego con peón de rey, tampoco podía acceder a ninguno de los premios del torneo en esta última ronda, dada la clasificación, y no pudo resistir la tentación de mover él también su rey, empeorando gravemente su posición, pero logrando la formación Bong.
Hay que tener en cuenta que hacer esta jugada se considera una provocación, pues es tan mala que se está diciendo al rival que le pretendes ganar dándole toda esa ventaja de tener que remontar tu propio error desde el principio, simbolizado además en la importancia del rey. Nakamura pues, no quiso aceptar la ventaja y jugó él también el movimiento de rey, en lo que una guía-parodia de Chess.com en homenaje a la apertura bautizó como Contragambito Nube de Bong.
En este contexto en particular, también puede entenderse como decíamos arriba el homenaje del campeón a su creador por una perspectiva cómica del ajedrez, pues Carlsen es conocido por ser una persona accesible y afable a comunidad y medios que disfruta de todo el ajedrez, también del humor que genera. La ventaja, de haber alguna, es que en el formato relámpago el rival se sobreexpanda sin liquidar la partida y, de repente, se vea peor o haya utilizado demasiado tiempo, un argumento que hace humo por todos lados.
No obstante, no sabremos si Carlsen podría haber derrotado a Nakamura en su propia variante, de jugar el japonés seriamente, pues como ambos se conformaban con las tablas, repitieron la jugada hasta que las reglas lo consideran empate técnico. Como curiosidad, después de que Nakamura moviese también su rey por primera vez en la partida en la segunda jugada, estropeando su posición, la mejor jugada para ambos bandos es, si quieren jugar seriamente, volver a la casilla inicial con el rey y deshacer el Bong. Esto ocurrió, pero entonces Carlsen volvió a construir el Bong, invitando a Nakamura a jugarlo o ir a tablas por compartir la Nube del Bong.