Benito Díaz
La sesión de control al Gobierno del pasado 17 de marzo dio lugar a formular una pregunta parlamentaria a la Ministra de Sanidad, Carolina Darias. La cuestión, lanzada desde la tribuna de Josune Gorospe, diputada del PNV, pidió información al respecto de la regularización del “Cannabis para uso médico en el Estado”, una línea que el Partido Nacionalista Vasco se ha encargado de defender en los últimos años.
La pregunta, formalizada antes por escrito, fue respondida por la actual titular de la Cartera de Sanidad. “En esta cuestión, el criterio del gobierno es hacer prevalecer la evidencia científica y el rigor técnico para dictaminar sobre el cumplimiento de los estándares de seguridad y eficacia que deben exigirse a cualquier medicamento”, declaró Darias, recibiendo un sonoro aplauso de apoyo por parte de sus compañeros de la bancada socialista.
En el turno de réplica, Josune Gorospe inquirió, “hace tres meses la ONU, siguiendo instrucciones de la OMS, retiró el Cannabis de la lista IV de la convención de drogas, reconociendo el uso y potencial terapéutico de esa sustancia. El Parlamento Europeo hace ya un tiempo que viene animando a los Estados para que puedan avanzar en proyectos de investigación y programas de uso. Sabe usted que países de todo nuestro entorno, Portugal, Alemania, Italia, Reino Unido han avanzado ya en algún tipo de programa de acceso de uso médico al Cannabis. Uno de los últimos países que se ha incorporado a esta lista es Francia, una referencia para ustedes. La propia Agencia del Medicamento y Productos Sanitarios, equivalente a la del Estado, ha impulsado un programa en el cual, durante dos años se van a controlar y seguir los efectos del Cannabis en 2000 pacientes. Entiendo que todos estos países, organismos e instancia, deben ser gente seria en cuanto a la evidencia y el rigor técnicos. Por eso, la clave son los pacientes, Ministra. Porqué en todos estos países del entorno pueden acceder a estos programas de uso para poder paliar los síntomas de las enfermedades que están padeciendo, bajo supervisión médica. ¿Por qué en el Estado deben ir a ciegas?”, argumentó la diputada del PNV. Completó su declaración instando a la ministra Darias a la actuación, pues es el Ministerio de Sanidad, y no otro, el que debe dar los pasos necesarios para conseguir una regulación.
La respuesta de la ministra Darias aseguraba que el gobierno y el Ministerio de Sanidad siguen de cerca las novedades de investigación sobre las aplicaciones médicas del cannabis o de diversos extractos del mismo en algunas patologías, además de realizar un seguimiento de la legislación comparada. “La ‘prueba de oro’ para demostrar la eficacia y seguridad de un medicamento en una estrategia terapéutica es el ensayo clínico controlado. Algunos medicamentos basados en Cannabinoides han demostrado su beneficio y seguridad en situaciones concretas. Supongo que usted sabe que en España están disponibles medicamentos a base de Cannabis, como Sativex o Epidiolex, ambos con conocida eficacia en la Esclerosis Múltiple o en la convulsión en niños con algunos síndromes complejos”, declaró la ministra.
“Por el contrario, en algunas enfermedades o síntomas que popularmente pudieran pensarse en términos beneficiosos, los ensayos clínicos con Cannabis no han sido concluyentes. Tal es así que el Observatorio Europeo de las Drogas y Toxicomanías de la UE, ha dicho que la evidencia científica en algunas patologías, como vómitos de Cáncer o anorexia de SIDA, son débiles. Por tanto, no debemos pensar que todos los posibles usos actuales en el debate público tienen el mismo tienen el mismo soporte científico”. Darias aseguró centrarse en la evidencia científica y desdeñar otras vías, e invitó al grupo PNV a trabajar juntos para conseguir preparados médicos de calidad conocida.
Carolina Darias concluyó su disertación, determinando que “el Cannabis Terapéutico no está exento de riesgos a medio o a largo plazo incluso en aquellas patologías en las que pudiera considerarse beneficioso”, además de asegurar encontrarse “del lado de los pacientes”.
En definitiva, podemos estar seguros de que la ministra de Sanidad no lee Cannabis.es. De hacerlo, es probable que hubiera podido ver la lista de evidencias y los argumentos de médicos y políticos a favor del uso del cannabis, así como la argumentación de investigadores, representantes de colectivos de personas enfermas o plataformas de activismo en favor de la libertad de la planta. Eso por no señalar la persecución policial de usuarios, tanto médicos como lúdicos, incluyendo personas mayores como Fernanda de la Figuera y condenados por plantar, como Albert Tió.