Arnau Alcaide
Entrevistamos al diputado y portavoz del Partido Socialista en materia de adicciones, Daniel Viondi, quien viene siendo el vocal del partido respecto del cannabis durante la legislatura. Ante la reciente aprobación de una subcomisión de estudio específica para el cannabis medicinal, que se terminará de aprobar en el Congreso la semana que viene, el diputado del PSOE nos explica cuál es el planteamiento del principal partido en el Gobierno de cara a esta primera evaluación por los canales de la política estatal.
De momento, se mantienen en la postura del medicamento como garante de una evidencia que no ven en el cannabis natural o herbal, que se evaluará con muchas reservas por parte de un PSOE que afirma que la evidencia disponible señala los perjuicios del cannabis para la salud, una droga, el término recurrente para la llamada a la precaución. Pero Viondi insiste en que precisamente el estudio de estas cuestiones es el fin de la subcomisión; nada más precipitado, mucho menos una legalización del cannabis, como lo que asegura haber leído en medios que se han excedido en la valoración de la subcomisión para el cannabis medicinal.
Las y los pacientes no deben esperar que se regule su seguridad jurídica de inmediato, pero el portavoz socialista nos asegura que el intercambio que se produce, a la espera de la evaluación y a cambio de la seguridad legal de estas personas, será una de las cuestiones a tratar, y que se verán ejemplos de incorporación a la legalidad aplicados por otros países europeos. Modelos, estos últimos, por los que ha optado frente a los americanos, con críticas al enfoque economicista y descartando los clubes sociales cannábicos, también con referencia a los españoles. Una cuestión, la de los clubes, que «irá avanzando», pero que, de momento, no está en su ideario y equipara al «debate» de la «legalización», por el que deja claro que el PSOE no apuesta.
Respecto del modelo productivo, defiende al Ministerio de Sanidad y a la Agencia del Medicamento, pero reconoce que podría ser más transparente el sistema de licencias. Estudiarán el cannabis herbal, pero no dejarían cultivar o autocultivar a las personas, tampoco pacientes; esa es la respuesta a priori a la petición de Juanma de una licencia para la producción personal de cannabis medicinal. Nos adentramos en la transcripción de la entrevista.
Recientemente, han votado a favor de crear una subcomisión de estudio del cannabis medicinal. ¿Qué esperan de ella?
«Lo que esperamos es hacer un debate sincero en el que se recojan todas las opiniones. También que podamos hacer el seguimiento y la comparación de lo que se va marcando dentro de otros países de la Unión Europea. Y mi deseo particular, y lo hablo en general, es que se pueda llegar a un acuerdo de consenso entre todos los grupos, para que se haga una propuesta que salga del Congreso«.
En ese camino, ¿ve un punto de inflexión?
«A mí no me gusta utilizar el término punto de inflexión. Es un avance con respecto a posiciones que anteriormente quizás desde el Gobierno no fueran las mismas. Es verdad que ha contribuido muchísimo que en el marco regulatorio de las organizaciones internacionales se diera el paso en diciembre. […] Estamos dentro de los parámetros que se van fijando la Unión Europea y la OMS, no estamos optando por vías libres fuera de lo que acuerden los organismos internacionales. Es cierto que la OMS dio un paso, no es el decisivo para los intereses o expectativas de muchas personas, pero es un paso significativo y el Gobierno lo ha acompañado. Y de ahí viene el refrendo con el voto favorable a la creación de la Subcomisión».
¿Hay una nueva sensibilidad respecto al cannabis medicinal tras este cambio de la OMS? ¿En qué términos se está acercando la posición del Partido Socialista?
«En España ya hay dos productos con componentes del cannabis, dos productos fármacos: Sativex y Epidiolex. Hay que ajustar la realidad jurídica con ciertas realidades. En España se puede cultivar cannabis destinado al ámbito medicinal o terapéutico bajo licencia de la AEMPS. Y esto también significa que tenemos que ser concordantes«.
Pero nos advierte de que «el cannabis es un droga» y los «avances» tienen que ir «dentro del conocimiento de qué es lo que estamos hablando, cuáles son los marcos y el estudio de si hay ventajas para la Salud Pública. Debe aplicarse una cierta armonía en las decisiones y creo que el camino es hacia ahí».
Estos medicamentos que me menciona, por ejemplo, ¿podrían incluirse en la Seguridad Social?
«De momento, sobre eso, no te puedo dar una respuesta a día de hoy. Creo que hay muchos pasos previos antes de esa decisión. Vamos a definir claramente qué es el cannabis medicinal. Qué posibilidades puede aportar a la Salud Pública y para qué casos concretos se puede proporcionar. No es lo mismo un producto derivado del cannabis que pueda aportar, con los debidos criterios científicos y técnicos, una solución, o paliar un dolor, que el consumo generalizado de cannabis fumando con total normalidad. No estamos hablando de los mismos conceptos.
Vamos a encontrar de la mano de la Unión Europea y de la OMS qué elementos del cannabis pueden serlo, con evidencia científica. Tú lo llamabas punto de inflexión; yo le digo avance: de un escepticismo que se le ha querido colgar al PSOE, ahora estamos dispuestos, porque lo van marcando los organismos internacionales, que se puede avanzar más. Eso que dices tú [SS] es el último de los estadios a tratar».
No estamos hablando de la flor, pero sí existe la percepción de que en la regulación de esta consiste precisamente la regulación del cannabis medicinal. ¿Es el no a la flor la postura del Partido Socialista?
«A partir de la Subcomisión, muchas entidades nos han contactado: esta entrevista, lobbies, productores, todos están interesados en saberlo porque lo consideran un avance, la posición del partido. Pero más que una decisión política, estamos en el marco de los organismos internacionales y la ciencia. Hay países fuera de la UE que han avanzado fuera de los límites, pero ese no es nuestro camino. Vamos a dejar primero que hablen los expertos. Que hable el mundo de la ciencia y la salud más que los consumidores. Al final buscamos un médico, una regulación y las garantías que todo medicamento tiene que pasar. Esta regulación, cuando arranque, no se puede convertir en cannabis para todos, sino en la definición concreta de qué usos medicinales se le puede dar, no una automedicación».
Pero la OMS reconoce la medicina herbal, tradicional y complementaria y además fue más allá en sus recomendaciones a las Naciones Unidas, como en la eliminación de extractos y tinturas como método fiscalizado o dar al THC el mismo valor médico que a la Cannabis, la lista 1. Entonces sí que tiene un respaldo el cannabis medicinal en forma herbal por parte de la comunidad internacional en el que se basan otros países. Entiendo que usted se refiere a estándar de evidencia farmacológica:
«Esto ocurre un poco con la homeopatía, y permitidme la comparación. Entendemos que tiene que ir por los cauces de habilitación de los organismos. En España todo pasa por la AEMPS. No me gustaría que se planteara la subcomisión como farmacología o cannabis medicinal. Consideramos que, en el cannabis, los componentes tienen que ir por esa vía. No creo que debamos discutir sobre los extractos del cannabis en la subcomisión, de cuál tiene más o menos perjuicio. Sino que la subcomisión, y hay que leer el texto, habla de comparativa con lo que están haciendo países de la UE y de fuera.
De hecho, […] el texto de la subcomisión se inscribió antes de la decisión de Berna, de la Comisión de Estupefacientes de la ONU que modificaría el estatus de la cámara. […] La realidad es que esta subcomisión en su redacción va ya por detrás de lo que se dijo en Berna. De hecho por las reglas de la cámara no pudimos hacer modificaciones al texto.
Va a haber miembros de la subcomisión que van a estar reacios a contribuir al debate y lo van a torpedear alegando que no es el momento estando en una pandemia. Pero nosotros vamos a argumentar que se debe y que se puede. Cuando hay un 90% de la población a favor, que nos lo está revelando el CIS, eso no quiere decir que se tenga que adoptar inmediatamente la decisión, pero sí que empecemos a estudiar cómo incorporarlo. Y tengamos en cuenta que la subcomisión parece que se aprobará en el congreso por los votos con los que ya ha salido de la Comisión de Sanidad, pero no se ha aprobado aún, esperamos que esto ocurra hacia la segunda semana de junio. De momento, no tenemos ni la posibilidad de juntarnos para empezar el trabajo y proponer a expertos. […] No sabemos si PP y Vox van a contribuir con expertos y pacientes o a traer a personas muy contrarias a los usos medicinales del cannabis.
Vamos a intentar armonizar las circunstancias que mucha población a día de hoy no entiende, que es que en España se pueda plantar cannabis medicinal pero que no se estudie qué puede aportar este a la población».
Otras formaciones van a poner sobre la mesa el cannabis herbal y va a tener que entrar el partido socialista a revisar esa cuestión:
«Son dos debates distintos, y quien los confunda está haciendo un flaco favor. Respecto a la legalización del cannabis, estuve hablando con Carola de que mezclarlo sería un perjuicio para el cannabis medicinal».
Pero la pregunta sería si los pacientes podrían acceder a cannabis natural:
«El consumo, el fumar marihuana, bajo la capa de cannabis medicinal, no es lo que está planteado a día de hoy. A mí me parece loable que lo propongan, están en su derecho. Que cada grupo parlamentario presente las iniciativas que quiera llevar a cabo, ya sabemos que hay partidos favorables. Pero nosotros tenemos un acuerdo de gobierno con Unidas Podemos y esta cuestión no está, y el grupo parlamentario de UP lo sabe. Yo no voy a decir a ningún grupo qué tiene que hacer, pero pido que no mezclen los debates porque perjudica al cannabis medicinal hablar de los clubes cannábicos. Todo ese debate no está en la regulación del cannabis medicinal. Algunos lo presentan como derechos individuales, otros como beneficio económico, pero no estamos en ese debate. Lo que buscamos regular es que haya determinadas enfermedades o pacientes para quienes pueda ser beneficioso el cannabis sin generar un perjuicio sanitario, porque es una droga.
¿Y no son más los riesgos legales que corren ahora las personas que optan por tratarse con cannabis natural? Dejando de lado, claro está, al cannabis recreativo:
«A los pacientes hay que buscarles una solución a través de la normativa y de la sensación de amparo. Vamos a ver, quiero que me entiendas bien estas palabras, qué es un paciente y quién dice serlo para fumar. No son lo mismo. Y no acuso a nadie, pero digo que pongamos las cosas en su justo término. El consumo de cannabis, porque considero que me produce un efecto terapéutico, no tiene evidencia científica. Vamos a ver qué de la farmacología nos vale.
Respecto a la licencia que pedía Juanma, «hay gente que ha pedido una cosa y tenemos la obligación de ver las posibildiades que tenga». Pero «nunca olvidemos el mundo científico, que tiene la obligación de refutar».
¿Entonces se opta por la espera hasta la evidencia, antes que dar una seguridad legal ya mínima?
«Este es uno de los debates que se está planteando y que puede estar dentro del ámbito de la subcomisión. Cómo otros países han ido desarrollando estas circunstancias en sus normativas. Vamos a ver, comparar y evaluar esta cuestión junto a la evidencia científica. Está dentro de las cuestiones que tienen posible cabida en esa subcomisión, de acuerdo a las diferentes formas que vemos en otros países.
Tampoco el PNV que lo propuso está claramente a favor, simplemente insisitó en que esta subcomisión era el mecanismo para tratarlo y ahí estamos de acuerdo. Vamos a contemplar el escenario de todos los pacientes que lo toman a día de hoy, cómo se puede tomar y si hay evidencia de poder tomar alguna de las partes de la planta para obtener ese efecto y no tener consecuencias negativas en la salud».
Aunque separemos los debates, en las asociaciones cannábicas se juntan por causa de la prohibición el usuario terapéutico y el usuario recreativo, porque no hay otra vía segura de acceso. ¿Ha estado usted alguna vez en una asociación cannábica que provea a pacientes?
«Físicamente no he estado nunca, ni en ese entorno. Pero, desde que tengo la responsabildad de llevar los temas de adicciones en el grupo parlamentario, tengo una relación fluida con la Confederación de Asociaciones Cannábicas[…]. Ha habido legislación autonómica y, cuando se ha desarrollado, no como en el caso vasco, hemos visto las consecuencias, como con la Ley Catalana. Todos estamos buscando soluciones a un tema muy conflictivo y con distintas patas: el usuario o consumidor, el que lo ha empezado a tomar porque le ayuda o considera que le ayuda, el consumidor recreativo que lo hace porque le gusta y es un adicto aunque se considere fumador. Y luego está la cuestión de las legislaciones básicas y el ordenamiento jurídico. Que irá avanzando y se tendrá que reconsiderar a medida que tomemos conciencia de estas situaciones. Pero de momento, no sé qué titular esperabas, pero no estamos en el debate de la legalización».
Mercado
¿Sabe cuántas licencias de producción de cannabis medicinal hay actualmente concedidas en España?
Doce.
Ha dicho usted alguna más, ¿sumando las de investigación, no?
Son las que aparecen en la página web.
Pero las hay con fines de investigación y luego aquellas ya relacionadas con la producción, comercialización y exportación de cannabis medicinal. De momento, que sepamos aquí, solo Linneo Health, antigua Alcalíber de Juan Abelló, tiene permiso para exportar, pero ignoramos hasta dónde llega la extensión del resto de licencias de producción de cannabis medicinal. ¿Qué le parece el sistema de acceso a estas licencia de la AEMPS?
«Creo que habría que pensarlo seriamente y darle una vuelta a este proceso. Sé que es un debate, porque esta persona con discapacidad [Juanma] solicitó a la Agencia del Medicamento el autocultivo. Sé que es una cuestión que ha tenido trascendencia en los medios de comunicación y yo, desde el Grupo Parlamentario, estoy atento. Al final es una cuestión que depende directamente del Gobierno y estoy seguro de que se buscará mayor transparencia en este proceso. Lo que no voy a poner es en cuestión ni al Ministerio ni a la AEMPS; que pueden ser más transparentes, puede, pero yo no lo voy a poner en cuestión».
La de Juanma es una reivindicación muy particular porque es una persona física y no jurídica quien se dirige a la AEMPS y supone una reivindicación del autocultivo, pero hay muchas empresas que han pedido licencia de cannabis medicinal y podrían plantearse bajo qué criterios han sido rechazadas. La concesión, según la respuesta de la AEMPS a petición del Congreso, se basaba en «particularidades en cada caso»:
«Probablemente puede ser más transparente la decisión, pero yo no pongo en cuestión la labor que hace la Agencia del Medicamento».
Los analistas analistas americanos de Prohibition Partners estiman para 2025 en Europa un mercado medicinal de 3200 millones de €. ¿Tenemos un plan de desarrollo hacia ahí? Alemania sería la mayor parte del mercado y Linneo Health ya está jhabilitada para exportar allí:
«No quiero entrar en el debate de plantear esto como un beneficio económico, como una actividad económica. Aunque tengo ojos, leo, sé las decisiones que está tomando Marruecos, contemplo cómo algunos países empiezan a tener una decisión distinta sobre este asunto y no tanto por la salud pública, sino la cuestión económica. También sabemos que la planta de cannabis tiene otros fines que no son solo el medicinal o recreativo, sino también para cosmética y otros aprovechamientos. Pero no me toca a mí convertir el cannabis en una potencia económica. Y no sé si es el mejor camino para defender que se trate el cannabis para ayudar a personas verlo solo como un negocio. Porque desde este lado del Atlántico, cuando uno comprueba las experiencias en Canadá o Estados Unidos empiezo a ver más negocio que me recuerda a multinacionales de épocas pasadas en negocios muy parecidos al del cannabis».
De ahí precisamente quizás la posibilidad de hacer planes de desarrollo para el interior y abordar la despoblación en las zonas rurales, o los cultivos sostenibles:
«En la agenda del reto demográfico y la despoblación en lo que algunos llaman la España vaciada, plantearnos hoy que la solución es llenarla de plantas de cannabis no está. Yo no lo he leído en ningún sitio. Sé que algunos, de forma individual, en algunos territorios, están pensando que eso puede ser no beneficio colectivo sino beneficio individual. El ordenamiento jurídico debe dar una seguridad y no se hace de hoy para mañana. Esa música que me cantas la he escuchado y la letra me la han aplicado en otros sitios. Pero no te voy a dar una respuesta como Grupo Parlamentario porque no está en la agenda del debate dentro de las soluciones del reto demográfico. Si quieres te puede hablar de otras cuestiones para ello como las energías renovables».
Daría la impresión de que aumentan las hectáreas de cultivo, pero no redundan en la población en general:
«Yo ayer mismo recibí una petición de empresarios del cáñamo, por ejemplo. Esta semana espero que, para el bien de España, si se aprueba el nuevo marco de la PAC, estaríamos viendo cuáles son los intereses. Pero a día de hoy no está y cualquier cosa que avance tiene que ir de una forma sostenida. No podemos crear una subcomisión y que mañana cambie todo. […] A mí que se ponga en duda a la AEMPS no me gusta, puede ser más transparente sí, pero es un organismo que ha demostrado eficacia y resolución. Este país necesita que hablemos bien de nosotros mismos […]. Somos el primer país que aprueba una ley de protección a la infancia, el cuarto del mundo en aprobar el matrimonio LGTBI… Somos un gran país, referente en muchas cuestiones, dejemos de estar criticándonos.
¿Y somos un país con derecho al autocultivo de la planta que queramos en nuestra casa? ¿Qué piensa de ese derecho?
Es que no es lo mismo plantar unos tulipanes que una droga.
¿Entonces no aboga por el derecho al autocultivo? ¿Y en pacientes?
¿El cannabis es una droga? Yo te pregunto a ti.
Yo, como usuario, le diré que en los términos que usted piensa no, porque entonces sería un adicto. Quizás no deberíamos seguir por ahí:
«Ser adicto no es un señalamiento público. Las adicciones a día de hoy son con sustancia o sin sustancia. Y hay adicciones sin sustancia creciendo muchísimo. El hecho es empírico, científico y sanitario: el cannabis es un droga que tiene componentes psicoactivos y perjudica. Su consumo masivo perjudica. Es un hecho empírico. Yo no te estoy señalando con el dedo porque lo consumes, no te digo más que que tienes una adicción y que en este caso es una droga. El alcohol es una droga y la consumimos. Y el cannabis en sí, como tal, está en el mismo ámbito. Es otra vez el debate, los organismos internacionales, la Comisión de Estupefacientes, estamos en ello. Pero no podemos comparar un tulipán con una planta de cannabis, porque tomar cannabis tiene contraindicaciones».